Early Day Miners han vuelto. A los escenarios y al formato físico con un ep publicado por Acuarela. Y con ellos, sus pasajes de melancolía contemplativa en los que tan bien se han sabido mover siempre, yendo, bebiendo y viviendo en las fuentes del slowcore. Hablamos con su cantante y guitarrista Dan Burton sobre sus preferidos:
Una canción:
The Everyday World of Bodies, de Rodan.
Esta canción es una epopeya de más de 11 minutos que contiene adrenalina y construye enormes figuras con la guitarra. Siempre quise escuchar una versión orquestal de esta canción. Tiene un toque a Los Ritos de Primavera de Stravinsky. Son variaciones sobre un mismo tema. Jason Noble siempre será un héroe para mí. Nadie en el planeta podía silenciar una habitación como él con su grito. Afortunadamente, los vi varias veces en Louisville a principios de los 90.
Un disco:
Stars of The Lid (The Ballasted Orchestra, 1997).
Este disco me golpeó desde la nada. Estuve visitando a un amigo, en Austin, TX, durante una semana. Hubo lluvias torrenciales durante todos los días. Fumamos marihuana y nos apalancamos en su porche delantero, simplemente mirábamos la lluvia. Compré el LP por capricho, por la portada se veía épico y oscuro. Y, efectivamente, es un viaje sonoro muy profundo que se extiende a través de los paisajes del oeste de Texas hacia los bosques del noroeste de Twin Peaks. Enormes tonos glaciares. ¡Todavía escucho este álbum al menos una vez al mes y ha salido al menos más de 20 años!
Un concierto:
Bedhead. The Empty Bottle, Chicago. 1998.
Tuve la suerte de verles en directo en la gira de Transaction de Novo, el último LP de su carrera. Tocaron un set extralargo, hablaron muy poco con el público. Fue un espectáculo muy relajante. Se podían escuchar todas las complejidades minimalistas de su música. Después hablé con los hermanos Kadane (guitarristas de la banda) y fueron muy amables. Les pregunté sobre las influencias y me interesó saber que iban desde The Cars hasta Arvo Part.