La ampliación de les Corts Valencianes en 1994 supuso un recorte de la libertad. De la calle que así se llama. En los solares donde se realizaron las obras apareció un tesoro. La calle Libertad cedió un tramo, pero ganó la eternidad al unir su nombre al del hallazgo. Pasear hoy en día por esta vía produce sensaciones bien extrañas, suelo y fachadas se funden en un material más propio de mausoleos, poco integrador y natural en un entorno urbano. Se camina por ella con la prevención de que en cualquier momento se puede producir un remake de esa escena de la película Origen (Christopher Nolan, 2010), en la que los edificios parecían tomar vida y se levantaban y enroscaban.
El tesoro, según se puede leer en la web del Museu de Prehistòria del que forma parte de su colección, es «un conjunto de 2.484 monedas medievales de plata acuñadas en Barcelona» y aparecieron «en un fogón conjuntamente con un plato de cerámica vidriada que serviría de tapa». La mayor parte son croats, aunque también hay cuatro medios croats, y en ellos están representados los monarcas Pere II (1276-1285), Alfons II (1285-1291), Jaume II (1291-1327), Alfons III (1327-1336) y Pere III, el Ceremoniós (1336-1387).
En la página del museo también se puede consultar un completísimo estudio sobre el tesoro a cargo de Miquel Sánchez i Signes. En él, además de información muy interesante y una contextualización histórica, numismática y arqueológica, se pregunta sobre los motivos que pudieron llevar a ocultar tal fortuna. Sánchez i Signes centra la mirada en el último reinado representado en las monedas, el de Pere III. Durante su mandato, «València fue asediada dos veces por el ejército castellano (en 1363 y 1364) en el contexo de la llamada guerra dels Dos Peres y esta podría ser una explicación razonable para la ocultación de este enorme volumen de plata. Su propietario puede ser que muriera durante el conflicto. Sin embargo, hay que tener en cuenta también las continuas epidemias que asolaron València, como a casi toda Europa, durante los años 1348, 1362, 1371 y 1381, por citar los episodios centrados en el reinado de Pere III y enmarcados dentro de la dinámica de la Peste Negra y sus rebrotes periódicos. El dueño de los croats podría haber muerto durante uno de aquellos brotes epidémicos y haber dejado oculto el tesoro hasta su hallazgo».
Los objetos cerámicos encontrados (el fogón y el plato) fueron restaurados el mismo 1994. Actualmente, junto a 400 de las monedas de plata, se encuentran en la sede de las Corts Valencianes. El resto del tesoro está expuesto en el Museu de Prehistòria, en la sala de Historia del Dinero, en las vitrinas de tesoros valencianos y de Metrología.