Volem els ponts es el segundo disco largo de Atlàntic y el ganador del Premi Ovidi al mejor álbum pop del año. Un trabajo, ahora sí íntegramente cantado en valenciano, que puede presumir de robustez y frescura a partes iguales, pop de guitarras que no renuncia a la energía y que sabe pellizcar con esa pátina de melancolía satisfactoria tan característica del power pop. Melodías omnipresentes, a mayor o menor velocidad, con mayor o menos luinosidad, que van calando con cada escucha, y que uno se sorprende proyectando hacia vivencias propias. Pero nadie mejor que ellos mismos para hablarnos del disco, tema a tema:
Somos Josep (Bartual) y María (López), y junto a Thomas Mantovani y Fran Mesado formamos Atlàntic. Somos una especie de spin off de Moonflower, nuestra otra banda, pero con el paso de los años el proyecto se ha ido consolidando, adquiriendo fuerza, carácter propio y valor. Hacemos pop porque amamos las melodías y los estribillos, aunque siempre aderezado de una buena cantidad de guitarras. Volem els ponts llega después de prácticamente cuatro años de latencia musical. Estábamos dispuestos, pero no siempre llaman a la puerta. Sin embargo seguimos haciendo canciones porque nos encanta lo que hacemos. Un amigo nuestro dice que con este disco hemos hecho lo que nos ha dado la gana y tal vez ese sea el motivo por el que todo el mundo esté hablando tan bien de él. Nos sentimos enormemente agradecidos por ello. Verlanga nos pidió que analizáramos, una a una, las canciones de nuestro segundo largo y no dudamos en desnudarnos. Eso sí, ¡cierren la puerta que hace frío!
1- Orgàsmica
(Josep) Puede que sea nuestra canción con más ecos de Weezer o Fountains of Wayne, por la contundencia y por la melodía. En el riff rockero del tema traté de poner un arreglo de guitarra solista, pero María y Thomas querían que sonara macarra 😁, así que la moción se desestimó en el ensayo. En cuanto a la letra, se inspira en una historia real, una noche con fuego en las miradas y máximo deseo carnal, y que un aguafiestas trató de estropear. Fracasó estrepitosamente. A dos semanas de su estreno decidimos encargar un videoclip a contrarreloj. La gente de Crisof Productions en lugar de enviarnos a tomar por saco, se aplicaron con mucho gusto y crearon justo lo que transmitimos en nuestro guion. ¡Nos encanta el resultado!
2- No és perfecte
(Josep) Otro tema que arranca con un riff poderoso. Improvisar en el local de ensayo ha sacado de nosotros la vena más power. Musicalmente me transporta a pasajes sonoros que me recuerdan a Nueva Vulcano, aunque en realidad no tenemos mucho parecido a ellos. Fran (nuestro otro guitarrista), que escuchó la canción a posteriori, nos dijo que el final del tema le recordaba a esos ritmos festivos de Nada Surf. La letra habla del amor, de cuando una persona arrastra a otra a la felicidad, aunque alcanzarla suponga superar ciertas barreras. Y sobre todo, que el amor no es perfecto, pero esa imperfección lo hace único e irrepetible.
3- L’ambulància
(María) Un ostinato con el bajo, que parece ignorar aquello que tocan los demás y sigue implacable. Thomas improvisó un ritmo sobre él y Josep empezó a tocar y cantar. En poco tiempo la canción estuvo lista, a falta de la letra. Josep preguntó si teníamos sugerencias sobre la temática y le dije que sin duda tenía que tratar sobre una ambulancia, porque el bajo sonaba como ella. ¡Y lo consiguió!
(Josep) Una de las últimas canciones que compusimos. Cuando el disco parecía que iba a tener ocho canciones, entonces apareció L’ambulància y nos contagió su inmediatez. Os comento la letra… Una vez teníamos el título de la canción a partir del riff de bajo de María, el texto salió rápidamente. Es todo ironía, escrita desde la perspectiva de un ‘hater’ que eleva a la categoría de ‘conflicto de estado’ cualquier pequeño cambio en las calles de su ciudad, como las peatonalizaciones, los carriles bici o las hierbas que crecen en los alcorques. Hacer una canción de tu ciudad es difícil, sobre todo si amas vivir en ella, con sus defectos, virtudes y contradicciones.
4- En ta casa
(Josep) Recuerdo que fue una de las primeras composiciones del disco y en este caso el que quiso «complicar» un poco la cosa fue Thomas, ya que el cuerpo le pedía adelantar el segundo compás del estribillo, un recurso muy chulo de la batería que, al menos a mí, me costó asimilar. La letra habla de dos valores importantes, la constancia y la educación, y lo cómodo que es caer en tentaciones y elegir el camino fácil. Guillermo Sanz le sacó lustre en el estudio de grabación y la hizo brillar.
5- Pam i mig
(María) Es una historia sobre cómo hay cosas que pueden distanciar a las personas, por mucho que ellas intenten mantenerse unidas. Y cómo podemos llegar a enterrar nuestros sentimientos en estas situaciones, de manera que llegamos a normalizarlas. Josep hizo un ‘loop’ de guitarra espectacular y el bajo sigue una línea juguetona que se pega inseparable al bombo de Thomas. El final de la canción le da una vuelta de tuerca, dejando fluir el ritmo hasta que se acaba.
(Josep) Pam i mig es la última canción que hicimos para el disco, un poco ya sobre la bocina, pero nos gustó tanto que había que incluirla. Algunos han comentado que en realidad son dos canciones pegadas, pero lo que pretendíamos era darle un giro inesperado. El ritmo de bajo fue clave para darle la cadencia que tiene el tema, es como hipnótica. Y para mí la letra de María es una de las mejores del disco, habla de la paternidad/maternidad desde un punto de vista que pocas veces se comenta.
6- En tot el cor
(Josep) Fue el primer tema que compusimos y juega con partes que suenan más Teenage Fanclub y otras donde predomina la oscuridad. La canción explota al final con una especie de grito de lamento: ‘Si és amor, no vam poder resistir-ho, una punyalada en tot el cor’. La letra habla de un problema que, desgraciadamente, cada día es más frecuente. De aquellas personas que lo dan todo en una empresa durante su larga vida laboral y un día los dueños y sus fieles consejeros delegados deciden mandarte a casa cuando las ganancias nos les dan para cambiarse de coche de lujo. Esa frustración de haber dado una vida a cambio del desprecio más absoluto.
7- Lluna
(Josep) La verdad es que con Lluna tuvimos algunas dudas. Es una canción sencilla, directa y parca en arreglos; esa sencillez nos echaba un poco para atrás. Finalmente decidimos incluirla en el disco y tras grabarla, estamos convencidos de que fue una de las mejores decisiones. De hecho, para mucha gente está entre sus favoritas. La letra habla de quienes pierden el miedo a hacer lo que siempre han querido hacer, de revelarte y luchar por aquello que te hace feliz.
8- Antoni Suchard
(María) Improvisamos a partir del riff de bajo y salió prácticamente toda la canción del tirón. Josep cantaba «wachi wachi», palabras inconexas porque aún no teníamos letra. Pero entre ellas, vete a saber por qué, repetía «Suchard» de vez en cuando. Le pedí hacer la letra y llamarla Antoni Suchard, un tipo que se dedica a hacer feliz a los demás gracias a su gran talento como maestro chocolatero (porque, ¿qué puede hacer más feliz a la gente que el chocolate?) pero, al contrario de lo que pueda parecer, es un ser totalmente infeliz en su vida personal, hasta el punto de cuestionarse su existencia y querer acabar con todo. La historia, a posteriori, pareció ser una premonición en un caso que vivimos de cerca.
(Josep) Para muchos, también para nosotros, el hit ‘oculto’ del disco. Ese estribillo de puro power pop se contagia y es imposible sacárselo de la cabeza. Los coros de María son espectaculares.
9- Volar el ponts
(Josep) Es la canción que da nombre al disco, aunque al final le cambiamos el tiempo verbal para generar un doble sentido sugerente. Volem els ponts, es decir, ¿es necesario tender puentes en esta sociedad cada vez más polarizada o lo hacemos saltar todo por los aires? Que cada uno elija su final… La canción denuncia cuando nos convertimos en cómplices de un sistema que genera desigualdades, en el que todos fingimos vivir la mar de bien. En cuanto a la música, a mí me sugiere la profundidad de grupos como Pedro the Lion, también porque suena muy cristalina, pero nuestro productor, Guillermo Sanz, estaba entusiasmado con el arreglo de la guitarra eléctrica, que comparaba con Red Hot Chili Peppers.
10- Viatjar amb tu
(Josep) Es la favorita de María, quizá porque su construcción está más cercana a las composiciones de Moonflower que las que tradicionalmente hacíamos con Atlàntic. Pero Atlàntic no quiere ponerse barreras y disfrutamos también mucho con esas sonoridades. Guillermo Sanz comenzó a mezclar el disco con esta canción y ya desde el primer momento percibimos que iba a molar mucho. La letra habla del amor como combustible y para nosotros no hay mejor medio de desplazamiento que la bici, con la que hemos hecho viajes increíbles en familia, sin nada más que una tienda de campaña y nuestras ganas de disfrutar de largos días de pedaleo.