Las Bajas Pasiones forman parte, junto a la vedette contemporánea Liz Dust, el actor y comediante Eduardo del Olmo, las performances del Colectivo Drag King España y la activista Norma Mor acompañando el espectáculo de Flamenco Queer, del cartel de la tercera edición del Vihsibles Festival (CCCC, viernes, 23 de octubre, 18h-20.30h / 21.30h-0.00h). La periodista especializada en sexualidad Noemí Casquet será la maestra de ceremonias.
El certamen (gratuito previa inscripción), organizado por el Centre del Carme Cultura Contemporània y el Comité Antisida de València, busca «visibilizar la salud sexual y el VIH desde una perspectiva preventiva, inclusiva y transformadora para las personas. Un año más, el lema del festival es I = I (en inglés U=U), una ecuación basada en criterios científicos aplicable también en lo social, para romper con los mitos relacionados con el VIH. ‘Indetectable = Intransmisible’ quiere decir que las personas con VIH, que tienen carga viral indetectable están saludables y no pueden transmitir el VIH a otras personas».
Esta será la primera vez que Las Bajas Pasiones actúen en València. Con dos álbumes a las espaldas (Bichx Rarx de este 2020 y Rizomas salvajes de 2018), su propuesta va más allá del electro-rap-queer con el que (tan bien) se les define. Ritmos urbanos en el sentido más amplio de la expresión, ese que mezcla el reguetón con el hip hop y busca las complicidades sonoras latinas, letras trabajadas que cuentan historias al tiempo que denuncian y dinamita para los directos como Ya no hay miedo, Todo lo que pasa es nuestro o Tengo tantas ganas. Todo eso sin olvidar La mataron, canción mayúscula, un himno.
Las Bajas Pasiones son tres: Trsty, Edu Libra y Toni Taboo. Y los dos primeros contestan nuestras preguntas como si fueran uno.
Las doce canciones de vuestro disco Bichx Rarx aparecen marcadas en spotify con la «E» de letras explícitas. ¿Que sea así refuerza, paradójicamente, la necesidad de que sigan siendo así?
Puede ser, es verdad que a veces cantamos algunas letras en las que salen palabras que igual no son para todos los públicos, pero en eso hay mucha hipocresía, por que si es cantado por un hetero, igual nadie ve nada raro que pueda utilizar expresiones más sexuales. Esto demuestra que aún queda mucho por hacer.
¿Qué diferencias hay entre este Bichx Rarx y vuestro primer disco, Rizomas Salvajes?
Hay una evolución en cuanto a sonido sobre todo, ya que nos acercamos más a lo urban. Algunas veces nos han dicho que hay una actitud política más contundente, pero creemos que esto está en los dos, aunque de distinta manera.
Escuchando vuestras canciones se tiene la sensación de que esa libertad que defendéis es extrapolable a vuestra música, donde nos cerráis a ningún tipo de ritmos o sonidos.
Sí, lo has clavado (risas). Con la música queremos derribar esos límites también, no encasillarnos en nada, y poder hacer lo que en cada momento nos fluye, o nos inspira.
¿El baile facilita que las reivindicaciones de vuestras letras lleguen más fácilmente a la gente?
El baile es el canal transmisor del disfrute, de que te llegue la música no solo por la letra, o el mensaje…el cuerpo recibe la info de otra manera, y la letra refuerza esa actitud de vivenciar las cosas no solo con el intelecto.
¿Cómo surgieron las colaboraciones del álbum?
Las colaboraciones son gente que escuchamos, o admiramos de alguna manera, algunas de ellas un sueño hecho realidad, y todas tienen algo de comunidad, en la música y en el cambio que queremos. ¡Les tenemos mucho cariño a todas! ¿Te imaginas un festival donde estemos junto a Tremenda Jauría, Nept1, Zoo, Chocolate Remix y Bittah de Tridabe, Grammo Suspect y Fera? ¡Sería una fucking gozada!
¿Cómo son los directos de Las Bajas Pasiones?
La gente suele decir que los conciertos son explosivos, que es muy diferente a los discos, y en eso nos damos cuenta que acabamos llevando al extremo las canciones, subimos el BPM y acabamos gritando. Nos gusta ir cambiando las canciones, y suelen tender hacia el baile, en general porque nos vibra así, y nos mola darlo todo en cada tema.