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Con su primer maqueta, «Malgrat tot», ESiR (Entre Soques i Rebrotins) se metieron entre los finalistas de los Premis Ovidi 2015 gracias a su pop luminoso de reminiscencias nuevaoleras. Este año publicaron su primer disco grande, «Florirem», en el que las canciones han ganado en matices, perdiendo algo de la inmediatez anterior. Siguen facturando melodías adictivas que resulta imposible no tararear y mezclando su base pop, sin absurdos prejuicios, con todo tipo de sonoridades.

¿Cómo surge ESiR? ¿Alguna experiencia musical previa?

A nosotras desde siempre nos ha encantado escuchar, bailar y hacer nuestra propia música. ESiR lo creamos un grupo de amigas sin ningún tipo de visión más allá de nuestro primer concierto en l’Agresmusiq. L’Agresmusiq es un concurso de música que organizó el Ayuntamiento de nuestro pueblo, Agres, por primera vez en 2012. La convocatoria nos vino divinamente para poder meternos en el mundo de la música y así empezar, ya de verdad, a crear nuestras canciones.

¿En qué medida el eclecticismo musical del grupo (hay una base pop, pero conjugada con todo tipo de sonoridad desde folk o soul hasta ska) puede estar marcado por la extensa formación del grupo?

En cierta medida, porque tenemos variedad instrumental y hay ciertas divergencias en nuestros gustos musicales, unas más hacia el folk, otras más para el ska, y algunas por el mundo de los cantautores. Como, normalmente, componemos las canciones entre todas, esta amalgama de gustos musicales se ve reflejado, sin ningún tipo de temor en nuetra música. Eso sí, mientras, la gente se preocupa por etiquetarnos en un estilo musical, nosotras vamos construyendo el nuestro propio.

¿Qué diferencias hay entre “Florirem” y “Malgrat tot”?

«Malgrat tot», sentimentalmente significa mucho para nosostras porque son las canciones que nos vieron nacer y nos hicieron crecer como grupo. Pienso que, a parte de la calidad de la grabación, en «Florirem» hemos mejorado con nuestro estilo musical, hemos hecho florecer ese árbol en el que crecimos y ya se empiezan a ver los frutos de nuestros cuatro años de trabajo.

Que en “Florirem” no se haya recuperado ningún tema de “Malgrat tot” hay que entenderlo como que este último no era vuestra demo sino vuestro primer disco o que teníais ganas de temas nuevos?

(Risas) Un poco de todo. No recuperamos nada por ambas cosas, teníamos ganas de cambiar y renovarnos pero también de hacer algo, en la medida de nuestras posibilidades, más profesional. Decimos que «Florirem» en nuestro primer trabajo serio, grabado en un estudio (ya que «Malgrat tot» lo grabamos en nuestro local de ensayo), y que aparte de eso refleja nuestro crecimiento como grupo, nuestra evolución como personas y nuestras ganas de seguir cantando a la libertad de las personas.

¿Por qué optasteis por un verkami para la edición del disco?

Cuando un grupo con poco caché decide grabar tiene pocas posibilidades ya que ha ido invertiendo el dinero de sus conciertos en comprar nuevos instrumentos o necesidades básicas del grupo, ya que se cobra muy muy poco. Cuando nos vimos en la necesidad de grabar teníamos dinero para hacerlo, pero no para pagar todo lo que un CD conlleva. Por eso decidimos pedir ayuda a todo aquel que le interesase nuestra música o que le apeteciera poner su confianza en nosotras y, sinceramente, estamos enormemente agradecidas con todos los que nos ayudaron. Fue, sin duda, una experiencia espectacular ver el gran número de gente que nos aprecia y quiere a nuestra música.

En el disco hay varias colaboraciones, ¿qué han acabado aportando cada una a las canciones en que participan y qué criterio seguisteis para elegirlos?

Algunas de las colaboraciones surgieron a mediados de la grabación como la de Juanjo en «Història d’un instrument oblidat» o la de Juanjo Jr en «No som princeses». Pero el trombón de Saül (Burumballa) o el violín de David (El Diluvi) en «Amor d’Iguals» se eligieron cuando compusimos la canción y le vimos potencial para que nos aportaran más instrumentalmente. Los dos músicos lo hicieron divinamente desde un principio y los elegimos a ellos por confianza y proximidad con Saül y por admiración con David, ya que El Diluvi siempre ha sido uno de nuestros grupos de referencia.

¿En qué medida creéis que vivir en la Serra de Mariola influye en vuestras canciones?

La Serra de Mariola es el alma de nuestras canciones. Siempre nos hemos sentido muy de nuestra tierra natal y eso se ve reflejado en muchas de las canciones. Eso sí, tenía una mayor presencia en «Malgrat tot» donde cantábamos más a cosas menos profundas, más terrenales. Pero conforme hemos ido evolucionando, nuestros orígenes se han ido difuminando en las letras y ya no se perciben tan fácilmente, pero ahí están.

¿Qué encontraríamos en vuestros mp3 si los cogiéramos ahora? ¿Tenéis algunos grupos intocables?

¡Gran pregunta! Pienso que con muchas nos sorprenderíamos. Siendo sincera, un grupo de ayer y de hoy que siempre tenemos en mente es La Oreja de Van Gogh, la que realmente nos hizo soñar con el mundo de la música son ellos (risas). Como gustos actuales uno de nuestros básicos son The Mamzelles, con las que nos vemos muy identificadas y a las que admiramos muchísimo desde el momento que las escuchamos por primera vez.

En “Som Així”, uno de los temas de “Malgrat tot”, cantabais “Anem caminant, poquet a poquet fent-nos grans”, ¿en qué medida se puede aplicar esa frase a ESiR?

Cuando ESiR empezó la mayoría éramos menores de edad, unas chicas de instituto con ansias de crecer. Pienso que esas ganas de que ESiR creciera se han cumplido, por un lado porque hemos crecido nosotras, y eso se ve de lleno en nuestras canciones, pero por otro lado porque como grupo también hemos crecido y tenemos muchas ganas de seguir creciendo y creando, así como mejorando y puliendo nuestras canciones y nuestro propio estilo musical.