Hugo Sierra no es un recién llegado y eso se nota en el proyecto que le ha pedido prestado el nombre a su apellido. Margarita o Prisma en Llamas así lo atestiguan. Siempre dando vueltas al formato canción, con mayor o menor grado de locura o pasión armónica. En las cuatro composiciones del único ep, hasta la fecha, de Sierra, luce ese equilibrio perfecto entre los pasajes oscuros y el fundamento melódico del pop, siguiendo la senda pegamoide o el legado de El Pecho de Andy y los primeros Golpes Bajos.
¿Cómo y por qué nace Sierra?
Fue un cúmulo de circunstancias las que me llevaron a empezar con Sierra. En un primer momento, como casi siempre, no tenía una forma concreta. Estaba en un momento bastante peculiar en mi vida en el que necesitaba entender muchas cosas. No soy bueno comunicándome con los demás y la música me sirve para intentar contar mis mierdas y que las pueda entender, sin esperar nada a cambio. Por un lado, quería hacer algo solo, también tenía en mente hacer un grupo con Lidia (Damunt) que ya teníamos pactado y por otro, estaba en un momento en el que no estaba tocando ni con Prisma en Llamas ni con Margarita y necesitaba salir a tocar por ahí. Con todo eso, me puse a escribir canciones por el placer de hacerlo y motivado por ese contexto que te digo.
Al firmar con tu propio apellido, ¿se puede considerar tu proyecto musical más personal, aunque en un principio la idea fuera hacer algo conjunto con Lidia Damunt?
Sí, en un principio quería que esto fuese para el disco que Lidia y yo habíamos hablado un día que íbamos a hacer. Pero es cierto que luego la cosa fue tomando forma y se convirtió en algo muy personal. Me motivaba mucho la idea de hacer algo con Lidia porque ella es la artista que más me gusta, la admiro bastante. Lo que me gusta de hacer música es que nadie me dice lo que tengo que hacer y con Sierra es perfecto.
Aunque tanto en Margarita como en Prisma en Llamas las melodías tenían su protagonismo, parece que en Sierra te decantas por líneas más directas, más pop, máslimpias y menos ruidista (aunque hay canciones como «Cadete» o «El primer amor del hombre lobo» de lo segundos mencionados que podrían encajar en su repertorio).
Yo me veo identificado en todas las canciones que he hecho en mi vida y creo que aunque sea con un grupo u otro, tienen una coherencia. Es cierto que con Sierra el resultado es menos experimental, aunque para mí lo es y mucho, ya que yo estoy acostumbrado a hacer canciones que vienen de la experimentación y el ruido y con Sierra me gusta que tengan unos pocos acordes, pero bien tocados y apoyados en una melodía de voz con bastante entidad. Es algo que empecé a experimentar con Prisma y que con Sierra lo llevé al siguiente nivel. Todavía me encuentro con gente que me recuerda canciones como «El primer amor del lobo» y canciones así, que cuando las oigo hoy en día me siguen haciendo sentirme orgulloso.
Ya que hablamos de ambos grupos. ¿En qué situación se encuentran Margarita y Prisma en Llamas?
Margarita dejamos de hacer cosas juntos, con la música, en enero. Y Prisma estamos en un parón indefinido hasta no sabemos cuando.
Hasta ahora, como Sierra, has editado un ep de cuatro canciones (publicado hace casi un año). En aquella ocasión, grabaste con Cristian Pallejà (Fred i Son) y Ferran Resines (Resines). ¿Por qué los elegiste a ellos? ¿Les diste muchas indicaciones de cómo querías que sonara el disco?
Ellos fueron los productores activos del ep. Sin su trabajo el disco sería otra cosa. Para mi fue la elección perfecta. Conozco a Cristian desde hace años, somos muy buenos amigos y me gusta mucho pasar tiempo con él y hacer cosas juntos. Tuve mucha suerte de poder grabar con ellos, creo que ahora mismo es de los estudios donde mayor frescura y buen hacer hay. Ellos me ayudaron a redondear bien los temas y a conseguir el sonido que yo quería. Yo les daba las indicaciones oportunas, pero creo que los tres estábamos muy involucrados y siempre coincidíamos en nuestras propuestas. Volveré a grabar con ellos para el Lp, eso seguro.
Es un disco de singles puros, las cuatro canciones son hits, un poco en la línea de esos primeros discos que aparecieron aquí en esos años ochentas a los que, musicalmente, tanto nos retrotaen tus canciones. ¿Buscas que todas tus canciones respondan a ese patrón?
No me ciño a ningún patrón al componer. Con Sierra me gusta intentar hacer canciones que sienta que no me chirría nada, que todo fluye con naturalidad y que me gustaría escuchar en cualquier momento. No he intentado hacer ningún ejercicio de estilo con estos temas, pero es cierto que las canciones llevan a un tipo de música reconocible. Pero a mí me gusta.
¿Te cuesta mucho componer? Da la sensación de que eres muy perfeccionista en ese sentido.
Lo de componer es un poco tormento para mí. Es cierto que soy muy perfeccionista y no me vale cualquier cosa. Además al escribir canciones tengo que meterme a fondo con mis sentimientos, que por norma general son bastante intesos, entonces me meto en zonas oscuras o muy sensibles, soy así de pringado. También se añade que no entiendo nada de la vida, entonces ya es cuando me siento muy perdido y de repente sale una canción y cuando me quiero dar cuenta, ya estoy metido otra vez en el bucle. Aunque parezca que soy un triste, todo lo contrario, me parto el culo de todo lo que me pasa, lo bueno y lo malo. Eso también es verdad. Le doy muchas vueltas a las canciones, hasta que no siento que la melodía, el arreglo, el ritmo, … está bien, no doy la canción por terminada.
Resulta curioso que las canciones del disco tengan cierta cadencia hacia sonidos oscuros (en la línea de The Cure, por poner un ejemplo reconocible), pero al mismo tiempo luzcan cierta luminosidad que linda con el surf. ¿Cómo consigues ese equilibrio?
Pues ni idea, la verdad. Me gusta mucho el sonido ese melancólico de esos grupos, pero luego me siento muy bien con sonidos como las guitarras con delay, me sale de manera natural. La mezcla de todas esas cosas y de cómo entiendo el ritmo también, supongo que define las canciones que hago sin hacer nada intencionadamente.
En «La chica del cohete» cantas «Él quiere ser original y ha copiado a la Velvet». ¿Hay que buscar una doble lectura hacia alguien concreto?
(Risas) Sí, por supuesto que va hacia alguien en concreto. Pero es algo tan personal que no lo voy a contar, la historia se acaba en esa canción para mí. Me hace mucha gracia que esa canción sea así.
La portada del disco fue obra de Manuel Donada. ¿Tuviste claro (Hugo también es ilustrador) desde el principio que no te encargarías tú?
Nunca hago portadas para mí, no me siento a gusto. Lolo es uno de mis mejores amigos, alguien a quien quiero de verdad. Él me conoce como a un hermano y su trabajo me parece único y fascinante. Le pasé las canciones y en unas horas había hecho la portada. Fui a su estudio y nos estuvimos riendo un buen rato de todo lo que había puesto allí. Como siempre.
Al margen de las cuatro canciones del disco, ¿cuántas más componen el repertorio de Sierra? ¿Haces alguna versión en directo?
Pues tocamos 4 canciones nuevas que tenemos y dos versiones. Una es de Psychic Tv que se llama «Just like Arcadia» y la otra es «When I’m with You» de Best Coast. Hice una interpretación en castellano de cada una. Pero las quitaremos del repertorio a medida que vayamos teniendo más canciones propias.