Juzgar un libro por su portada es el título de la mesa redonda programada por la Plaça del Llibre de València, que se celebrará el próximo domingo, 30 de octubre, a las 19h. En ella, debatirán sobre diseño editorial la editora Mercè Pérez (Sembra Llibres), el editor Aniol Rafel (Edicions del Periscopi) y el diseñador Dídac Ballester (Edicions del Buc, Pruna Llibres), moderados por Teresa Val, directora general de la Fundació FULL.

En Verlanga hemos querido adelantarnos una semana y ofreceros un pequeño aperitivo de lo que allí se hablará y para ello les hemos hecho las mismas tres preguntas a Mercè, Aniol y Dídac:

¿Por qué es importante una buena portada? ¿Por una razón estética; por la necesidad de llamar la atención en las mesas de novedades atiborradas de libros; por que es el primer contacto del posible lector con el libro como si fuera una introducción al mismo….?

Mercè Pérez: Un libro tiene que ser un «producto» cuidado y eso también significa que las cubiertas han de responder a esta atención que solemos poner en nuestro caso a los libros. Las buenas cubiertas hacen que nos fijemos en el libro/objeto, que queramos darle la vuelta y leer la sinopsis, que nos apetezca leer las primera páginas, mirar el interior. Por eso es importante, para destacar entre las diferentes opciones pero también para hacer que las personas se acerquen a él. Las cubiertas también te pueden mostrar lo que llegará a continuación, pueden también jugar con lo que dabas por hecho (por ejemplo con la reedición de los clásicos). Aparte, trabajar el diseño de las colecciones hace que una editorial sea también fácilmente identificable, en nuestro caso cuando ves una ilustración y una franja sabes que es un libro de Sembra Llibres.

Aniol Rafel: Porque se trata del primer mensaje que se recibe sobre el libro, y por lo tanto nos estamos dirigiendo al lector, pero también al librero, al periodista, al distribuidor, etc. Y este mensaje que transmitimos es el que situará al libro en un lugar o en otro. Según qué sea lo que queremos transmitir, la cubierta tendrá necesidades distintas. Y según el público al que queramos dirigirnos tendrá que tener unas características u otras. En nuestro caso queríamos transmitir la idea de elegancia mezclada con atrevimiento, de identidad potente que fuera a la vez identificable individualmente e identificable como sello. Queremos decir que, dentro del alud de novedades que inundan las librerías, allí hay alguna cosa especial que hace que merezca la pena echarle un vistazo.

Dídac Ballester: Probablemente, por los dos motivos. Pero yo prefiero poner el foco en el segundo motivo, en el de la información. Una portada debe ser una ventana entreabierta que nos dé algún tipo de información sobre el contenido. ¿Tiene que ser atractiva? Sí, claro, pero no necesariamente bonita, ni enrocarse en esto de llamar la atención sí o sí. Y menos de manera gratuita. Hay libros que deben llamar la atención, pero otros… otros creo que no lo necesitan. Hay que tener en cuenta que muchas veces el libro está en la mesa de novedades durante una o dos semanas y luego… luego se va a la estantería donde pasa el 90% de su tiempo. Quizás si pensamos más en el diseño del lomo… Entiendo que un betseller deba competir, pero la mayoría de los libros no lo son, Yo prefiero poner el acento en la información que trasmite, y que exista una relación interesante y coherente entre la cubierta y el interior antes que intentar luchar por ver quién llama más la atención

¿Cómo debe ser una buena portada?

Mercè Pérez: Una buena portada debe de llamar la atención sin ser histriónica y al mismo tiempo mostrarte en una imagen, en nuestro caso en una ilustración, parte del contenido del libro sin desvelar demasiado.

Aniol Rafel: Depende mucho de qué queremos conseguir, pero en todo caso, en diseño editorial hay dos grandes tendencias: destacar el libro de forma individual (línea en la que se busca remarcar el título o el autor), o bien destacar el libro por su adscripción a una determinada colección o sello. Si conseguimos un equilibrio entre ambos puntos, y además conseguimos una cubierta que llame la atención y que esté en sintonía con el contenido del libro y con el mensaje que se quiera dar de él.

Dídac Ballester: Debe transmitir información. Información y, sobre todo, ser coherente con el contenido.

¿Referentes de buenas portadas?

Mercè Pérez: Para mí hay claros ejemplos de editoriales que sus diseños cumplen todo lo anteriormente dicho, pienso en los compañeros de Periscopi, con sus sinopsis en las cubiertas, esa franja identificable y sus ilustraciones que siguen en la contra. Pienso también en el trabajo de Viena Edicions con sus reediciones de clásicos, que hacen que desvelar la cubierta en redes sea un acontecimiento… también en el diseño de L’Agulla Daurada, que están jugando con los collages de las cubiertas para explicarnos las historias de sus novelas.

Aniol Rafel: Hay muchos, pero la capacidad de identificación de la imagen gráfica de Asteroide, por ejemplo, o el atrevimiento de Blackie Books, la elegancia de Impedimenta

Dídac Ballester: ¡Uf!, hay muchos. Es que esto de hacer listas…Por ejemplo, Irma Boom hace libros maravillosos y algunas portadas muy buenas; John Morgan tiene algunas cubiertas realmente excelentes; La naranja mecánica, de Penguin Classics, me parece sublime.

Hay dos cubiertas maravillosas de la Col·lecció Garbí: Els fonaments del País Valencià modern (1968) y Combustible per a falles (1967). Me las descubrió Josep Martínez, editor de Buc y Pruna. ¡Bestiales!

Y podemos ir a clásicos como Media Vaca, Blackie Books… pero esto ya son cosas más conocidas.

 

La Plaça del Llibre se celebra del 26 al 31 de octubre en la Plaça de l’Ajuntament. Aquí tenéis toda la información sobre su programación