Todo comenzó en un local de Ruzafa de cuyo nombre prefieren no acordarse. Allí se conocieron Lu Sanz y Ada Díez. La primera pinchando, la segunda pidiéndole canciones. Se hicieron amigas y como suele ser habitual en estos casos, intercambiaron música. Un día se empezaron a picar en sus respectivos facebooks con vídeos de grupos femeninos japoneses. Una cosa llevó a la otra y acabaron decidiendo dar vida a un recopilatorio de grupos de chicas (o con importante presencia de las mismas). Hits with Tits acababa de nacer. Un nombre que dejaba claro, desde el inicio, que actitud no les iba a faltar. «Queríamos llamar la atención con el título porque era un proyecto que sale de la nada y nos parecía una buena manera de hacerlo», aclara Lu. «Además ahí sale mi vena más combativa», matiza Ada, «A la fuerza nos han prohibido utilizar palabras como tetas o coño. Y aún está mal visto. Y peor que va a estar porque estamos volviendo a 30 años atrás». «Sí, tiene algo, también, de reafirmación», reconoce Sanz. «Como de decir: ¡pumba!, ponemos las tetas encima de la mesa» acaba puntualizando, entre risas, Díez.
Lu agita, musicalmente, la red con su estupendo blog Una piel de astracán. Ada es ilustradora y entre otras cosas, una de las cabezas pensantes del fanzine El Fresquito. Ambas son muy jóvenes para haber tenido en mente aquellos ep’s que editó Munster Records bajo el título «All kinda girls» y que recopilaban bandas de chicas de todo el planeta, pero sí se miraron en un referente más cercano. «El sello Gramaciones Grabofónicas tiene un subsello, Discos Walden, que en las Navidades pasadas sacó un recopilatorio «Cenizas y diamantes», que de alguna manera era lo que nosotras queríamos hacer», comenta Lu.
La convocatoria para participar en el disco fue un éxito, «al día siguiente ya nos contestó un grupo y ¡desde Argentina!. A partir de ahí, fue una locura. El mail ardía. No pensábamos que iba a tener esta repercusión», explica Lu. La idea era subirlo al bandcamp, «pero a mí los vinilos siempre me han encantado, me pudo la vena melómana y dimos el paso», sigue contando el 50% de Hits with Tits. Un meteórico crowdfunding les allanó el camino. Nunca habían editado un disco, así que poner en pie el proyecto se convirtió en un proceso de aprendizaje continuo. «Fue todo un poco ensayo – error. A medida que hacíamos las cosas íbamos aprendiendo y eso ha sido muy interesante» confiesa Ada. De hecho, cualquier detalle, por nimio que pudiera parecer, tenían que consultarlo, como bien ilustra la anécdota que comparte su compañera. «Recibimos tantas propuestas que nos gustaban y queríamos incluir, que tuvimos que averiguar cuantas cabían en un vinilo (risas) y lo paramos en 17 canciones”.
La mayoría llegaron a través del anuncio que habían hecho, pero otras las fueron a buscar directamente, poniéndose en contacto con algunas de sus bandas preferidas. « Había unos grupos que era clave que estuvieran en el recopilatorio como Chiquita y Chatarra o Terrier. Yo soy muy, muy, fan de Terrier. Que dijeran que sí, fue todo un honor», desvela Lu, que además añade: «En general, mandaban los grupos las canciones, pero hubo que hacer un proceso de selección. Por ejemplo, Joyaz nos enviaron una canción que nos gustaba mucho, pero tenían otra que pegaba más con el resto del disco. Y pedimos que nos la cambiaran”. Joyaz son, precisamente, una de las dos bandas extranjeras que aparecen en el álbum. Ellas son las argentinas que se pusieron en contacto el primer día. El otro grupo, desde Berlín, fue The Anna Thompsons. «Una chica del grupo, Ana Catalá, es valenciana, y su hermana vio uno de los carteles que colgamos en Ruzafa y le informó», explica Lu.
El resultado es un sugestivo disco en el que no sobra nada. «Dentro de una misma línea, ha quedado bastante ecléctico» (Lu). «Hay un vínculo que une a todos los grupos, aunque cada uno tenga su estilo propio. No todo vale porque haya tías. Que tengas tetas no te abre puertas para entrar en Hits With Tits« (Ada). Estribillos y actitud es lo que supuran cada una de las diecisiete formaciones. Hay garage melódico (Terrier) y garage a secas (The Anna Thompsons); pop chispeantemente ye-yé (Dúo Divergente); punk rock (Carmonas), punk gritón (HardCute Ukelele, Supergrupo 2) y punk surf (Pentina’t Lula); tecno elegante (Joyaz, Brigitte Laverne), after-punk pantanoso (Chiquita y Chatarra, Panty Pantera); shoegaze adictivo (Sangre, No Fucks); indie melancólico (Merylstreep); hard rock (Agoraphobia); pop poliédrico (Las Desnortadas vs Raúl Querido) y folk-pop lofi (Wendy GlasSex).
A los diecisiete grupos hay que sumar las diecisiete ilustradoras que han formado parte del proyecto: Elena López Lanzarote, Elena Mir, Gogals, Inma Lorente, Laura Castelló, María Herreros, Miriam Persand, Zuka Gola, Carla Berrocal, Ana Galvañ, Bea Bascuñán, Clara Soriano, Cachete Jack, Marta Pina, Raquel Aparicio, Las Rómulas, Amaia Arrazola y la propia Ada Díez, responsable de la portada «serigrafiada, a dos tintas, para mezclar un poco el ahora y el pasado. Volver al espíritu de los 90 que está tan de moda», explica ella misma. Para esta selección se siguió el mismo criterio que para la parte musical. Y también el objetivo era similar: mostrar cierta coherencia a partir del trabajo personal de cada una. «Las mujeres somos capaces de crear personajes reales, personajes redondos, independientemente del sexo que tengan. Tenemos muy claro cómo son los masculinos porque la sociedad ya se encarga de imponertelos, pero a los hombres les cuesta crear personajes femeninos», puntualiza Díez.
Es inevitable pensar que al margen de la lectura musical y gráfica, puede haber otro mensaje detrás de Hits with Tits. Lu resuelve la duda en un instante: «Es un proyecto musical. Después la gente que saque las lecturas que quiera. Hay muchas lecturas en este proyecto. No lo negamos. Sí, reivindica que las chicas hacen música, muy buena música, pero luego repasas los carteles de los festivales y están todos llenos de grupos de tíos. Pero como digo, ante todo se trata de un proyecto musical». Un proyecto nacido, difundido y que dio sus primeros pasos en internet, pero que ha acabado en un formato físico. «Para nosotras es, por decirlo de alguna manera, como una buena conversación, en un bar, con los colegas y unas cervezas. Un trabajo serio, pero con espíritu gamberro y mucho del háztelo tú mismo. Somos muy hedonistas. Queremos disfrutar de la vida y para conseguirlo, la música es muy importante», acaba apuntando Ada.
¿Habrá un segundo volumen? Lu y Ada se miran con complicidad, sonríen con un gesto que no puede ocultar que se les amontonan los proyectos en la cabeza. Al final, casi al unísono, y atropellándose una a otra, risas mediante, contestan: «Seguro que van a haber más volúmenes y no repetirá ningún grupo».