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La documental edicions, según se puede leer en su web, «es un proyecto editorial que mira a su alrededor con la intención de analizar el contexto y provocarlo con cuestiones incómodas; que atraviesa el arte como una tangente y que quiere hacer libros con detalle y sin reservas». Poco más se puede añadir más allá de que nacen con intención de cuidar con mimo sus ediciones y de dotar a cada libro de su personalidad propia.

Libro de tiempo. 13/07/18-20/01/19. Conversación es su primera referencia, firmada por Álvaro de los Ángeles y Nico Munuera. El primero de ellos, además, es el responsable de la editorial y nuestro interlocutor en esta entrevista.

¿Cómo y por qué nace La documental edicions?

Álvaro de los Ángeles- La documental edicions surge en un momento importante a nivel personal y profesional, después de dejar voluntariamente mi cargo como subdirector de Actividades y Programas culturales en el IVAM, aunque la idea viene de lejos. Desde hace muchos años he tenido la intención de fundar una editorial, pero no sabía cómo hacerlo ni tenía las posibilidades económicas mínimas para poder emprenderlo. Siempre pensaba que no estaba preparado. He estado implicado en proyectos editoriales colaborativos desde los años de universidad (el fanzine Malasombra, la revista Mono, Est Publicacions…), pero La documental es la primera vez que lo pienso como proyecto personal propio.

En un panorama como el editorial tan saturado de novedades, ¿qué crees que aporta tu sello? ¿Por qué es necesaria La documental?

Desde luego, no buscamos novedades en el sentido como las entiende el propio mercado editorial. Nuestra propuesta es realizar libros con cuidado y que respondan a un planteamiento contemporáneo; que conciban la edición de libros culturales, «sobre el arte y sus tangentes», como un camino que exige atención, dedicación, que cabe recorrer sin prisa. Publicaciones que no salgan tanto a la caza de lectores como sí esperen que ellos y ellas los encuentren, desde una búsqueda activa de contenidos interesantes y alejados de lo que es exclusivamente tendencia. Por otro lado, esperamos que pueda ser rentable… en esa ecuación nos movemos.

¿Hay alguna editorial en la que te hayas inspirado a la hora de llevar adelante el proyecto?

Hay muchas influencias y muy variadas. Tanto Roma Publications o Nieve Books, como los libros de editoriales francesas o españolas de los años sesenta y setenta del siglo XX, así como los pockett de Penguin, sobre todo los antiguos… Pero también las revistas y publicaciones de los años treinta y cuarenta holandesas, británicas, francesas… Tengo una predilección especial por esos libros que siguen siendo objetos cargados de futuro décadas después y que siguen siendo flexibles y utilitarios. Para mí, un libro óptimo es una combinación entre el contenido y su forma; lo difícil es dar con el equilibrio perfecto entre ambas cosas.

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¿Qué plan de publicaciones tienes pensado? ¿Cuántos libros al año?

No existe un plan establecido. Si dispusiera de más medios económicos, llevaría al mismo tiempo ocho o diez títulos. Como eso no es posible, estamos llevando ahora mismo dos. Si estos dos salen antes de final de año, habremos publicado tres libros en siete meses. La idea es publicar entre tres y cinco por año.

Libro de tiempo inauguró la Colección Sr. Velasco. ¿Hay intención de que la editorial tenga más colecciones?

De momento, Sr. Velasco es la única colección. La idea es que haya otro tipo de libros, (compilación de textos de un/a mismo/a autor/a por ejemplo, de contenidos también artísticos y, más ampliamente, culturales) que aparezcan «firmados» por La documental edicions, sin una colección específica. El perro de las tres y cuarto, un libro alrededor de la obra de la artista Anja Krakowski es la segunda referencia que saldrá. Y si va todo bien, El viatge de l’esfinx, espero que pueda ser el tercer volumen.

En la web de la editorial, hablas de la Colección Sr. Velasco como una colección de ideas compartidas. ¿Qué otros aspectos la podrían definir? ¿Quién fue el Sr. Velasco?

La referencia a las ideas compartidas que se indica en la web viene dada por el propio nombre de la colección y por la persona a la que hace referencia. Manuel Velasco era un amigo mío y de mucha más gente, que vivía de manera heterogénea su relación con la cultura, sus amigos y sus inquietudes personales con el arte, la literatura, la música… Murió hace ahora cinco años. La idea de esta colección es inspirarse en su mirada poliédrica y atenta, casi siempre lacónica; de ahí que cada publicación tendrá un aspecto en virtud de su contenido.

Libro de tiempo reúne la correspondencia que mantuviste con el artista Nico Munuera entre los meses de julio de 2018 y enero de 2019. ¿Por qué pensaste que era una buen primera referencia? ¿En qué sentido el libro puede interpretarse como una declaración de intenciones? ¿En qué momento pensaste que esa correspondencia podría convertirse en un libro?

No pensábamos que este fuera el primer título de la editorial, pero se adelantó porque Nico y yo encontramos un patrón que nos permitió hacer avances rápidos, concretos y útiles. Todo surgió como una expectativa justo cuando ambos estábamos en un momento de transición y cambio. Hay dos proyectos más, de momento parados, que iban a realizarse antes. Pero este se avanzó. Cuando hablamos del proceso de un trabajo cualquiera nos referimos a esta idea orgánica que surge dependiendo del contexto y de las vidas de los implicados en ellos. Esto es exacto para Libro de tiempo. Pensé que podría convertirse en libro desde el principio, porque sabía que los temas a tratar y la honestidad de las respuestas iban a ser interesantes. Con el proceso es cuando surgió la idea de que el libro ofreciera algo más. Este título es una declaración de intenciones desde el momento en que el tiempo de elaboración del proyecto fue encontrando su acomodo en la propia edición.

El libro tiene varios pluses más allá de su contenido (tirada de 184 ejemplares, firmado, anotaciones a mano, inclusión de una imagen de mar, distinta en cada ejemplar, extraída de un vídeo de Munuera) que lo acercan (salvando las distancias) a una pieza artística. ¿Cuál es tu intención con estos detalles?

Cada proyecto tiene que encontrar su especificidad. En este caso, la idea de la intervención artística surgió en el proceso, y también el título, que hace referencia a una línea de tiempo, pero convertida en libro. Es decir, no representada como una ilustración de sí misma, sino donde su estructura respondiera a lo que entendemos como línea cronológica o el timeline de un programa de edición de vídeo o de un audio. De ahí que la imagen surgiera de uno de los vídeos y, viceversa, que se titulara así este libro porque iba a incluir la imagen de un segundo diferente del vídeo en cada ejemplar de la tirada; indicado, numerado y firmado por Nico Munuera.

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En vuestro facebook se pudo leer que El perro de las tres y cuarto será el nuevo título de la editoral. ¿Qué puedes adelantar de él?

El perro de las tres y cuarto será el próximo título, que presentamos el 29 de noviembre en el Centre del Carme. Es un proyecto de Anja Krakowski que desarrolló en una sala expositiva y que ahora adquiere forma de libro, junto con material realizado expresamente. El título parte del cuento Funes el memorioso, de Borges y el planteamiento es complejo: capas y capas de información en diferentes niveles que cada espectador/a ha de asumir e incorporar. Anja trabaja claramente como quien construye una red o confecciona un tejido: se van incorporando elementos nuevos que se integran en el conjunto general; aportan aspectos nuevos, pero no dejan de intervenir en el mismo patrón. El reto es que la publicación ordene informaciones diversas sin por ello dejar que el tejido siga siéndolo.

Hablando de redes sociales, estáis en facebook, twitter e instagram, pero después en vuestra web no hay mucha información ni tampoco la posibilidad de comprar el libro. Además, tu blog personal dejó de actualizarse prácticamente justo coincidiendo con el nacimiento de la editorial por lo que no escribiste nada sobre ello. ¿Ese antimarketing es intencionado de alguna manera?

¡Oops! Todo es fruto del exceso de trabajo concentrado en un momento concreto. En la web de la documental vamos demasiado lentos, pero permitirá además la compra directa. En cuanto a Libro de tiempo, como la edición era muy corta, se vendieron o reservaron todos los ejemplares durante los días previos y posteriores a la presentación, que también fue muy bien a nivel de ventas, por eso no se ha distribuido. En cualquier caso, no me emociona el marketing, como creo que se nota…

El diseñador Antonio Ballesteros se ha encargado de la identidad de la editorial y del diseño de la colección.

La elección de Antonio Ballesteros tiene un doble sentido. Por un lado, es un diseñador perfeccionista, detallista y creativo; he trabajado con él en varios proyectos y compartimos estudio durante varios años hace ya un tiempo; no tengo duda de que es uno de los mejores diseñadores editoriales desde luego del contexto valenciano, pero también de todo el Estado. En segundo lugar, compartimos la admiración y el cariño por Manuel Velasco (con el que también compartimos espacios) y no tuve duda de que debía ser él; y él también lo entendió así. La idea de Sr. Velasco es trazar y afianzar relaciones afectivas hechas desde la publicación de libros y planteamientos creativos. Sinceramente, está siendo muy muy generoso con La documental edicions. Algún día espero poder agradecérselo como toca, es decir, económicamente.

¿Tiene algo de refugio la editorial después de haber trabajado en algo de las características del IVAM?

Para mí, los libros, las bibliotecas y las librerías son siempre refugios, pero los habito mucho menos del tiempo que me gustaría. Más que un refugio, La documental edicions supone un «intento de escapada», parafraseando el título del libro de Miguel Ángel Hernández. Escapar de ciertas imposiciones para hacer otro tipo de cosas. Conocer el funcionamiento interno de la institución pública más importante de la Comunitat Valenciana ha sido un gran aprendizaje, solo que algunas de esas cosas aprendidas no me interesan especialmente, ni creo que aporten nada a mi práctica profesional.

En una entrevista que te hicieron en la web latamuda, al preguntarte tu opinión sobre la crítica, contestaste: «Literatura que leen un círculo muy reducido de personas, en especial quienes están muy vinculados a ella, y que sigue escociendo cuando no es positiva. No hemos aceptado aún la discrepancia como algo consustancial al mundo del arte y la cultura. Sólo supone eso, pero es mucho más. Es la posibilidad de generar una distancia entre quien opina y aquello analizado que puede permitir un avance estético». Ahora que con la editorial te colocas al otro lado, ¿cómo afrontas esa nueva relación con la crítica?

Aunque durante años estuve publicando crítica de arte, yo no me considero un crítico en sentido estricto, ni creo que nadie, por otro lado, esté exento de la crítica ajena. Filiberto Menna, en su Crítica de la crítica, ya planteaba que esta práctica no puede tener una única dirección; e Iván de la Nuez habla de la necesidad de una «autocrítica del arte». En España no se puede vivir «solo» de hacer crítica de arte y la trabajadora o el trabajador cultural debe desempeñar muchas y variadas funciones para ganarse un sueldo, todas vinculadas pero independientes entre sí: docencia, comisariado de exposiciones, gestión cultural, conferencias, talleres, jurados… Como comisario de exposiciones he estado también expuesto a la crítica, y aún más cuando accedí el cargo de subdirector de Actividades y Programas culturales del IVAM, especialmente porque fui un activo ex Amic de l’IVAM durante años… Pero hay otra respuesta incluida en la misma entrevista que comentas, en la web latamuda, que me parece más relevante: la idea de que todos somos cortesanos del poder cultural, que a su vez depende, desgraciadamente, de los partidos políticos. Esa es la lucha de clases del mundo cultural, con todos los estamentos perfectamente definidos. Y se acepta sin más en un ámbito que sobre todo tiene como cometido generar nuevos imaginarios; de esto se habla poco y se escribe aún menos.