David Silvestre presenta su primer poemario en solitario, Terror, una reflexión lírica sobre el colapso y la devastación cotidiana

El poeta David Silvestre (València, 1994) publica su primer poemario en solitario, Terror, editado por La Imprenta. La obra, se ofrece como una meditación sobre la vida contemporánea, el colapso del sistema y la descomposición emocional y social que nos atraviesa.

Terror no es solo un título, sino un canto cargado de una angustia palpable, una reflexión lírica que explora la sensación de asfixia provocada por las estructuras que los seres humanos hemos ido creando a lo largo del tiempo. Según el propio autor, la poesía que compone este libro surge del latido de alguien consciente de que vivimos una tragedia silenciosa, donde lo cotidiano se convierte en un escenario desolador, una realidad que solo quienes la habitan pueden comprender.

David Silvestre ha sido parte de varias antologías, como Última poesía crítica. Jóvenes poetas en tiempos de colapso (Lastura ediciones) y El que ens ve damunt. 30 reflexions de 30 poetes al voltant dels 30 anys (Versaletes). Con Terror, se consagra con una obra que ahonda en los temas de la devastación emocional y social, reflejando una realidad que nos toca a todos, pero que pocos se atreven a mirar de frente. Él sí que se atreve a confesar sus filias y fobias librescas.

Somos lo que leemos?

Es, al menos, una parte de lo que somos. Sin duda, lo que leemos nos define, pero también llegamos a estas lecturas por nuestras experiencias y, en este punto, todo se retroalimenta como un bucle. ¿Qué fue primero entonces? En las lecturas, la casualidad: el primer libro que cae en tus manos, los textos que te leen y te remueven… eso chispea por dentro e influye en las lecturas que vendrán después.

Un libro de tu infancia:

El gran libro de los animales, de Gloria Fuertes (Susaeta), fue mi primer acercamiento a la poesía y, fíjate, ha sido determinante en mi vida hasta ahora. Mis padres me lo leían antes de dormir, fueron ratitos que recuerdo con mucho amor.

Un libro de tu adolescencia:

Lo comentaba antes, he llegado a muchas lecturas clave en mi vida por casualidad. Con unos 10 años me ‘choqué’ con El gato negro y otros cuentos, de Edgar Allan Poe (Ediciones Generales Anaya). Por lo visto, mi tía Dolo lo olvidó en la caravana del camping donde veraneábamos. Me fascinaron esas historias de miedo como La caída de la casa de Usher’ El pozo y el péndulo o El entierro prematuro. Pero creo que me afectaron más las ilustraciones de Harry Clarke, esqueléticas y pegajosas, que acompañaban la edición.

Un libro actual:

Infancia es una fruta, de Edurne Batanero (Vaso Roto), ganador del Premio de Poesía Joven Vaso Roto de 2024. Lo he devorado este pasado fin de semana y he sentido muchos de sus textos como un espejo de mi propia infancia. Muy recomendable.

Un libro de siempre:

Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca, sin duda. Para mí es un libro infinito al que he vuelto y vuelto muchas veces. Lo leí por primera vez hace diez años y en una de las últimas lecturas me di cuenta de que, al lado de El rey de Harlem’ en esa primera vez, escribí: «Es justo lo que quiero hacer». 

Un libro por leer:

Diré dos porque son parte de lo mismo: La era del capital y La era del imperio, de Eric Hobsbawm (Crítica). Acabé de leer hace poco La era de las revoluciones, el primero de la trilogía, y ahora necesito cerrar el ciclo. La cosa es que ya no los venden por separado y he de comprar el pack completo.

Un libro que no pudiste acabar de leer:

Nunca es tarde, pero voy a decir Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres, de Irene Solà (Anagrama). Sé que es un libro muy especial y tiene todo para encantarme, además es muy cortito, pero ha podido conmigo las veces que lo he intentado, y van unas cuantas.

Un libro que te gustaría haber escrito:

Me tomo la licencia de decir un libro, pero también un poema concreto. Voy a ser redundante. Por un lado, Libro mediterráneo de los muertos, de María Ángeles Pérez López (Pre-Textos). Todavía no acabo de entenderlo y eso me fascina. Por otro lado, como poema, Recítate un poema, de Miki Garofalo. Pocos textos he visto funcionar mejor ante cualquier tipo de público a la vez que describen el bloqueo del ego por la escucha en el panorama poético base actual.

Un libro que te gustaría que existiera:

Existirá, pero no creo que lo vea. Me gustaría poder leer un ensayo histórico sobre lo que está sucediendo ahora y ver los hechos actuales con la misma templanza con la que se revisa el siglo XIX.