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Ilustración: Paladar.

El verano. Los hábitos cambian, las comidas cambian, nuevos productos de temporada llegan a los mercados con el calor. Y las recetas se vuelven despreocupadas, más rápidas y frescas. Pero ¿qué ocurre en el resto del mundo? Paladar de Verlanga viaja a Japón y a México para ver qué se cuece, y qué costumbres culinarias podemos adoptar cuando el mercurio sube y las ganas de cocinar bajan.

¿Qué se come en Japón cuando llega el verano?

En Japón, nos cuenta, Nahoko (nacida en la ciudad de Toyonaka, Osaka, profesora de cocina japonesa y experta en catering en Valencia), «todo el mes de junio llueve mucho, día y noche. Hasta el 7 de julio no cambia el clima. La llegada del buen tiempo se celebra bañándose en el mar, con barbacoas, yendo en barco a los restaurantes de la zona norte de Tokio, o en Kyoto comiendo en los restaurantes de la orilla del río. El 13, 14 y 15 de agosto es como el 1 de noviembre aquí: se va al cementerio para honrar a los antepasados, y se hace una comida familiar que es una de las fiestas más importantes del calendario japonés junto a la de enero».

¿Y la comida? «En verano se disfruta mucho el Kakigori que son trozos de hielo con sirope natural de fresa, menta… muy parecido al granizado». Una especie de helado de nieve, que se prepara delante del cliente con unas máquinas especiales (de aspecto retro y ciertamente bonitas) que raspan el hielo, una opción refrescante y 100% natural. «También se come Somen, unos tallarines que no están calientes porque llevan el caldo frío». Los escasos milímetros de grosor de esta pasta de trigo los hace ideales para sumergirlos en el caldo que incluso se puede enfríar con hielo. Una tradición veraniega derivada son los Nagashi-somen que consiste en lanzar los tallarines por una caña de bambú con una corriente de agua y demostrar la pericia cazándolos con los palillos.

«Y otra comida típica de verano son los Hiyashi chuka, se trata de unos fideos ramen pero enfriados que llevan encima una tortilla francesa muy fina (tamagoyaki), cortada a tiras, y van acompañados por pepino, jamón york… El aderezo es una salsa agridulce con vinagre de arroz, soja, azúcar, sésamo y topping de alga nori». Unos noodles acompañados por ingredientes muy coloridos, un plato sencillo de reproducir a la valenciana.

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Ilustración: Paladar.

¿Qué se come en México cuando llega el verano?

Michel Resendiz nació en el Estado de Michoacán y vivió mucho tiempo en Tijuana. Pero lleva casi 10 años en Valencia y desde hace uno con La Despensa de Frida (en el Mercado de Ruzafa) se ha especializado en productos 100% mexicanos: chile fresco, y de otras variedades (jalapeño, serrano, habanero…), nopales (un vegetal lleno de sanas propiedades de la familia de los cáctus), tomatillos verdes, tortillas de maíz, totopos (nachos), conservas gourmet (cochinita pibil, tinga de ternera), tequilas, cervezas….

«En el norte del país el verano empieza igual que aquí y en el sur funciona de otra forma el tema de las estaciones ya que disfrutan de un clima semi-tropical» aclara Michel. ¿Pero hay celebración? «Lo festejamos a lo grande, porque coincide con el cumpleaños de mi padre, así que solemos montar una buena fiesta mexicana; se reúne casi toda la familia, amigos, vecinos; hacemos mucha y rica comida y suele venir un grupo norteño a tocar en vivo y en directo corridos, rancheras y demás música popular mexicana, lo pasamos muy muy bien».

¿Y qué se come en la estación más calurosa del año? «En verano se suele consumir mucha fruta fresca, pero aportando el toque mexicano claro (risas), o sea, añadiendo un toque picante. Por ejemplo, se suele comer mucha fruta de temporada de verano como, sandía, mango, papaya… En el caso de la sandía la forma de prepararla seria añadiéndole un poco de sal, jugo de lima (limón mexicano) y chile en polvo (preferentemente de la variedad piquín). Al prepararla de esta forma se realza mucho la frescura de la fruta. Probad así la sandía, ¡está deliciosa!». Lo certificamos, es pura adicción.

Y por supuesto, el cebiche de pescado: «Es un plato que se puede degustar durante todo el año pero cuando sabe mejor y más se come es en la época estival. Así a grandes rasgos consiste en preparar un pescado blanco (corvina, caella o similar) y dejarlo en jugo de lima un rato, después se le añade tomate, cebolla y cilantro (chile fresco también si te gusta el picante) picado muy, muy fino, y un poco de sal; una vez lo has mezclado bien todo lo puedes presentar sobre una tostada (tortilla de maíz frita o al horno) con un poco de mayonesa en su base y como top un poco de salsa ketchup y salsa picante al gusto». Porque el picante es un buen remedio para combatir el calor y libera endorfinas. El picante es verano.

Este artículo fue originalmente publicado en los números 33 y 34  de la newsletter Paladar que, todos los jueves, llega al correo de sus suscriptores. Para apuntarse gratuitamente ir aquí.