Foto: Eva M. Rosúa.

Ya está aquí nuestro Barómetro Cultural. Abrimos nueva ventana en Verlanga para analizar la situación de la cultura en nuestra ciudad. Cada mes, cuatro voces expertas distintas, evaluarán, poniendo nota del 0 al 10 (y valorando lo mejor, lo peor y las carencias), el momento en el que se encuentra València en este ámbito.

En esta primera convocatoria, nuestro Barómetro Cultural lo componen Patricia Moreno (periodista, estratega y redactora publicitaria, responsable del  máster Fashion Now – Comunicación y Marketing de Moda de Barreira) Manolo Gil (Director Artístico de la Fira del Llibre de València, editor en Vincle, vicepresidente del PEN Català, socio fundador de la agencia Altriam Media & Events), MªÁngeles Fayos (Directora de Comunicación de Olympia Metropolitana, Presidenta de AVETID) y Nacho Lloret (Co-fundador, co-director y responsable de booking de la agencia y sello musical Cero en Conducta).

La media de sus calificaciones ha sido un 7’25. Así que notable para la València cultural en esta primera cita.

¿Qué nota le pondrías a la València cultural del 0 al 10?

Patricia Moreno: 8.

Manolo Gil: 6’5.

Mª Ángeles Fayos: 8’5.

Nacho Lloret: 6.

Patricia Moreno. Foto: Paula Collado.

¿Lo mejor de la València cultural?

Patricia Moreno: La perspectiva progresista de algunas propuestas institucionales o con apoyo público (en el IVAM, en el CCCC, en La Cabina…). Lo que generan espacios de trabajo como Filipinas 5, La Nevera, Espacio Palm, Merkato Hub y Pluto. La existencia de proyectos «alternativos» como Truenorayo Fest, Okuparte o Neowarras. La disrupción de la programación de Electropura cuando está en manos de la Generación Z. Escuelas como Barreira A+D.

Manolo Gil: En los dos últimos años ha mejorado mucho la oferta de museos, sobre todo el IVAM, con exposiciones de referencia. La programación del Palau dels Arts y del Palau de la Música también son muy interesantes. Además, son muy notables los esfuerzos de las salas off de teatro y algunos festivales literarios como Vociferio.

Mª Ángeles Fayos: La gran efervescencia cultural que hay tanto a nivel creativo en todas las disciplinas artísticas como en diseño, animación… Somos una ciudad con un crecimiento de museos, centros culturales y salas de teatro imparable. València es una ciudad abierta a la cultura que debe estar a la altura como tercera ciudad de España. Lo mejor, sus profesionales que demuestran cada día su nivel en multitud de propuestas escénicas únicas y originales.

Nacho Lloret: Desde mi punto de vista, la red de artistas en València es lo mejor que tenemos. Hay proyectos interesantísimos y células culturales que se mezclan y operan juntas, creo que este es otro de los grandes valores de nuestra ciudad, al ser pequeña, esas distintas células culturales se juntan y es algo que no pasa en otras ciudades. Destacaría proyectos musicales experimentales y de gran valor artístico como el de manantial doncella, Adiós Adiós y Otro, y proyectos llenos de vida y modernidad como el de Los Killaos.

Manolo Gil.

¿Lo peor de la València cultural?

Patricia Moreno: El abandono institucional que sienten muchos proyectos transformadores como Truenorayo Fest. Que además de existir espacios seguros, las calles también sean seguras y libres de agresiones sexistas, LGTBIfóbicas, racistas…

Manolo Gil: La oferta teatral institucional, exceptuando algunos espectáculos, deja mucho que desear. Lo mismo sucede con la oferta musical de consumo. Falta de sala de música en directo. El teatro Principal ha perdido valor social.

La escasa presencia de autores, músicos y artistas valencianos es un drama, lo que nos hace caer en un provincianismo donde se valora lo foráneo y se desprecia lo local. El escaso uso del valenciano como lengua es un auténtico drama y nos coloca en una situación de alarma lingüística

El problema principal es que en esta ciudad no se hace una apuesta potente por la cultura. La política cultural es inexistente y no se sabe hacia dónde ir. Solo hay que dar un vistazo en la oferta cultural municipal. La Mostra de València y  Cinema Jove no acaban de despegar. La modernidad es la gran ausente. Tenemos el ejemplo de Málaga, que han apostado por la cultura y ahí están los resultados. Aquí mucha Capital Mundial del Diseño, de la Alimentación Sostenible y de cosas peregrinas, pero de poca chicha. Y eso se resiente. Ahora tenemos el Año Sorolla y es como irnos 50 años atrás, lo que no quiere decir que Sorolla no sea importante que lo es y mucho. El problema es la apuesta. También somos propensos a caer en cierto folclorismo identitario, pero muy naif. Y que conste, que trabajar la cultura popular es muy importante.

Suelo repetir con mucha frecuencia que solemos confundir la cultura de masas con la cultura. Es una constante en los políticos responsables de áreas culturales. Las fallas son importantes, pero no lo son todo.

No apoyamos a los jóvenes creadores. Somos raquíticos en temas de residencias artísticas, ayudadas a la creación, residencias literarias… No se apoyan las iniciativas privadas, la vanguardia. No apoyamos a los jóvenes. No se invierte en creación. Se tiende demasiado a que solo existe la cultura oficial para que el político se haga fotos y no debe ser así. Replantearía muchas cosas.

Otro problema es el público. El bajo consumo cultural de los valencianos es otro de los grandísimos dramas.

Mª Ángeles Fayos: Lo peor es quedarnos en efervescencia sin apoyar de manera eficaz el talento local y las empresas culturales y una tendencia a la endogamia que nos haga encerrarnos en nosotros mismos. Lo mejorable, crear alianzas reales entre lo público y lo privado, y entre todas las áreas que engloban la cultura, crear una verdadera red en la que se trabaje por una estrategia cultural sin suspicacias y con altura de miras y con un presupuesto en consonancia.

Nacho Lloret: La falta de espacios y libertad para usarlos, hay grandes restricciones para el uso del espacio público para eventos culturales. Si comparas València con ciudades como Lisboa o París, donde te encuentras conciertos, fiestas y otros eventos culturales en la calle o en espacios en desuso, te frustra. A València le faltan espacios donde poder desarrollar propuestas divertidas.

Mª Ángeles Fayos.

¿Qué echas de menos en València desde el punto de vista cultural?

Patricia Moreno: La Bresh: la trajo Mahou estas Fallas y no pude estar, pero espero que vuelva muy pronto. Una aproximación diferente a la difusión de la industria de la moda.

Manolo Gil: Muchas cosas, pero sobre todo modernidad y un proyecto cultural de ciudad. Los políticos deben enterarse que la política cultural no es hacerse fotos en el photocall y subvencionar para garantizarse votos. Eso no es política cultural. Y que coste que hay barrios culturalmente muy dinámicos donde ocurren muchas cosas, como Russafa o Benimaclet. Culturalmente esta ciudad todavía no sabe qué quiere ser. A veces se cae en cierto provincianismo. Y que conste que tenemos escritores, músicos y artistas de referencia. Desgraciadamente, muchos tienen que buscarse la vida fuera. Una pena.

MªÁngeles Fayos: Un mayor peso y una mayor unidad en la Concejalía de Cultura. Muchas veces, al estar fragmentada en áreas gestionadas por diferentes partidos, estratégicamente es ineficaz. Y también un mayor presupuesto para la cultura. Echo de menos un À Punt a nivel de TV3, con un presupuesto similar para ficción que dé visibilidad y trabajo a los profesionales valencianos.

Nacho Lloret: En lo musical, que es lo que a mí más me importa, echo de menos eventos disruptivos y propuestas divertidas, más allá de un concierto o una fiesta en una sala cuadrada de paredes negras. València tiene un déficit tremendo de originalidad en sus eventos.

Nacho Lloret.