En verano, la imaginación, si se trata de alimentarse para refrescarse, se dispara y lo helado escala podios, pero ni en el más caliente estado de ensoñación podríamos imaginar un polo con la forma de una Venus de un bello color rosado, hecho artesanalmente con fresa, limón y jengibre. Y en el que además haya colaborado entre otros, un ilustrador para darle cara (Sergio Mora) y un artista fallero para darle forma (Paco Torres Josa).

Ella es La Venuseta una genialidad del pequeño obrador Helados Bayarri (en el paseo marítimo de la Playa de Puzol) que tiene una misión en su venta: recaudar 10.000€ para INCLIVA (Instituto de Investigación del Hospital Clínico y la Universitat de València), por eso el precio del polo (y su merchandising) va íntegramente destinado al donativo, un objetivo que se ha más que logrado en la primera semana de venta. La elección de esta fundación no es casual, María Jesús González (que junto a Gonzalo Bayarri, son la pareja al frente de la heladería) fue diagnosticada de cáncer de mama, y su doctor, Juan Miguel Cejalvo es el responsable del grupo de investigación de Biología de Cáncer de Mama del citado instituto.

La palabra “ciencia” caló hondo en la mente de María Jesús que es, también, artista plástica, y empezó a elucubrar la génesis de un proyecto solidario que nace de su propia historia de superación para ayudar en la investigación oncológica. Para ello disparó certera hacia un icono: “Pensé en la Venus de Milo, como símbolo de belleza clásica. En su caso, una belleza mutilada, ya que no tiene brazos. Si además le quitábamos un pecho, añadíamos un giro conceptual y simbólico a la figura. De este modo, también hacemos un pequeño homenaje a todas las personas que han sufrido la enfermedad y han pasado por el trauma de la mastectomía. La Venuseta visibiliza y reivindica otras bellezas más allá de los cánones”.

Al proyecto se unieron otras mentes creativas e inquietas como la agencia Rosebud para perfilar el concepto, el taller de diseño e impresión La Máquina para gestionar la imagen pública de la venus rosada. Y un artesano digital, Àlex Canosa Masllorens, que hizo posible la reproducción en moldes con avanzada tecnología de este atractivo polo con fines solidarios que es un cruce de caminos de historias personales y profesionales desinteresados dispuestos a colaborar. ¡Larga vida a La Venuseta!