En los años noventa empezamos a viajar casi todas las semanas a Francia. No fue cosa de Ryanair, sino de Green Ufos. Y nada de aviones, con canciones. La distribuidora sevillana tomó el pulso a la escena gala y fue editando los discos de Dominique A, Da Capo, The Little Rabits, Françoiz Breut, Katerine, Czerzinsky, Coralie Clement o Erik Arnaud. También los de Diabologum. Lo suyo eran los rasgueos hirientes, la distorsión obsesiva y opresiva, la experimentación sin alforjas, la aridez sonora, el cum laude sonicyouthiano. Y al fondo de aquella tormenta, a veces muy al fondo, un atisbo melódico que a modo de cemento compactaba todo.
Al frente de aquel grupo estaba Michel Cloup que, cuando plegaron velas, formó Experience, donde mantuvo el decálogo de su banda anterior, pero añadiendo más samples, fraseo hiphopiano y en algunas ocasiones más tonelaje y densidad. Y de nuevo, como siempre (también, por supuesto, en aquel efímero proyecto llamado Peter Parker Experience, donde invocaba a The Velvet Underground o The Jesus and Mary Chain mientras dedicaba una canción a Daniel Johnston), las melodías reclamando su lugar mientras jugaban al escondite.
Después de algunos duetos y colaboraciones, Cloup decidió, como cuenta en su propia web, ser «el único patrón a bordo de un barco que necesitaba dejar a la deriva». Firmando con su nombre y con el propósito de seguir haciendo canciones bajo la máxima de la incomodidad, hacia él y hacia los demás. En ese (no tan) nuevo camino el año pasado publicó una enormidad de disco, Backflip au-dessus du chaos, una bola de fuego que aúlla y se mueve frenéticamente en todas direcciones. Ojo, lo dice él. Un rompecabezas que parece trasplantado de su cerebro a los surcos del álbum. Inabarcable, grandioso, violento, apabullante e inquietantemente post-pop a veces. Descuartizando el noise, jugueteando con la electrónica, con guitarras dopadas de clembuterol, esprintando hacia adelante sin tener la certeza de llegar a una meta.
Michel Cloup lo presenta en formato trío este domingo, 5 de febrero, a partir de las 20h, en la sala Jerusalem.