Juancho Plaza. Foto: Epo Toledo.

Me llamo Juan Carlos Plaza Monleón, pero toda la gente me llama Juancho. Me apodaron mis compañeros del grupo, Las Máquinas, porque me gustaba ponerme al sol como el lagarto Juancho de los dibujos de Hanna-Barbera. De ahí viene el nombre.

Nací en València, en la casa familiar, en el 69. Pasé mi infancia y adolescencia en Extramurs y alrededores de la Plaza Redonda y Santa Catalina. Los veranos, en Gilet, con mis amigos y amigas, la bici y jugando por el monte o en la calle, ya que no había tanta tecnología en las casas y en el bolsillo.

Hace diez años me trasladé a vivir a Russafa, y desde hace seis, tengo el Bar Biplaza junto a mi hermano Paco Plaza. Nos ocupamos de poner copas y picoteo, música, hacer exposiciones, presentaciones de libros, y por supuesto el famoso «Tardeo» del que somos pioneros en València. Pertenecemos a la asociaciones Albalansi y Abacu, una defiende y propone hacer una hostelería responsable para el barrio, y la otra trabaja para cambiar las normativas y poder realizar actividades culturales en los bares sin miedo a sanciones.

He trabajado en la rama del audiovisual, espectáculos y comunicación, para empresas como la RadioTelevisión del Politécnico, Sgae y otras más pequeñas pero no menos importantes. Trabajos siempre relacionados con la cultura y las artes. Me encanta cocinar y comer, leer, viajar y estar con familia y amigos. Pero mi gran debilidad es mi hija Caterina, orgulloso padre desde 2011.

De pequeño me gustaba dibujar, pero también sentía una gran atracción por la música, fui muy precoz escuchando discos de rock, y tocando encima de ellos con la guitarra española que me regalaron a los seis años. También conformé mi batería con cubos de detergente, tuperwares y tapas de sartén. A los dieciséis, mis padres me compraron mi primera guitara eléctrica, mi adorada Telecaster. Comencé a poner discos y copas en el mítico bar La Marxa que montaron mis primos allá por el 84, donde aprendí hostelería, música, y conocí a un montón de gente interesante. En el 86, mi amigo Vicente Bartual (La Morgue) me dio la oportunidad de subir por primera vez a un escenario, cantando y tocando por todo el país en su espectáculo en solitario. En el 88, formé el grupo La Máquinas con los que grabamos tres elepés e hicimos muchos conciertos, radios y televisiones nacionales hasta el 99. También he formado parte de los grupos Kindergarten y La Rocka, con los que grabé dos elepés. He colaborado en directo o en estudio con Elvis Trash, Los Magnéticos, Jaime Urrutia, El Respetable, Los Mocetones, Tin Robots, Simeón Gausí y otros. Hasta ahora he seguido pinchando regularmente en muchos bares y discotecas de la ciudad, en solitario o con el colectivo Ligres DJ’s. También he compuesto la banda sonora de dos cortometrajes, música incidental para reportajes y cabeceras de TV.

Soy músico autodidacta, también he aprendido a tocar el bajo, la batería y a hacer programaciones. Tengo pasión por las guitarras, amplificadores, pedales y demás parafernalia. Actualmente compongo canciones para un futuro proyecto en solitario, y estoy configurando un estudio de grabación en mi casa, donde grabar mis canciones, realizar trabajos para otras y posibles colaboraciones.

Un disco: Cualquiera de Tequila. Mi grupo favorito de siempre. Tuve la suerte de verlos en directo en el 80, cuando tenía diez años. Me siento afortunado de tener un gusto muy ecléctico, me gustan tanto los estilos actuales como los de décadas pasadas. En cada estilo hay discos maravillosos.

Una película: Ay, qué difícil es esto de decir solo una… American Graffiti, Bienvenido Mr. Marshall, El verdugo, cualquiera de los Hermanos Marx, Star Wars, un montón.

Un montaje escénico: Makinavaja, el último choriso. En el 91 fui a verla al desaparecido València Cinema de la Calle Quart. Me impresionó la sencillez y movilidad de los decorados hechos en blanco y negro, con los geniales dibujos de Ivà. Excelente interpretación de Ferran Rañé, con música de Pata Negra. ¡¡¡Casi nada!!! Ahí también vi unos diez años antes a Els Pavesos.

Un libro: El sonido de Los Beatles (Memorias de su ingeniero de grabación). Además de gustarme otros géneros literarios, últimamente me ha dado por las biografías de músicos y artistas de cine. Este libro me atrapó desde la primera página sin ser una biografía. Describe de una manera natural sus personalidades y su relación con ellos en Abbey Road, y posteriormente con Paul McCartney en solitario. Y, por supuesto, las cuestiones técnicas de grabación. Este hombre lo vivió en primera persona durante mucho tiempo. Nadie se lo contó ni tuvo que consultar hemerotecas. ¡¡¡Impresionante!!!

Una serie: Citaré tres de diferentes épocas: Los Roper, Cheers y House. La que me encanta, y puedes ver capítulos sueltos sin perder la trama, es Modern Family. Me parece muy buena. Desde hace años no tengo tiempo de ver series grabadas ni en plataformas digitales. Alucino cuando la gente dice: voy por la octava temporada de… ¡Cuánto tiempo libre tiene la gente, jajaja!

Una serie: Pues otras tres: Los Picapiedra, La Pantera Rosa y Futurama. Hay más claro, actualmente hay bastantes para adultos que antes no teníamos. Las películas de animación también me gustan, me flipó un montón Coco cuando la vi en el cine.

Una revista: El Jueves creo que es la que más compré en su momento. Me gustan los suplementos dominicales, los especiales de Efe Eme, y habitualmente Mondo Sonoro. Y por supuesto, en digital, Verlanga, Redacción Atómica, Beat Valencia, etc. También una de guitarras que se llama Cutaway Guitar Magazine.

Un icono sexual: Uff, hay tantos, la lista sería larga. Me gustan las mujeres de los 50 y 60 tipo Bettie Page y Marilyn Monroe, o Nadiuska de los 70. Actuales también, ¿eh? Me fascina la ropa, los peinados y complementos de las chicas de los 50.

Una comida: L’arròs al forn. El que hacía mi madre era espectacular. Ahora lo hago yo pero no llego a ese nivel. Seguiré practicando, jeje. A mí la gastronomía me encanta, como de todo, hay muy pocos sabores que no me gusten. Me entusiasma la cocina tradicional y disfruto probando la de fusión moderna. Ahora en València hay restaurantes de cocina internacional muy interesantes. Pero como la mediterránea, ninguna, ¿eh?

Un bar de Valencia: Biplaza, jeje. No… en serio, para comer de tapas Bar Ricardo. Buen género, muy bien cocinado y bien atendido. También el Maipi y Aquarium. En cuanto a restaurantes, no tengo ninguno predilecto, voy probando y variando.

Una calle de Valencia: Hay un punto concreto que me encanta. Es la esquina en la que confluyen la Plaza de Santa Catalina con Plaza de la Reina, calle de la Paz y calle San Vicente. Si en ese punto haces un giro de 360º, disfrutarás de una preciosa y maravillosa vista, y es un buen inicio para callejear. Mi familia materna todavía tiene tiendas de cerámica en la Plaza Redonda desde 1860, Colla Monlleó y La casa de los botijos.

¿Con quién te tomarías un vermut? Pues un domingo al mediodía me gustaría tomarlo con Alejo Stivel y Ariel Rot, creo que tendríamos una conversación muy amena, y muchas preguntas que hacerles.