Amanda Diaz. Foto: Rosa Ribera.

Mi nombre es Amanda Diaz, soy de Gandia aunque prácticamente he vivido en Valencia desde que vine a estudiar. Casi siempre he trabajado en proyectos culturales, exposiciones, teatro, aunque siempre me ha tirado mucho la música, puede que por mi educación. En mi casa siempre ha habido música y desde pequeña me han llevado a conciertos. Un día entre proyecto y proyecto me di cuenta que las cosas se habían ido encajando y me conducían a intentar a dedicarme a ella. Con esta idea romántica en la cabeza puse en marcha Sotabosc Música, un proyecto con el que empecé a trabajar con grupos amigos (Júlia, Clara Andrés, Calmoso & The Black Fang o Néstor Mir), pero siempre con la autoimposición de que artísticamente me gustase el proyecto con el que iba a trabajar. Cuando empecé lo hice con esa idea de visibilizar la música de calidad escondida a la cual no se le da la oportunidad que merece, de aquí el nombre, Sotabosc, al que se sumó mi compañera Irene que vino con June’s Kaleidoscope.

Paralelamente a Sotabosc empecé a trabajar con Malatesta Records, sello valenciano e independiente, que se caracteriza por crear y buscar nuevos espacios donde llevar la música en directo. Algunas de sus referencias son Senior i el cor Brutal, Júlia o Néstor Mir, estos dos últimos coinciden en Sotabosc y han sacado disco este otoño.

Aunque ya había sacado mis propias conclusiones sobre este mundo, después de un año dedicándome a la música creo que en Valencia queda mucho trabajo por hacer, sobretodo a nivel educacional, es un mundo complicado e impermeable a ciertas propuestas, y más si están en valenciano. El nacimiento de À punt puede ser un buen comienzo para normalizar la situación y que pueda desaparecer por fin esa etiqueta como ha pasado en Catalunya. Pienso que el circuito valenciano es muy limitado (y endogámico) y haría falta más ayuda desde las instituciones públicas para ayudar a estos grupos que ponen el alma en cada proyecto, que tienen calidad y más si llevan la etiqueta de «en valenciano». Por ejemplo, el Sona la Dipu está bien si eres de Valencia y te seleccionan, pero luego hay grupos de Alicante o Castellón que no pueden optar a tocar en festivales del País Valenciano porque ya está el «cupo» valenciano cubierto por los grupos del Sona

Nunca me ha gustado que me impongan nada y esto se nota en mis gustos musicales y también lo aplico a mi trabajo. En los festivales siempre prefiero los pequeños escenarios y siempre siempre los conciertos en sala.


Un disco:
Elegir solo un disco me parece imposible. He escuchado muchísimo The miseducation of Lauryn Hill, siempre he sido muy de The Velvet Underground o el Sky blue Sky de Wilco, aunque si me preguntaran dentro de dos meses cambiaría mi respuesta. Y por supuesto todos los que llevamos en Sotabosc, suena pelota pero és real.

Una película: Te puedo decir cien y tambien depende mucho del momento en que las vea… De las recientes, Estiu 1993.

Un libro: Como en las respuestas anteriores, he ido cambiando, aunque siempre he envidiado a la gente que lo tiene tan claro…Siempre Paul Auster, Siri Hustvedt o la novela negra de Andrea Camillieri o Petros Márkaris.

Una serie de tv: Vale la pena ver Mad Men sólo por el último capítulo, me parece el mejor final que he visto en una serie.

Una serie de dibujos de tv: Cuando era pequeña creo que las veía todas, porque no había muchas… Los Mosqueperros puede.

Una revista: No tengo revista de cabecera, la verdad es que últimamente leo las que caen en mis manos…Y suelen caer de música Rockdelux, Mondosonoro o Enderrock.

Un icono sexual: Alain Delon en algunas películas de los 60 o 70.

Una comida: Soy feliz cuando como huevo y patatas fritas caseras. Y cualquier comida que haga mi madre.

Un bar de Valencia: Café Museu, dónde más suelo ir.

Una calle de Valencia: Hay una placeta en la calle Viciana que siempre me ha encantado o la Calle Trinitaris, en cualquier caso siempre el barrio de la Seu-Xerea.