Laura Silleras. Foto: Carles Prats.

Laura Silleras (València, 1979) se apuntó con 19 años «a un curso básico sobre el manejo de la cámara que impartía María Bleda, en la planta de arriba de la galería Visor. Una tarde hicieron un pase de diapositivas de fotógrafos españoles y salió la fotografía de Elena Mar posando semidesnuda en una pared, de Alberto García-Alix. El corazón me dio un vuelco. Yo también quería ser capaz de emocionar con la fotografía de la misma manera. Y así empezó todo».

Retrató chimuelos (hombres desdentados) en Veracruz, México; capturó a la fauna humana con la que se encontraba en Nueva York o Daytona Beach, Florida; disparó su cámara en Berlín; radiografió a los artistas de circo fuera de los focos; ganó en 2018 la beca Fragments que concede la Unió de Periodistes Valencians con un proyecto en torno a El Cabanyal. Y sus fotos cada vez emocionaban más.

Una exposición y un libro son los frutos de Fragments. La muestra – Voldria que sempre fora així – va dir ell. – Sempre és només un moment- va respondre ella se puede visitar hasta el 9 de junio en el hall del MuVIM. Laura Silleras recorre su barrio, El Cabanyal, con la intención de recuperarlo para su memoria al no reconocerlo después de varios años viviendo fuera. El libro es más que un catálogo. De hecho no es un catálogo. Sí, recoge las fotografías expuestas, pero hay más.

Foto: Laura Silleras.

Hablábamos, hace unos días, con las responsables de Tapas Duras de su querencia por retratar la cara b de la realidad, esa que está ahí y parece que no la vemos, pero cuando alguien la señala la reconocemos al instante, una cara b que para algunos es la verdadera cara a. En tus fotos también hay atracción por ello. ¿Qué es lo que te interesa, fotográficamente hablando, al capturarlo?

Los fotógrafos somos expertos en mirar y nos encanta registrar lo extraordinario, lo extraño, o misterioso. Mi reto como fotógrafa es intentar normalizar lo extraordinario a la vez que encontrar lo extraordinario en lo común o banal.

En 2018 ganaste la beca Fragments. ¿Qué balance haces de lo que ha significado para ti?

La beca no ha sido un camino de rosas ya que me he tenido que enfrentar a situaciones a las que no estaba acostumbrada, como trabajar en equipo o publicar mi primer libro. En el proceso tuve toda clase de dudas y miedos que tuve que aprender a controlar. Ahora, al final de la corrida, creo que trabajar con Pablo Brezo, Pablo Casino y Ángel Álvarez es de lo mejor que me ha pasado. He aprendido muchísimo con ellos y les estoy muy agradecida. Y no nos olvidemos de la Unió de Periodistes y el MuVIM, sin los cuales nada de esto se podría llevar a cabo.

Foto: Laura Silleras.

Como consecuencia de esa beca nace el proyecto – Voldria que sempre fora així – va dir ell. – Sempre és només un moment- va respondre ella, centrado en el barrio de El Cabanyal. ¿Por qué lo elegiste? ¿Qué querías contar?

El verano pasado me estaba leyendo La historia interminable. Llegando al final de la novela me encontré con este diálogo entre Bastian y la Emperatriz Infantil y me pareció que era una analogía perfecta para explicar cómo fue mi proceso fotográfico en el Cabanyal: Todo comenzó con mi ansia de registrar los resquicios de mi infancia allí ya que “La Nada” se los estaba llevando. Cuando empecé a allanar casas tapiadas, me encontré con todo tipo de rastros de épocas pasadas: objetos personales de personas, fotografías, cartas,… Las paredes estaban vestidas de infinidad de papeles pintados superpuestos, algunos ya medio colgaban para dejar entrever las capas de pintura de detrás.

Ahí entendí que el Cabanyal que yo buscaba, y el que yo hubiera querido que siempre fuera así, no era más que un papel pintado encolado en una pared con otra decena de papeles pintados por encima y por debajo. Cada papel pintado representa la vida de personas, familias con sus vivencias, alegrías y perdidas,… Por lo tanto, si intentamos concretar la vida de una persona en la línea del tiempo, ¿qué sería? Un solo momento, ¿no?

Algunas de las fotos son anteriores a 2018, ¿significa eso que ya tenías el proyecto en mente antes de presentarlo a Fragments?

Sí. Empecé el trabajo en el 2014 tras regresar a España después de ocho años viviendo fuera.

¿Seguiste alguna rutina de trabajo para realizar las fotos?

En cinco años he pasado por varias fases: He salido sola a la deriva a ver qué me encontraba, a veces enredaba a alguna amiga para que me acompañara. También me he aliado con con el periodista Sergi Tarín o con mi amigo Paco que, también, es fotógrafo.

Foto: Laura Silleras.

¿Cuánto hay de casualidad o de intervención tuya en esas fotos?

No suelo intervenir demasiado en las fotografías. Aunque en los retratos siempre hay un mínimo de intervención. Si hay algo que me molesta lo quito. También corrijo alguna postura forzada o extraña, pero sin pensar demasiado. Si las fotos están muy orquestadas se nota y a mí me gusta la frescura.

Entre las fotos hay algunas (la ceremonia del pañuelo en una boda gitana, el interior de viviendas del Clot, una jornada de pesca,…) que remiten a situaciones, digamos, más privadas, pero en las que has podido entrar y captar la esencia. ¿Cómo lo conseguiste?

Cuando trabajo intento generar vínculos con las personas que fotografío. Para mí es importante identificarme con ellas a nivel humano ya que es la única manera de poder trabajar desde la intimidad. Y es en la convivencia donde se generan situaciones como la del pañuelo.
También he de decir que es imposible generar los mismos vínculos con todos.

Foto: Laura Silleras.

¿Sientes cierta predilección por el retrato?

Me gusta hacer retratos, pero también las instantáneas. Es más, cada vez me gustan más las imágenes que tomo simplemente “sintiéndolas”. Sentir una foto es disparar sin pensar demasiado, pero sabiendo que algo pasa. Es intuición. Eso lo puedes hacer una vez se ha interiorizado el manejo de la cámara. No siempre se consigue pero cuando sale bien puedes llegar a sorprenderte gratamente.

¿Qué tienen de testimonial tus fotografías?

No creo en el rigor informativo ya que la realidad está sujeta a la subjetividad del fotógrafo. Aun así, mis fotos recogen el Cabanyal que yo vivo y eso es testimonial. Sobre todo cuando haya pasado ya mucho tiempo y todo se haya transformado.

El proyecto se ha culminado en una exposición y un libro. ¿Qué importancia crees que tienen estas dos extensiones? ¿Qué aportan a las fotos esta segunda vida en estos dos formatos?

La exposición da la posibilidad al espectador de conectar con el trabajo, aunque todo depende de la actitud del que mira. No es lo mismo pasear por el museo que mirar las fotografías activamente. Mirarlas bien… ver qué te dicen. Estoy sorprendida por la cantidad de gente que me ha contactado por las redes sociales para decirme lo mucho que han conectado con el trabajo. Eso me llena de satisfacción porque, de alguna manera, siento que conseguí lo que anhelaba a mis 19 años cuando vi la foto de Elena Mar… Han tenido que pasar 20 años.

Por su parte, el libro genera otro tipo de experiencias. De hecho, hay una primera parte del mismo donde hay muchas imágenes que no están incluidas en la exposición. El libro tiene varios niveles de lectura. No está hecho para verlo de una sentada ni tampoco te obliga a seguir un orden. De hecho te invita a jugar.

Foto: Laura Silleras.

El libro supone para tus fotos su perdurabilidad en el tiempo.

Totalmente. Una fotografía congela un momento de vida y con el paso del tiempo la imagen va tomando poder. No hay mas que mirar nuestros álbumes familiares y ver fotos de seres queridos que ya no están. ¿Qué tipo de personas era en realidad? ¿Qué les preocupaba? Parece que las fotos escondan secretos.

¿Eres optimista con el futuro que le espera a El Cabanyal?

El cambio es inevitable, aunque espero que se tomen medidas para la que la gentrificación no se descontrole. El Cabanayal es el barrio de València donde más ha subido el alquiler este año y donde hay más apartamentos turísticos. Espero que la Concejalía de Urbanismo haga algo al respecto.

¿Qué proyectos tienes de futuro?

Ya estoy empezando a trabajar.

Foto: Laura Silleras.

Foto: Laura Silleras.

Foto: Laura Silleras.

Foto: Laura Silleras.

Foto: Laura Silleras.

Foto: Laura Silleras.

Foto: Laura Silleras.