Este sábado, 28 de septiembre, arranca el Aperitiver. Para los que aún estén más despistados que Rami en una concentración del Valencia, recordamos que se trata de un ciclo de conciertos acústicos organizado por Verlanga y Tulsa Café; que se celebrará todos los sábados, a las 20’00h, y que cuesta 3 euros la entrada con consumición (cerveza o refresco) incluido.
Julio Bustamante será el primero en subirse al coqueto escenario que han montado nuestros amigos tulseros. El músico valenciano (ojo, no hay que olvidar que también escribe y dibuja), acudirá con su alineación de gala (Montse Azorín, Carlos Carrasco y Lucas Balanzá), y aprovechará esta primera jornada Aperitiver para estrenar canciones nuevas. Bustamante, como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, está atravesando uno de sus mejores momentos profesionales gracias al reconocimiento del que está gozando su obra.
Sin embargo, no hay que olvidar que todo ello no sería posible si detrás de su figura no hubiera un buen cargamento de canciones llenas de esa sensibilidad mediterráneo-costumbrista que tan bien sabe reflejar. Desde los míticos «Cambrers» (1981) o «Salón Fujiyama» (1989) hasta álbumes más recientes como «Material volatil» (2005) o «Viento desatado» (2012), pasando por dos de sus cumbres creativas («Sinfonía de las horas» (1996) y «Entusiastas» (1998)), sus composiciones han estado plagadas de eso que él mismo llama una base negra y alrededor de la cual desarolla esa manera tan personal de contar (y cantar) historias. «Hago ritmos que sean bailables» reconocía en una entrevista en El País hace ya ocho años y fiel a esos principios, ha construido una carrera que, a pesar de los tiempos dulces que parece vivir actualmente, nunca ha tenido el beneplácito de una crítica (Juan de Pablos o Juan Puchades serían la excepción que confirma la regla) ciega y más interesada en otras propuestas.
Paseando por Valencia es fácil encontrarse con Bustamante. En una terraza, leyendo un libro, escribiendo unas notas, apurando un café o exprimiendo un cigarrillo. No parece que sea hombre de refugiarse en casa persiguiendo musas por los pasillos. Esa necesidad de sentir la ciudad y vivirla siempre se ha reflejado en sus temas. «No tengo ni idea de cómo he llegado a este momento / pero me siento feliz de haber llegado precisamente aquí», canta en «John Huston» (incluida en el disco «Lluvia cascabel», 2008). No sean perezosos y acompañenle este sábado. No se arrepentirán. A las 20’00h, en Tulsa Café, Benimaclet.