Paco Ballester es editor de la revista digital DissenyCV y de la revista en papel Dúplex. Ambas giran en torno al diseño. Al igual que sus colaboraciones en el diario Las Provincias. Una disciplina que también está presente cuando le pedimos ayuda para rebautizar el callejero valenciano.
Una calle para … el Grupo La Nave
Foto cedida por DissenyCV.
En Valencia tenemos una pequeña calle, la calle de La Nave, situada en una de las zonas que más me gustan de la ciudad: el entramado formado por las calles de La Nave-Vestuario-Universidad-Tertulia, un micro-espacio a escasos metros del barullo comercial de Colón y adyacentes. A pesar de esta duplicidad de nombres, me gustaría que Valencia dedicara una calle al grupo de diseñadores La Nave.
No voy a extenderme sobre la importancia histórica de La Nave en el contexto del diseño no sólo en la Comunidad Valenciana, sino también a escala nacional. Basta repasar los proyectos que se incubaron desde la calle San Vicente (trabajos como la identidad de la Generalitat Valenciana o la señalización de la autopista AP-7 forman parte de nuestra cultura visual y popular) así como las posteriores trayectorias de sus integrantes.
Creo que el callejero de nuestra ciudad es lo bastante amplio y heterogéneo para reservar una de sus calles a este colectivo de diseñadores, una elección que resumiría (hay otras muchas posibles elecciones pero creo que esta en concreto suscitaría unanimidad) la importancia histórica y de presente que tiene el diseño dentro de la cultura y la industria de la Comunidad Valenciana.
Como a Sant Vicent Màrtir no le vamos a cambiar la calle, propondría cambiar el nombre de una calle cercana, peatonal y que muy a menudo pasa desapercibida: la calle Mascota. Además, esta calle supone la vía de entrada a uno de los accesos de la antigua Imprenta Vila, hoy en desuso, y que sería un estupendo lugar para ubicar ese Museo del Diseño que de manera inexplicable a día de hoy continuamos sin tener en nuestra ciudad. Una calle Grupo La Nave como antesala del Museo de Diseño suena bien, ¿no?
