Shego.

8 canciones y poco más de 20 minutos para un debut es toda una declaración de intenciones. Si, además, en ese tiempo consigues mostrar una paleta sonora diversa y cohesionada, más aún. Es lo que han hecho Shego en Suerte, chica, publicado a principios de este 2023 por Ernie Records. Directas y sin miedo a jugar con los géneros, como reconoce Maite Gallardo en la primera pregunta que le hacemos a continuación.

Shego estarán actuando en València el próximo sábado, 11 de noviembre, en el Vibra Mahou Fest, compartiendo cartel con La La Love You, Varry Brava, Ladilla Rusa, Sexy Zebras y Niña Polaca.

Es un disco que estilísticamente es muy diverso, unidas las canciones por cierta energía / furia común a todas ellas. ¿Cómo fue el proceso de composición? ¿Qué pensabáis a medida que salían las canciones y cada una sonaba de una manera distinta?

Maite Gallardo: El proceso de composición y el de producción y arreglos fueron dos muy diferentes. Las letras y las melodías en su mayoría están compuestas por mí. Fue después cuando nos fuimos al local con esas ideas a estructurar las canciones para darles entre todas cohesión y un sonido que nos interesara y es cierto que cada una de ellas salió con una personalidad muy distinta, en parte por la esencia de la propia canción y también debido a la libertad creativa de un primer disco y estar buscando el sonido que más nos encajaba. Estuvimos preproduciendo con Diego Escriche que hizo un trabajo enorme de orden y cordura en tiempo récord. Después fue en La Mina con Raúl Pérez donde empezamos a vestir los temas y fue quizá la parte del proceso que más nos permitió jugar. A veces hubo momentos de duda cuando empezaban a sonar muy dispares pero teníamos la convicción de que este primer trabajo tenía que sonar así: directo, rico, sin miedo a jugar con los géneros para contar lo que queríamos.

8 canciones en poco más de 20 minutos. ¿Una declaración de intenciones?

Teníamos la broma y la intención de que todo tenían que ser singles. Queríamos un disco en el que no quisieras pasar ninguna canción porque todas eran un hit. Evidentemente eso es imposible, tanto por la inmediatez actual en el consumo como por los gustos personales de cada oyente. Teníamos claro que queríamos un disco que hablara de nosotras y de lo que supone el cambio de etapa entre edades, con su dolor, su alegría su ansiedad y sus experiencias nuevas, eso era lo más importante.

Como apuntabas en la primera pregunta, el disco (menos una canción) fue grabado en La Mina y la producción la firma Épona HD (Diego Escriche, de La Plata). ¿Cómo fue el trabajo con él? ¿Por qué le elegisteis?

Le elegimos porque conocíamos su trabajo anterior y nos resultaba una apuesta fresca pero experimentada. Nos parecía importante entendernos con el productor del proyecto y que el salto generacional no fuera excesivo, y algunas de nosotras veníamos de escuchar y adorar su trabajo con La Plata. Fue una muy buena elección, hizo un trabajo que era, prácticamente, imposible por tema tiempos, con un gusto y una profesionalidad alucinantes.

En el álbum colaboran Natalia Lacunza y Drummie. ¿Qué creéis que aportan al resultado final? 

Llevábamos tiempo queriendo trabajar con Natalia y venimos de un círculo de amigos bastante cercano, cuando tuvimos terminada la idea de «Qué voy a hacer», que a demás habla de un amor sáfico entre amigas y nos parecía que le podía gustar la temática, a nivel sonido creímos que podía encajar muy bien. Ella nos dijo que sí desde el primer momento. Con Drummie seguíamos de cerca el curro que hace con Rusia IDK y somos fans verdaderamente. En una recta final muy complicada por fechas límite hizo un trabajo redondo con «steak tar tar» en cuestión de días, un jefe total. Ambos aportan elegancia al proyecto y sobretodo convierten las canciones en las que participan en algo redondo, completo.

Como dices, Drummie colabora en «steak tar tar», una canción que os acerca al dance y de la que han salido varios remixes. ¿Qué tal la experiencia? ¿Seguirán Shego apuntando en esa dirección?

La experiencia fue genial y el tema nos encanta. Sí es cierto que no es nuestro sonido natural. Hemos descubierto que nos gusta jugar con elementos de la producción electrónica (samplers, efectos de voz, baterías electrónicas) pero tendemos más al sonido de banda de manera natural, lo perfecto sería un híbrido que resulte en un rock sin complejos a nivel experimentación.

Al principio decíamos que es un disco muy variado desde el punto de vista sónico, ¿cómo lo lleváis al directo? ¿Tiene una dificultad especial?

Cuando tuvimos que llevarlo al directo tuvimos un momento de pánico, pero tenemos mucha gente cercana que nos ayudó a hacerlo realidad. No dejan de ser secuencias lanzadas y un concepto menos punk de la movida: los in ears. Por lo demás, nada demasiado complicado.

¿Durante la composición de las canciones o la grabación teníais en mente algunos referentes (grupos, discos, producciones…) sobre cómo os gustaría que sonaran las canciones?

Teníamos ideas muy dispares, no había una unanimidad como sonido raíz, todas estábamos abiertas a las propuestas de las otras y fue muy enriquecedor. Nos fijábamos en Biig Piig, Willow Smith, St. Vincent, Cherry Glazerr, Sorry, los Stones…