Marcos Herrero. Foto: Wally Sanz.

Soy Marcos y quizá me reconozcas por un spot del poblado indio de Playmobil en el que aparecí en los 90’s. A partir de ahí tuve que volver a buscar el estrellato montándome, ya como músico, dos bandas: Yo Diablo, con un batería, y Ku!, con tres amigos más. Desde hace 5 años llevo un pequeño bar cultural en Valencia llamado La Vitti, lo que me convierte en hostelero y en empresaurio. Me gusta la comida elaborada; un plato de macarrones me parece poco sugerente. Vivo en Puerto de Sagunto, primero disparo y luego pregunto. 46520 en mi nuca, mudafuca.

 

Una canción:

“Music for Eels”, de Sven Libaek. Últimamente estoy en modo música instrumental que no paro. El jazz orquestado setentero a lo Gil Evans también me hace aguas el Cucufates. ¡Ostras! Eso lo ha puesto el corrector. Pues así lo dejo.

Una película:

Häxan (1922) de Benjamin Christensen. Con Yo Diablo hemos hecho la BSO para esta peli de terror que nos flipa. Es tremenda para la época en que se hizo, mezcla el documental con la ficción, usan maquetas, slow motion y en sí es un alegato feminista ultra crítico con la religión católica. Demasiado guay.

Un montaje escénico:

La de mi brother Alexander Lemus. Se llama Tecún Umán y va sobre qué significa ser Guatemaltecx, el colonialismo en Latinoamérica y movidas personales.

Una exposición:

Voy a aprovechar esto como publicidad: el 18 de noviembre vendrán a mi bar (La Vitti) un grupo superdotado de Bellas Artes a hacer una expo de yo-qué-sé-qué pero les he dejado el local para que hagan lo que quieran. Me hablaron de performances y demás filias. P’alante.

Un libro:

No siento nada, de Liv Strömquist. Impronunciable apellido, imperdible novela gráfica sobre lo que significa el amor en estos tiempos.

Una serie:

No me da la vida para ver series pero Chernobyl me pareció infuckincreíble.

Un podcast:

Deforme-Semanal-Ideal-Total. OMG, lo mejor que ha parido este país. Isa y Lucía las mejores.

¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?

Cualquiera que me saque bien puto.

Una comida:

Biryani. ME FLIPA. Estoy perfeccionándolo. Arroz, cilantro, hierbabuena… Chup, chup. Buenísimo.

Un bar de València:

La Vitti. Love eat E. La Beat tea. Lobby T. Laugh Bitty. Aparte de dar la vara con mi bar, perdón, os recomiendo mi restaurante favorito: Nueva Viridiana, también en Plaza Xúquer. Es increíble.

Una calle de València:

Calle Claudio Sánchez-Albornoz, no sé, me la he inventado. No, no es coña, esta calle existe. De verdad, está muy cerca del bar y no tiene nada de especial.

Un lugar de València que ya no exista:

El mítico Magazine, un sitio increíble de conciertos y de todo lo que te pudieras imaginar. Sergi, el dueño, llegó a poner cerveza gratis para que el público fuera a ver los bolos. Dime quién hace eso ahora.

¿Con quién te tomarías un vermut?

Con quien le apetezca hablar sobre cocina ¡Chefs, chefas, hola!