Soy Amparo Ferrando, periodista en permanente mutación adaptativa. Me gusta la cultura en sentido amplio y la buena vida como ideal y práctica cotidiana. Se hace todo lo que se puede para cultivarla, lo que implica darse homenajes en ocasiones y la mayoría disfrutar de lugares ricos y sencillos de menú como La Vendimia en calle Císcar, un sitio particular y entrañable para mí, o Al-Paladar en Benimaclet. Difícil elección pero ahí van los 3 favoritos:
1.- Central Bar (Mercado Central)
Como resumen de los cuatro sitios que tiene Ricard Camarena en Valencia; me encanta su trabajo y su manera de crecer. La visita a su Gastronómico me hizo llorar. Es fácil y accesible en cualquier momento, en medio de un lugar maravilloso como el Mercado Central, y con platos que varían por temporada. Me resulta difícil resistirme a los buñuelos de bacalao, las croquetas de pollo rustido, la ensaladilla, o el conejo al ajillo.
2.- L´Alquimista (Calle Luis Santángel,1)
Hasta que lo conocí nunca hubiera imaginado poder comer tanta pasta, tan diferente y tan sabrosa. Todos creemos que conocemos la comida italiana porque está en todos sitios, pero aquí te das cuenta de lo mucho más que es. Mejor ir a mediodia para no tener que limitarse y entregarse al placer de su menú degustación, asequible y delicioso. Me gusta que el local sea diminuto (5 mesas) y el trato familiar, con sugerencias del día que pides sin saber qué son exactamente, pero que nunca fallan.
3.- La Genuina (Ctra. Río, 283)
La paella valenciana que más me gusta, y no está hecha por nadie de la familia, se sirve en esta barraca de Pinedo. De sus entrantes me quedo con las alcachofas, en temporada, y la titaina, un plato que bordaba mi madre, que desgraciadamente no es tan habitual de las cartas valencianas, que más bien son un poco repetitivas (puntilla, pescaditos & co…).
Este artículo fue originalmente publicado en el numero cinco de la newsletter Paladar que, todos los jueves, llega al correo de sus suscriptores. Para apuntarse gratuitamente ir aquí.