Pere Sureda.

Pere Sureda es editor en Navona.

¿Somos los que leemos?

La verdad es que sin tener muy claro cuando, esto comezó a ser una necesidad, un refugio de un niño al que no le gustaba lo que veía en la calle, y con los años ya es una adicción en el sentido no tóxico de la palabra. No puedo estar sin un libro.

Un libro de tu infancia:

20.000 lenguas de viaje submarino, de Jules Verne. Descubrí el mar, las aventuras, me fascinó y ese influjo aun se mantiene.

Un libro de tu adolescencia:

El Padrino, de Mario Puzo. Lo leí de un tirón, me impactó y descubrí la maldad, creo.

Un libro de tu juventud:

Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato. Creo que me descubrió lo que llamamos alta literatura. Las frases, el argumento, los personajes inolvidables, y la magia y el poder de las palabras.

Un libro actual:

La octava vida (para Brilka), de Nino Haratischwili. Una novela-río que me apasionó. El descubrimiento de una voz potente y seductora, la Historia contada por una voz de mujer, que sabe hacernos ver lo terrible de la vida bajo el régimen sovietico en el día a día de una larga saga familiar, que cuando terminé no quería que terminara…

Un libro de siempre:

David Copperfield, de Charles Dickens. Podría ser -salvando y mucho las distancias- un preludio de mi infancia. La identificación con el personaje central es simbiótica y total. Las mejor de las novelas.

Un libro por leer:

Tantos…En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Lo he comenzado varias veces. Pero estoy seguro de que encontraré el momento para leerlo entero, porque solo el principio es fascinante. Pero necesito tiempo sin péridida de tiempo. Es taréa de titanes…

Un libro que no pudiste acabar de leer:

Muchos… La broma infinita, de Forster Wallace. Quizás lo empecé en un mal momento, pero sinceramente me aburrió y hasta que dije basta.

Un libro que te gustaría haber escrito:

Grandes Esperanzas, de Charles Dickens. Tener la oportunidad, después de huir de la cárcel, de “salvar la vida intelectual de un buen niño”, y ver cómo la vida lo convierte en una especie de “niño rico sin bondad y generosidad”, es un gran tema.

Un libro que te gustaría que existiera:

No se me ocurre ninguno.

3 cosas que te gustan más que leer:

Más que leer, ninguna. Puedo decir tres que lo pueden igualar: una película, escuchar a Stravinsky y viajar.