Papada. Foto: Sonia Díez.

Papada son tres, pero van todas a una. Están aquí para divertirse y hacer lo que les da la gana. Sea tocar instrumentos que no solían hacerlo, driblar cualquier etiqueta sonora o contestar al alimón esta entrevista.

Ellas son Lourdes Casany (Triste y Gorda, Polonio, Wallace, Dwomo, Sempere, Els Jóvens, Petit mal, Rick Treffers, El Ser Humano, Bledes), Ana Agustí (Loop, Cajetilla, Wallace, Sempere, Sex Navarro, Paper moon) y Sandra Ferrer (Triste y Gorda, Farmerbirdie, Sancristóbal, Velocista, Polonio, Wallace, Sempere, y colaboraciones con Euro Trash Girl, Llum, Soledad Velez, Néstor Mir) y acaban de debutar con Sí, gracias, un EP de cuatro canciones adictivas, para escuchar en bucle, en el que se suceden los ritmos funkys, la electrónica eufórica, los pasajes narcotizados, el soul vaporoso, el synthpop bajona y sincopado… cerrándose con esa maravilla titulada «Perfecto», que arranca como si fueran un girl group de los sesenta, muta en ritmos discotequeros en los que es fácil imaginar a unas Baccara negras, para regresar al inicio certificando lo acertado del nombre del tema, extensible a todo el disco.

Ya dijistéis cuando publicamos la primera canción de adelanto del EP que con Papada salíais de vuestra zona de confort.

Pensamos que sería muy divertido hacer exactamente lo que nos diera la gana, sin limitaciones de estilo y sin pensar en qué se podría esperar de nosotras. Por eso decidimos salir de nuestros roles habituales, tocar instrumentos que normalmente no tocamos y experimentar en cada ensayo convirtiendo el proceso creativo en el centro de atención en vez de tratar de hacer canciones con la estructura típica o ancladas a un estilo. Lo único que teníamos claro es que veníamos a jugar y a pasarlo bien.

A pesar de ese «alejamiento» de vuestras experiencias musicales previas, sigue habiendo algo muy presente en vuestras canciones: las melodías.

Las melodías, para nosotras, son fundamentales. Existen canciones en la historia que realmente solo son una buena melodía o un buen riff. Una buena melodía te engancha, te resuena y te persigue. Por eso cuando sale algo así en el local no lo dejamos escapar. Armonizar melodías es otra de las cosas que nos encanta porque puedes darle otro color, otra intención y otra dimensión a la melodía principal. Además, ya habíamos cantado juntas en otros proyectos como el de Sempere o Wallace.

El EP es muy variado estilística y musicalmente, pero mantiene una unidad sonora, no son canciones sueltas que han sido juntadas sin más, sino que hay como un hilo invisible que las une al tiempo que mantiene la personalidad de cada una.

Es cierto que las canciones del EP son muy distintas y eso se debe en parte al hecho de que el proceso creativo es in situ. Es decir, que depende de lo bien o mal que estemos cada día o de la química que exista ese día entre nosotras. Sin embargo, durante el proceso de grabación quisimos darle intencionadamente un mismo empaque a los temas. Para ello elegimos una serie de sonidos para las bases, los sintes, así como efectos para las voces. Lo concebíamos dentro de un todo, puesto que formaban parte del EP, con lo que tenía que tener cierta coherencia. En esto la labor de Jordi Sempere, claro, es importantísima, puesto que, aparte de entender nuestro adorable caos, ha hecho posible todo esto.

Ya habéis apuntado algo en la respuesta anterior, pero ¿cómo surgen vuestras canciones?

El proceso creativo teníamos claro que queríamos que fuera conjunto y sin ideas preconcebidas. Decidimos que ninguna traería una idea de casa sino que crearíamos en el local tanto la música como las voces y las letras. Todas aportamos y tratamos de dar luz verde a las ideas del resto, si no cuadra siempre tratamos de darle una vuelta. A veces todo comienza con una frase de Lourdes y otras simplemente empezamos a improvisar y surge algo que nos emociona y le damos vueltas hasta que conseguimos lo que queremos. Nos dejamos llevar mucho por el momento por eso hay días en los que no sale nada y días que salimos del local con un tema prácticamente hecho. Por supuesto, en el estudio las ideas de las que partíamos han ido mutando gracias en parte a las posibilidades que da un estudio de grabación en cuanto a sonidos y texturas y en gran parte a la aportación de Jordi Sempere, nuestro productor.

Las letras se caracterizan, en general, por la repetición de algunas estrofas y por su humor crítico. ¿Qué importancia tienen para vosotras?

Las letras son de Lourdes y pensamos que definen muy bien el espíritu de Papada. El humor y tomarse las cosas poco a pecho son clave en Papada. Reírnos del drama y boicotear con chorradas nuestras propias canciones también nos gusta.

¿Quiénes han colaborado en el EP y qué importancia han tenido en el resultado final?

Ha colaborado activamente en la producción Jordi Sempere, que además ha tocado guitarras, sintes y programado bases. Digamos que sin él, este EP, sería otra cosa, quizás un sueño, una ilusión o un postre de crema y dulce de leche. El diseño e imagen de Papada es obra de nuestra querida e inigualable María Gómez-Senent.

Sí, gracias ha salido solo en formato digital, ¿habrá edición física en un futuro?

Sacar EP físico no está en proyecto, pero es algo que no descartamos por puro romanticismo y amor propio también. Nos encantaría claro, en un precioso vinilo que nos represente. Algo amanosito y bello.

Las canciones de Papada invitan a ser bailadas, algunas de manera más directa y otras puede parecer que menos, pero siempre les recorre esa sensación ¿Os interesa esa posibilidad?

¡Nos interesa mucho! Nos encanta la idea de ver bailando a la gente con nuestras canciones. Sí, ¡eso! Bailando y comiendo y haciendo muchas cosas a la vez. Sería maravilloso, la verdad, que incitara a la gente a bailar, a pasarlo bien, a corear… a celebrar. Al fin y al cabo, Papada nació para el disfrute y esparcimiento.