La revista de los mejores amigos

Fotos: Laura Mata.

Según la wikipedia, «Agapornis es un género de aves psitaciformes de la familia Psittaculidae, cuyos miembros son nativos de África. Se les conoce vulgarmente como «inseparables». El nombre científico deriva de los términos griegos ágape (‘amor’, ‘afecto’) y ornis (‘ave’)». Aunque la gran enciclopedia digital no diga nada al respecto, Agapornis también es el nombre de una revista nueva, de periodicidad semestral, centrada en los animales de compañía. No, como Pelo Pico Pata no.

Toni Chaquet, Iván Jiménez y Laura Mata son sus editores, y una prueba más del excelente momento que viven las revistas en nuestro país. «La idea surgió pensando en nosotros mismos. Los tres tenemos animales en casa y un día nos dimos cuenta que echábamos en falta una publicación sobre ellos, pero más acorde con nuestros gustos. Es decir, que fuera más allá de los simples consejos para cuidar bien a tu animal y explorase otros aspectos suyos. Queremos ser la conexión entre el mundo animal y la cultura, la moda, el arte y el diseño», explican sus responsables vía mail. Con esa declaraciones de intenciones no sorprende que como referentes hayan tenido «publicaciones que, aunque de temática diferente, nos gustan mucho, como Apartamento, Fuet, The Plant, Revs, Bon, double, y un largo etcétera».

A fuerza de repetirlo puede cansar, pero el objetivo de una revista siempre debería ser contar historias, de una manera más evidente o menos, indirecta o directamente, siguiendo los cánones clásicos de la narración o experimentando con ellos, cerrándolo todo o provocando que el lector acabe rellenando los huecos que se dejan abiertos intencionadamente. Agapornis lo hace. Sean las protagonizadas por los galgos (con algunos momentos escalofriantes), las sombras chinescas proyectadas con la ayuda de frutas y verduras, la importante relación que establecen los gatos con los niños con Asperger o lo que irradian las joyas de Andrés Gallardo.

No hay dos contenidos iguales y no es casualidad. Es fruto de un trabajo que, afortunadamente, cada vez está más presente en las publicaciones. El trabajo de edición. «La selección de temas la hacemos entre los tres editores. Es decir, los tres proponemos ideas, y partir de ahí van evolucionando, y se acaban convirtiendo en contenido para la revista. Por eso la mayoría del contenido es nuevo y exclusivo para la revista, y somos nosotros quienes pedimos a fotógrafos, ilustradores, escritores que colaboren a partir de un tema. Aunque también estamos abiertos a recibir nuevas ideas y, si creemos que encaja con el número, incluirlo».

Aunque hay textos, y algunos muy interesantes como la estupenda entrevista que Chaquet le hace a Alexandra Horowitz (cualquiera que haya mantenido una conversación con un perro disfrutará con una de las reflexiones de la psicóloga al respecto) o la emotiva historia de Maite y Tucker, da la sensación global de que es una revista con mayor presencia y carga visual. «Desde el primer momento intentamos vincular el tema animal con la cultura visual contemporánea. Por eso cuidamos mucho los fotógrafos e ilustradores que queremos que colaboren con nosotros».

¿Es necesario tener un animal de compañía para disfrutar con Agapornis? Rotundamente no. Tampoco el objetivo de sus editores debe ser gustar a todo el mundo. Y menos en este país en el que determinadas cuestiones relacionadas con los animales siguen en el Pleistoceno, sobre todo si las comparamos con algunos paises europeos. La Librería Dadá podría ser como un califato independiente en ese asunto. Allí puedes hablar de tus pequeños seres queridos y, por supuesto, llevarte un ejemplar de la revista.