Maria de Medeiros. Foto: Sophie Boulet.

La actriz, directora, guionista y cantante Maria de Medeiros recibirá este año la Palmera de Honor de la Mostra de València, por «ser una figura clave del cine del mediterráneo de las últimas décadas», en palabras del director de programación Eduardo Guillot. Siete películas en las que ha participado se podrán ver en el certamen, que además incluirá una masterclass en Fundació Bancaixa, el jueves 29 de octubre, a las 19.30h. Estos son los films programados, en cuya selección ha participado la propia homenajeada:

Aos Nossos Filhos (Maria de Medeiros, 2019)

Segunda película de ficción dirigida por Medeiros e inédita en España. Rodada en Brasil, toma su título de una canción de Iván Lins que la cineasta grabó en su álbum Pássaros Eternos. La cinta adapta la obra de teatro de Laura Castro (el guión lo firman ambas), que la propia Maria interpretó en los escenarios, pero no en la gran pantalla. Aos Nossos Filhos nos presenta la relación entre una madre y su hija lesbiana y  «aborda cuestiones como la homosexualidad y los nuevos modelos de familia» y por esa misma razón se tuvo que terminar la postproducción en México, huyendo de la censura que el gobierno de Bolsonaro ha impuesto sobre cualquier proyecto de diversidad de género en Brasil.

Ordem moral (Mário Barroso, 2020)

Última película (hasta el momento) de Maria de Medeiros como actriz y también estreno en España en la Mostra. En Ordem moral da vida a Maria Adelaide Coelho da Cunha, heredera en la década de 1920 del periódico más importante de Lisboa, «que dirige su marido, quien se dispone a vender el diario a un consorcio empresarial cercano a la extrema derecha». El director de la cinta, Mário Barroso (también encargado de la fotografía, donde atesora una carrera de más de cuarenta años) ha reconocido que el proyecto nace de su deseo de trabajar con la actriz portuguesa y que el papel está escrito para ella. Un universo, el de la prensa, que no le es nada ajeno pues su madre fue periodista. El cartel del film bien podría adaptarlo el festival para su ciclo.

Capitanes de abril (Maria de Medeiros, 2000)

Debut en la dirección de Medeiros. El trabajo de su madre como periodista (especializada en información política), al que hacíamos mención antes, se encuentra en la intrahistoria de esta película. María de Medeiros creció viendo a esos capitanes de abril en su casa, siendo entrevistados por su progenitora. El film nos traslada a la madrugada del 24 al 25 de Abril de 1974 en Portugal, la llamada Revolución de los Claveles, en la que algunos suboficiales del ejercito se sublevaron contra la dictadura de Salazar. Fue una coproducción entre cuatro países, incluido España, lo que se tradujo en el reparto (en el que también está Medeiros) con la presencia de Fele Martínez y Manuel Manquiña.

Dos Fridas (Ishtar Yasin, 2018)

Otra cinta inédita en nuestras pantallas. Dos Fridas está inspirada en la relación entre la artista mexicana Frida Kahlo y la enfermera costarricense Judith Ferreto, que cuando la cuidaba se vestía como ella, pintándose incluso el entrecejo. A la primera le da vida la directora del film, Ishtar Yasin, y a la segunda Maria de Medeiros. Yasin quiso escapar de cualquier atisbo de biopic para «entrar en el mundo interior de los personajes, revivir sentimientos y sumergirme en la racionalidad mítica». Para Medeiros su participación en la película era una apuesta «por proyectos que hacen reflexionar y no solo entretetienen». La actriz portuguesa declaró en la presentación de Dos Fridas en el Festival Internacional de Amiens que «hay cine que nos vuelve ciegos y otro que abre los ojos». No hace falta especificar a qué tipo pertenece Dos Fridas, ¿no?

Viaje a Portugal (Sérgio Tréfaut, 2011)

Rodada en blanco y negro y basada en hechos reales, Viaje a Portugal narra la pesadilla que vivió una mujer ucraniana al ser detenida al llegar en avión a la ciudad lusa de Faro, aún teniendo su visado de turista en regla, y de cómo su situación fue empeorando cuando los agentes de inmigración descubrieron que su marido, que le esperaba en el aereopuerto, era senegalés. Para Maria de Medeiros, que habla varias lenguas (portugués, francés, alemán, inglés, italiano, castellano, catalán…), el film tuvo un plus de dificultad porque su personaje lo hace en ruso, idioma que no domina. La película ganó el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Gijón de 2012.

Je ne suis pas mort (Mehdi Ben Attia, 2012)

La propia Maria de Medeiros se refería a Je ne suis pas mort en declaraciones a la Agencia Efe como «una cinta que aborda de una manera muy sutil «qué es lo que hace una identidad». Las identidades ya no son fijas, se nutren».  Y a continuación ponía el ejemplo de ella y del director de la cinta, Mehdi Ben Attia, portuguesa y tunecino, pero ambos con nacionalidad francesa. El argumento del film: «Yacine es un estudiante brillante en París que viene de una familia modesta. Richard, el maestro que más admira, se ofrece a ayudarle a conseguir un curso de formación en la oficina del primer ministro. Una noche, Yacine se despierta en pánico, corre a casa de Richard, pero Richard ha muerto. Yacine dice a la familia en estado de shock: «No se preocupen, nadie está muerto. Soy Richard»». La actriz portuguesa da vida a la mujer de Richard.

The Saddest Music in the World (Guy Maddin, 2003)

Todo en esta película resulta atractivo. Su inclasificable director, el canadiense Guy Maddin; que esté basada en un guión original del Premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro; que Atom Egoyan aparezca entre los productores; que Isabella Rossellini interprete a la protagonista; o su desternillante sinopsis: «Durante la época de la Gran Depresión, Lady Port-Huntly, la reina de la cerveza de Winnipeg, una mujer sin piernas, para aumentar sus ventas, anuncia una competición para decidir cuál es la música más triste del mundo». Maria de Medeiros (en el papel de novia amnésica y ninfómana de uno de los personajes principales) suele contar una anécdota sobre el rodaje del film y es que ocultó su embarazo hasta que al tener que trabajar a veinte grados bajo cero, con el riesgo que ello implicaba, acabó informando del mismo.