Nacho Ruipérez durante el rodaje de «El desentierro».
Nacho Ruipérez estrenó Esclats de llum en Cinema Jove. Un falso docudrama protagonizado por una chica de 19 años que quiere ser artista fallera. Un film, en principio, bastante distinto del que fue su debut largo, El desentierro, un thriller de factura clásica, pero al mismo tiempo muy valenciano, en el que su título no era nada casual. Para comprobar si sus gustos cinéfilos también abarcan un amplio espectro, le pedimos que programe una doble sesión en nuestro cine imaginario, con dos de sus películas favoritas.
Un clásico de siempre:
🎬 El aprtamento (Billy Wilder, 1960)
Amo a Billy Wilder y a I.A.L. Diamond. He elegido The Apartment porque hay que elegir solo una, pero podríamos hacer una sesión temática con Some Like It Hot, Sunset Boulevard, Ace in the Hole… y esto me haría muy feliz. La capacidad tan genuina de crear comedias con guiones tan sólidos, con personajes tan trágicos y sin perder la hondura del tema que tratan en cada una de ellas, hace que sean mi tándem de comediógrafos preferidos en la Historia del Cine.
Un clásico reciente:
🎬 Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
No estoy convencido de si se le puede seguir considerando actual a esta enorme película dirigida por Ridley Scott, pero es que no envejece nada la muy jodida. Para mí fue todo un descubrimiento mientras estudiaba en la facultad, nos la puso en clase una profesora de narrativa y se convirtió rápidamente en mi peli tótem. Es la película que más veces he visto, hice la tesina sobre sus distintos montajes y me tatué años después el conocido unicornio de origami en la espalda. A esta película (sin quitarle su parte de la culpa al cine de Terry Gilliam) le debo haber comprendido la importancia del color y del diseño de producción en el conjunto del lenguaje cinematográfico. Sería claramente la película que sueño poder hacer algún día.
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