Soy Alba Prado y soy ilustradora y entusiasta en general. Desde hace dos años vivo en Barcelona y, aunque de vez en cuando eche mucho de menos que me pongan cacahuetes con la cerveza, soy muy feliz aquí.
Me encanta trabajar en proyectos de animación y de publicidad y hace un año empecé mi propio proyecto personal @peeeeeeeeets. Soy observadora empedernida y me encantan los animales. Me interesa todo lo que tiene que ver con ellos y con su interacción con humanos, así que básicamente este proyecto va de retratar, a través del encargo personal, el amor mutuo entre ellos. Así de sencillo.
Las cosas que me gusta hacer cuando no estoy trabajando son cantar, pasear, la cocina y los olores. Este año he hecho un curso de perfumería, ahora hago uno de vino y voy a un coro. ¡Me lo he montado genial!
¡Ah! Y como dato, hay dos cosas en las que me siento superior al resto: saber qué hora es sin mirarla y hacer tortilla francesa.
Una canción:
Ha habido dos canciones que han marcado este año pasado. La primera es “Porta oberta”, de Ernest Crusats. He tenido el honor de hacer junto a Olga Capdevila el videoclip. Ha sido mi primera animación con óleo, trabajamos duro y fue un proceso muy bonito así que ha sido importante para mí. La otra es “Dos pájaros en un almendro”, de Lorena Álvarez y los Rondadores de la Val d’Echo. Es la canción que más veces escuché y la que decidí cantarme a mí misma en bucle mientras me hacían una resonancia. Podría ser un buen parámetro desde el que decidir cuál es tu canción preferida.
Una película:
De mis favoritas de un tiempo a esta parte es O que arde. Me obsesioné con la coprotagonista Benedicta Sánchez.
Un montaje escénico:
Cuando trabajé en la taquilla del teatro Off me quedaba a ver todas las obras y tuve la suerte de ver una de Manuela Trasobares. Ella era la directora, la actriz, la guionista, la escenógrafa…todo. Una especie de soliloquio en el que la acompañaban unas figuras gigantes hechas por ella misma y que ocupaban todo el espacio. Fue increíble.
Una exposición:
Me pasó algo raro el día que fui a ver las pinturas de Luis Claramunt en la Fundación Vila Casas en Barcelona. Un pintor con un estómago pensante.
Un libro:
Cuando el que me estoy leyendo no me está gustando mucho me descubro a mí misma abriendo, a modo de oráculo, cualquier página de las Mmmeditaciones, de Mmmarco Aurelio (sic). Un señor que escribía en el año 170 reflexiones que me sirven para esta vida ‘moderna’. En realidad, si me gusta el libro con el que estoy también lo abro.
Una serie:
Farmacia de guardia. Es que no veo muchas series. Reto a quien lea esto a silbar la entradilla.
Un podcast:
Hace poco he descubierto Gent Ràndom, un podcast literari en valencià molt fresc i interessant.
¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?
Estaría guay uno de Wilfrid Wood.
Una comida:
Bua, me encanta todo. Pensándolo un poco, algo que siempre me apetece es un plato de tallarines frutti di mare con bastante guindilla. El picante me hace especialmente feliz. Y el vino natural también.
Un bar de València:
¡Voy a decir en el que me crié! ¡El bar de mis abuelos! Se llamaba Elmibar (‘EL’ de Elvira y ‘MI’ de Miguel. jeje) pero ahora ya no se llama así y lo lleva otra gente. Allí comía y dibujaba mucho hasta que se hacía la hora de ir a casa.
Una calle de València:
Pues Polo y Peyrolon por el nombre, porque siempre se me traba la lengua diciéndola.
Un lugar de València que ya no exista:
El lugar sigue existiendo, pero hay un detalle súper importante que ya no. Cuando de pequeña iba a la zona del Palau de la Música a patinar, recuerdo que se escuchaba música clásica y que los chorros de la fuente iban al son de esta. Eso ya no existe. Tengo grabada la sensación de estar patinando cerca de la fuente y que al venir una ráfaga de aire me pulverizara la cara tipo flus-flus. Todo eso con un solazo y la música. ¡Uau!
¿Con quién te tomarías un vermut?
A las 12h con Teresa Forcades, a las 12.45h con Cristina Morales y a las 13.30h con Yolanda Ramos. Todas juntas a la misma hora fantástico también.