Lo poco gusta, lo mucho cansa. Cuanta razón tenía mi madre. Una pena que la de Iceta no se lo repitiera mil veces. La primera vez que bailó fue divertido. La décimonovena ya daba penita. Es un poco como aquel capítulo de Los Simpson en el que Homer danzaba en la barra de la taberna de Moe y le tiraban cacahuetes. Los políticos no tienen sentido del ridículo. Con o sin campaña electoral mediante. Ahí están Rajoy y su «Fin de la cita», Toni Cantó y su twitter, Pablo Iglesias pidiendo a gritos la vicepresidencia del gobierno a Pedro Sánchez, Rufián y sus conocimientos de su admirado Karl Marx,…Y en letras grandes, todos los partidos valencianos por la nueva Canal 9. El PP la cerró, ha boicoteado su reapertura y si fuera por ellos no se abriría. La elección del Consejo Rector de la Corporación Valenciana de Medios ha retratado al resto. Perfiles con, prácticamente, experiencia nula en el medio. Proyectos ya seleccionados antes del nombramiento de un director. La casa por la ventana. Lo poco ya cansa.