Román Piña siempre que puede muestra su admiración por los valencianos Señor Mostaza. Desconocemos si en esa conexión entre el escritor mallorquín (con libro nuevo, «El general y la musa», Sloper) y los musicos, tendrá algo que ver que el primero se licenciara en Filología Clásica en Valencia hace muchos años. O simplemente, que el talento de Luis Prado y compañía, no conoce fronteras.
1- Hay que ir a ese concierto porque siempre hay que ir a un concierto de Sr. Mostaza si tiene lugar en un radio de 200 kilómetros de donde estés tú dos horas antes. No se puede uno perder ni una ni media actuación de la posiblemente mejor banda de rock española de todos los tiempos.
2- Hay que ir porque quieres sentir esas cosquillas de felicidad en la cara, esa piel de gallina que sabes que se te pondrá cuando confirmes que es cierto lo que te han contado: que su directo es redondo, que Prado es tan brillante en el escenario como está obligado a serlo un autor de 50 temas tan enormes. Hay que ir pero odiaré a todos los que vayan, como odio con envidia letal a todos los malditos afortunados que ya han estado en conciertos de Sr. Mostaza. Porque yo no he podido aún ver un directo de estos genios.
3- Hay que ir y a ser posible de rodillas, dejándose la sangre y la piel hecha virutas por el camino. Id y preguntadle a Luis Prado si su canción “Dejar de ser yo” tiene algo que ver con mi novela “Stradivarius Rex” o con el poema de Oliverio Girondo “Transmigración”. Id y decidle de mi parte que si no viene a Mallorca a tocar pronto les enviaré un CD bomba con el hilo musical de Mercadona, o un DVD con una conferencia de Eduardo Zaplana. O una foto de una orgía con los Pecos y Mecano con todas las arrugas de sus “regresos inesperados”.
4- Hay que ir porque mi amigo Miguel Miravet ha confirmado mis impresiones, a saber, Prado es un genio. Qué gran suerte tener en esta tierra unos músicos tan grandes, que son capaces de hacer suyos y actualizar el sonido, el buen gusto, la honda de un pop señero: Beatles por aquí, Supertramp por allá, briznas del Queen más primitivo… Y encima armando esa buena música con letras graciosas, inteligentes y por supuesto originales. Qué alegría, por Dios, saber que hay talento ahí mismo, que la mediocridad que triunfa y vende e invade todo no ha conseguido acabar con el arte de verdad.
5- Hay que ir porque va a ser íntimo, porque Prado y Tamarit, dos y solo dos, demostrarán lo que todos sabemos: que sólo los buenos músicos salen indemnes de una cita a pelo, sin el camuflaje de una big band o la distracción de cinco gogós en bikini. Esta cita es para fans fatales que pedirán las canciones a la carta, pero qué envidia, cabrones, os odio, me dais todos los que vayáis a este concierto sin conocer a Sr. Mostaza, a descubrir con flipe inefable esta monstruosidad este sábado. Lloro de envidia. Qué suerte tenéis, amigos.