Llum

«Llum y la revuelta emocional» Llum (Jabalina)

Habría que empezar a hacer más caso a los títulos de los discos y no pensar que cayeron en las portadas por obra y gracia de algún fenómeno metereológico o la ocurrencia chistosa del músico de turno. El ep de Llum (con el que se cierra la colección Dedicatessen de Jabalina) es el mejor ejemplo. Tres canciones que basan todo su atractivo y razón de ser en las emociones. Siendo estas descritas por melodías saltarinas o acogedoras baladas. No importa.

La música de Llum da la sensación de estar, permanentemente, viviendo en un musical, con toda la gama de sonoridades (y estados de ánimo) que ello supone y los giros y variaciones rítmicas que implica. Puede que sea aventurado afirmar que Jesús Sáez tiene ese tempo vital (hay baterías de la época de Polar que así lo pueden hacer creer como las de «Home» o «Charming Hotel»), pero lo que no puede negar es que cuando se pone a componer milita, enfervorecidamente, en ese bando. Y, como ya demostró en «Limelight» es lo mejor que nos puede ocurrir.

«The Year That I Grew Old», ese elegante crescendo que se va dibujando y al que la voz de Carolina Otero multiplica su sentido fílmico, suena como si Vincente Minnelli hubiera empezado a dirigir ahora y juntara a Dean Martin, Yo la Tengo y Nancy Sinatra en su banda sonora. «The Fault That I Feel» recupera al Llum más introspectivo, aunque en esta ocasión huye del patrón clásico de crooner para acercarse a paladines del romanticismo actual como Jens Lekman, Stephin Merritt, Jarvis CockerNeil Hannon, sin dejar de mirar al Elvis Presley más meloso. «Sara dice» cierra con convicción, vigor y un abrazo a la Velvet Underground (bonito homenaje póstumo a Lou Reed), un disco que parafraseando, libremente, a The Smiths, mantiene viva una luz que nunca se apaga.

Foto en portada: Nadieshda.