Layla Martínez (Madrid, 1987) es editora en Antipersona y escritora.


¿Somos los que leemos?

En mi caso, lo que he leído es una gran parte de lo que soy. Los libros me han ayudado a entender lo que sucede, a organizar el mundo de una forma comprensible. Gracias a los ensayos que he leído entiendo mejor los engranajes que hacen que las cosas funcionen de una determinada forma, los mecanismos que explican las posiciones de poder dentro de la sociedad. Sin ellos, me habría sido mucho más difícil ver que lo que me sucede a mí es parecido a lo que les pasa a otros que están en una posición parecida en la sociedad. Seguramente me sentiría más sola y pensaría que no puedo hacer mucho por cambiar las cosas. Por supuesto esto no está solo en los libros, también en los encuentros y las conversaciones, en lo que vivimos, en lo que escuchamos, pero en mi caso los libros han jugado un papel muy importante. Sin ellos no sería quien soy.

Un libro de tu infancia:

La historia interminable, de Michael Ende. Lo leí con unos nueve o diez años y me costó bastante tiempo porque era muy voluminoso para lo que estaba acostumbrada a leer entonces, pero recuerdo que fue el primero que me sacudió de verdad.

Un libro de tu adolescencia:

En mi adolescencia no leí demasiada literatura juvenil, pasé directamente a las novelas para adultos. En mi casa no había demasiados libros, así que iba a la biblioteca y cogía los que me llamaban la atención, a veces simplemente porque estaban en las estanterías de recomendaciones que los bibliotecarios organizaban por temáticas o en homenaje a algún autor. El que más recuerdo de aquella época fue Los santos inocentes, que leí con dieciséis o diecisiete años y que encontré así, por una recomendación de la biblioteca. Me impactó muchísimo, recuerdo releer algunos fragmentos hasta cuatro y cinco veces.

Un libro de tu juventud:

Sin duda, Vientos del pueblo, de Miguel Hernández. Encontré un ejemplar de mi padre porque había sido una de las lecturas obligatorias cuando se sacó el graduado escolar, ya de adulto. No había leído nada de poesía hasta entonces salvo los poemas sueltos de las clases de literatura del instituto y aquello me atravesó completamente. Sigo volviendo a sus poemas con bastante frecuencia y escucho mucho las versiones que se han hecho de ellos, como la de Morente, la de Silvia Pérez Cruz o la de Serrat.

Un libro actual:

De los libros que he leído últimamente, uno de los que más me ha marcado ha sido Desierto sonoro, de Valeria Luiselli. Lo leí en verano y desde entonces no me puedo quitar de la cabeza las dos historias paralelas que cuenta, por un lado los niños que cruzan solos la frontera y por otro la de los últimos apaches libres,que se negaron a trasladarse a las reservas y vivieron en lo que hoy es California, en Estados Unidos. También me han gustado mucho Amianto y Desde la línea, de Alberto Prunetti y Joseph Ponthus respectivamente, porque no suele haber mucha literatura dedicada a la clase obrera y creo que son dos de los mejores ejemplos de los últimos años.

Un libro de siempre:

Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Aunque los que más veces he leído, aparte de Vientos del pueblo, han sido Trilce, de César Vallejo, y Altazor, de Vicente Huidobro.

Un libro por leer:

Muchísimos, tengo una pila de libros pendientes que amenaza con enterrarme. Pero creo que los que más ganas tengo de leer ahora mismo, que espero que sean los siguientes, son Jamás el fuego nunca, de Diamela Eltit, y Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro.

Un libro que no pudiste acabar de leer:

Varios de Thomas Pynchon. Que recuerde, lo he intentado con El arcoiris de la gravedad, con Vineland y con La subasta del lote 49. Me han recomendado al autor hasta el aburrimiento, también gente que suele acertar con las recomendaciones y que tiene unos gustos parecidos a los míos, pero imposible. No consigo entrar nunca en sus novelas y acabo dejándolas por pura frustración.

Un libro que te gustaría haber escrito / editado:

Las voladoras, de Mónica Ojeda, también Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez. Lo que más satisfacciones me está dando como lectora a nivel personal últimamente son sobre todo libros de autoras que proceden de Latinoamérica, y la verdad es que me gustaría haberlos editado todos, aunque solo fuera por haber leído el manuscrito antes que nadie y conocerlas: Fernanda Melchor, Dolores Reyes, Selva Almada, Ariana Harwicz, Guadalupe Nettel, Ana Llurba, Giovanna Rivero…

Un libro que te gustaría que existiera:

Soy una gran aficionada a la ciencia ficción y me gustaría que se escribieran más libros ambientados en un futuro y una sociedad mejores, no solo distopías terribles en las que las próximas décadas se imaginan como un lugar peligroso y hostil. Hay algunos autores que lo han hecho, como Kim Stanley Robinson, Ursula K. Leguin o Cory Doctorow, pero me gustaría que no fuesen la excepción.

3 cosas que te gustan más que leer:

Dormir con mi chico, sentir el calor de su cuerpo. Bailar en un concierto donde todo el mundo está sudando y cerca de ti, creo que no poder hacer eso es una de las cosas que peor estoy llevando de la pandemia. Y también iba a decir escribir, pero en realidad no lo sé, porque creo que hay momentos en los que se pasa muy mal y sufres un montón cada línea y cada párrafo, así que creo que diría escribir pero solo en los momentos buenos, cuando te sale justo lo que querías.