Aquella parecía una cena más, pero no lo acabó siendo. Mª Ángeles Marchirant y Laura Marín se conocían desde hacía muchos años. Ambas trabajaban en el sector de las artes escénicas. Habían compartido ferias, festivales, eventos, estrenos…Tenían sintonía y conectaron rápidamente. Como eran más amigas que compañeras de trabajo salieron una noche. Como suele ser ocurrir en este tipo de cenas con amigos, no tardó en prenderse la mecha de la exaltación de la amistad.
Mª Ángeles y Laura lo recuerdan una mañana, diez años después, en un ruidoso café de una plaza de Russafa.
Laura: Le dije que juntas haríamos un tándem maravilloso, que nos organizaríamos nuestro tiempo, que nos iría fenomenal. Nos reímos y seguimos de fiesta. Pasó una semana y me llamó por teléfono y me dijo que había estado pensando en aquello que habíamos hablado la noche de la cena. Yo no me acordaba (ríen), y empezó a recordarme toda la conversación. Me explicó que había estado consultándolo con un asesor y a continuación me dijo «te propongo lo siguiente y empezó taca taca taca…». Lo tenía todo ya preparado. Yo me quedé en blanco, me acordaba levemente de la conversación, pero me apetecía mucho
Mª Ángeles: De hecho fue idea tuya (ríen).
Laura: Me preguntó qué me parecía, le dije que me dejara que lo pensara, pero inmediatamente le dije que sí, que adelante.
Así nació a+ soluciones culturales que este año celebran su décimo aniversario.
Habladnos de vuestra trayectoria antes de juntaros.
Laura: Yo estuve trabajando en mis inicios con la Sala L’Horta. En 2012, más o menos, dejé de hacerlo y empecé primero con el Escalante y después en el Micalet. En esta última etapa, además, distribuía algunas compañías, pocas, tres o cuatro.
Mª Ángeles: Llevo más de 30 años dedicada a la distribución. He pasado por compañías, he dirigido la feria Contaria que estuvo en València, abrí una línea de distribución con dos o tres compañías, me asocié a la Sala Russafa y a Arden y abrimos la sala. De hecho, a+ nació dentro de la Sala Russafa, empezamos a trabajar como un proyecto que estaba dentro de la sala con Arden en 2013. Pero un año después salimos porque buscábamos la conciliación familiar con la laboral y esto en una sala era muy complicado. También cogimos un trabajo en el Micalet durante un tiempo, que lo llevaba Laura, probamos mil opciones, pero no eran compatibles con lo que nosotras queríamos.
¿Y qué era lo que queríais?
Mª Ángeles: Trabajar desde casa, con cierta tranquilidad. De hecho, no tenemos sede, Laura está en su casa, yo estoy en la mía y las chicas que trabajan con nosotras, que forman parte del equipo, lo mismo. Ese objetivo nos fue llevando a donde estamos ahora. Empezamos por amistad las dos, nos unimos, y hemos salido adelante. Hay compañías que siguen estando con nosotras y otras que fueron saliendo porque fuimos creciendo buscando una línea concreta, ni mejor ni peor, pero sí una línea que se acercaba más a lo que nosotros queríamos.
¿Cuál sería esa línea?
Laura: La línea que más nos pone, que más nos interesa realmente son dos, tenemos dos grandes pilares. Uno es el teatro para la infancia y la juventud, que es nuestra piedra angular, porque las dos empezamos trabajando para compañías y salas de teatro dirigidas a ese público. Siempre hemos perseguido que hubiera un respeto y una dignificación de ese trabajo, porque a veces está considerado como un trabajo menor, cuando hay montajes absolutamente fascinantes con un diseño de luces, de escenografía o de producción, tan o más grandes e importantes que en el teatro para adultos. Ese pilar es casi el que mantiene a la empresa porque tiene más volumen de trabajo.
Por otro lado, nos gustan mucho las nuevas dramaturgias, los autores jóvenes y la apuesta por compañías, tanto valencianas como del resto del país, que tengan una manera de contar, de implicación social, política, que tengan algo que decirte, que te remueva, que te transporte a una incomodidad en determinados momentos, que te cuenten algo de una manera diferente.
Mª Ángeles: En realidad, llevamos todo tipo de disciplinas dirigidas a todos los públicos, pero de alguna manera prima lo que dice Laura. Además, lo que nos gusta es trabajar la marca de compañía y no los espectáculos. Apostamos por las compañías hagan lo que hagan, porque lo que nos interesa es la compañía, su lenguaje, más que ir seleccionando, este sí, este no, sus espectáculos. Lo que buscamos es ser como una familia. Si trabajamos, por poner un ejemplo, con La Teta Calva, que están desde el principio, para nosotras son nuestra familia y les queremos, además hay un vínculo personal, como con todas las compañías prácticamente, lo que queremos es que se asocie a La Teta Calva con a+ y a+ con La Teta Calva.
¿Qué papel ocupa la distribución en el mundo de las artes escénicas?
Mª Ángeles: Consideramos que la distribución es una parte importantísima del ecosistema cultural, somos un agente importante y todavía no tenemos nuestro lugar. Hace muchísimos años, en los estrenos, no salía a saludar el diseñador técnico o el del espacio sonoro o el fotógrafo, ahora ya salen, pero hoy es el día en que todavía muy, muy, muy pocas compañías, podemos decir un 1%, invitan en un estreno a salir a una distribuidora. Que es alguien que está trabajando desde el minuto cero, a lo mejor dos años, en un proceso de creación buscando espacios de residencia técnica, funciones que se vendan antes del estreno para generar una gira…, que está acompañando, asesorando, dando su mirada externa… y todavía no se nos tiene en cuenta. He visto Premios Max dedicarlos incluso a la canguro de un hijo, pero jamás a una distribuidora. Afortunadamente hay alguna excepción y te nombran en algún momento, pero todavía soy muy, muy pocas. Todo el mundo quiere una distribuidora, pero luego no todo el mundo agradece el trabajo de la distribución y si hay pocos distribuidores, pues habrá que pensar por qué. Si un trabajo se vende es porque es maravilloso y si no, es culpa de la distribución. Y eso no es así. Todavía nos queda mucho por hacer.
¿Os acordáis de la primera compañía que fichasteis para a+?
Mª Ángeles: Cuando nos unimos, cada una aportó a a+ las compañías que llevaba. En mi caso eran Zum-Zum Teatre, Teatro Paraíso y Nacho Diago. Y Laura trabajaba con Panicmap y Juja Teatre. Sobre lo que preguntas, personalmente recuerdo cuando fuimos a ver a La Teta Calva, que eran amigos de Laura.
Laura: Conocía a Xavo (Giménez) y a María (Cárdenas) porque Xavo había trabajado en L’Horta. Fue la época en que Xavo había dejado de trabajar en Canal 9 y montaron Penev. Me dijo que fuéramos a la Ultramar a verlo y se lo propuse a Mª Ángeles.
Mª Ángeles: A mí no me apetecía nada ir a ver ningún espectáculo. Era fin de semana y estaba muy cansada, pero me convenció.
Laura: Yo me pasé desternillada toda la obra, me parecía brutal, pero ella no se movía, estaba impertérrita, nada, ni una sonrisa.
Mª Ángeles: Pero yo es que veo todos los espectáculos así.
Laura: Pero yo no lo sabía (ríe). La miraba y pensaba que no le estaba gustando nada (ríe). Cuando salimos le pregunté, «¿qué tal?, no te ha gustado nada, ¿no?». Y va y me contesta: «¡Me ha encantado!». Ni una risa, ni una sonrisa, nada y le había encantado (ríen).
Mª Ángeles: Me fascinó, a partir de ahí caí a los pies de Xavo. Y luego cuando conocí a María también de la suya. La Teta Calva fue la primera compañía en la que tomábamos la decisión juntas. Es curioso, porque siempre tenemos la misma opinión. Hay veces que vemos un espectáculo por separado y cuando lo hablamos opinamos igual.
¿Reconocéis perfiles distintos en cada una de vosotras?
Mª Ángeles: Sí, somos muy parecidas, pero unas dominamos mejor unas cosas que otras.
Laura: Ella es una crack de la distribución, una vendedora nata.
Mª Ángeles: Las dos sabemos hacer muy bien nuestro trabajo porque si no no estaríamos donde estamos, pero cada una disfruta más haciendo unas cosas.
Laura: A mí la producción ejecutiva me gusta mucho y supone un reto. Luego por ejemplo, el tema de cuentas y finanzas lo llevo yo, pero no me gusta nada.
Mª Ángeles: Estoy agradecida y emocionada de que lo lleve ella (ríen)
Laura: Mª Ángeles lleva la distribución y redes y circuitos, que se lo controla mucho.
Mª Ángeles: Realmente, las distribuciones las llevamos las dos, pero es verdad que yo llevo más el control de ferias, festivales, circuitos…, el control de los plazos, la formación… Dijéramos que soy la parte analógica de la empresa y Laura la digital, ella lleva más la producción y las cuentas. Pero viajamos y distribuimos siempre las dos.
¿En qué consiste vuestro trabajo más allá de vender espectáculos?
Laura: Hay distintas maneras de distribuir. Hay empresas de distribución que ven un espectáculo, les gusta y a partir de ahí empiezan a trabajar. A nosotras nos gusta formar parte desde el principio, desde la idea redactada en una servilleta de un bar, desde esa copa de vino en la que a una compañía se le ocurre algo y te lo cuenta, desde ese momento nos gusta estar implicadas y eso pueden ser un año o dos, incluso tres, porque hay procesos largos.
Es como una carrera de fondo, que cuando llega el día del estreno la estrategia de distribución ya está marcada porque ha empezado hace mucho tiempo. A partir de ahí es hacer un seguimiento y asegurarte de que todo aquello que te has planteado cumplir se lleva a buen puerto, pero el estreno no es el punto de salida, a mucha gente ya le ha llegado antes la información. A nosotras por lo menos nos funciona, nos gusta trabajar así. Por eso nos comprometemos con la compañía y no con el espectáculo, no sabemos si va a salir bien o mal, pero confiamos en el trabajo y, de alguna manera también, aportamos en aquello que humildemente podemos.
Mª Ángeles: Por eso hablaba del concepto de familia. A mi hijo lo quiero en lo bueno y en lo malo, estoy totalmente enamorada de mis hijos, pues esa es la relación que tenemos con nuestras compañías. Las queremos, las admiramos y las respetamos muchísimo y consideramos que estamos para lo bueno y para lo malo. Hay veces que las cosas salen muy bien, pero otras en las que no salen tan bien o no entendemos por qué no encajan en el mercado.
Y en ese caso, nuestro tiempo y nuestra inversión no la cobramos porque, como empresa de distribución, cobramos si cobra la compañía, si no no, pero invertimos un tiempo, unos viajes, a fondo perdido, y no nos importa hacerlo. Si sale bien, a todos nos sale bien y si sale mal, a todos mal. Ellas ponen una parte artística y una parte de trabajo y de ilusión, y nosotras una parte de creación, pensando una estrategia de comunicación y de distribución de los espectáculos.
¿Qué importancia tienen las ferias en vuestro trabajo?
Laura: A las ferias se va a muchas cosas. A exhibir tus trabajos y a ver otros trabajos.
Mª Ángeles: Pero no solo para comprar, sino para ver qué se está haciendo y cómo trabaja la competencia porque la competencia nos hace mejores.
Laura: Hay que ver por dónde va el mercado, por dónde van las ideas, por dónde van los intereses. Por otro lado está la manera de crear, la inspiración en determinadas compañías…, de todo eso tenemos que estar muy informadas y muy al tanto, no solo para conocer la competencia, por supuesto, sino para avanzar y crecer también, tanto nuestras compañías como nosotras, en la manera de comunicar, de difundir, en la de relacionarse… por eso también para nosotras es muy importante trabajar con compañías emergentes. Cada año becamos a una compañía emergente, le asesoramos de manera altruista y en algunos casos la distribuimos y en otros no. Nos gusta trabajar con gente joven que está haciendo cosas nuevas y empaparnos de su lenguaje, de sus inquietudes, para no quedarnos en los 2000.
Mª Ángeles: Para nosotras nunca es un lugar de venta, es un lugar de conocer, afianzar relaciones, de abrir otras nuevas, de ir sembrando y, además, un canal de información porque en estos momentos la información para nosotros es la mayor herramienta que tenemos a la hora de la venta. Si no estás, no existes.
¿Seguís incorporando nuevas compañías a a+?
Mª Ángeles: No podemos absorber realmente todo lo que nos gustaría, sería una locura. Eso sí, vemos todo lo que nos llega, nos mandan muchísimas propuestas por mail y como hemos estado en el otro lado y sabemos lo duro que son los silencios y lo que cuesta que alguien te escuche, leemos todos los correos que nos llegan, atendemos todas las llamadas. En este momento es muy difícil trabajar con nosotras, tiene que ser algo muy puntual y muy muy diferenciativo de lo que tenemos para que asumamos una distribución.
¿De dónde surge el nombre de a+?
Laura: El nombre partió de la imagen, de un logo que nos hicieron y nos gustó mucho, y a partir de ahí vimos que era muy versátil, que tenía muchas posibles acepciones lo de a+.
Mª Ángeles: Lo hizo Laura con Josep Maria Gresa.
Laura: Era el a+ típico que se pone cuando se consigue un sobresaliente, la excelencia. Permitía jugar mucho porque es ir a más, a exponencial, a+ de amas, amas de amar, estaba muy relacionado con la mujer y empezamos a ver que tenía muchas posibilidades. Lo que pretendíamos es que con el logo la gente ya nos reconociera. Ya no hace falta que digamos a+ soluciones culturales, lo ven al primer golpe de vista, ya saben que somos nosotras. Cumplió con creces el objetivo.
¿Qué tenéis preparado para celebrar vuestro décimo aniversario?
Laura: Por un lado, tenemos la producción delegada del nuevo espectáculo del Escalante, que va a ser una versión de Peter Pan, Peter&Pan, de la que se va a encargar La Teta Calva. Además, hemos estrenado nueva web y estamos muy contentas. Vanessa Martínez Montesinos (contenidos y diseño) que además es la persona que nos lleva la comunicación y el diseño gráfico de la empresa, y Natalia Borja (programadora informática) han hecho un trabajo fantástico. También vamos a hacer una fiesta el 29 de junio con amigos y compañeros de profesión de toda España.
Mª Ángeles: Con las compañías y sus equipos, con todos.
Laura: Y una sorpresita. Un proyecto muy ilusionante que, después de 3 años de trabajo, saldrá a la luz en breve.
¿Alguna anécdota de estos diez años que entonces os ocasionara un importante dolor de cabeza y que ahora la recordéis de otra manera?
Laura: Tenemos de todo: ir en coche por carreteras perdidas, quedarnos encerradas en ascensores, llegar a un punto de carretera donde ya no había más carreteras, hoteles inmundos…
Hay una con La Teta Calva… Ellos hicieron Les aventures de T. Sawyer para el Escalante. Llevábamos toda la producción en marcha y, de repente, empezando a ensayar se pone a llover y nos dicen que se cierra el Escalante. De hecho, a partir de ahí cerró definitivamente por todo el tema del peligro de su infraestructura. Fue como ¡dios mío, ¿y ahora?! Tuvimos que rehacerlo todo, se trasladó la producción al TEM y… empezó a llover y el Teatre El Musical, también con goteras, tuvo que cerrar (ríe). Ahora nos reímos pero fue… hacer y rehacer, además con un nuevo director artístico que acababa de entrar en el Escalante, con la sala desmembrándose, con una producción en marcha que no sabíamos por dónde teníamos que ir ni en qué espacio… fue angustioso para todos, para el Escalante, para la compañía y para nosotras como equipo de producción, incluso en la distribución. Pero, afortunadamente, nos reímos porque es una de las producciones del Escalante que ha girado mucho, estuvo cuatro años de gira con un montaje de gran formato y nos ha traído muchísimas alegrías, pero aquello fue de ¿en serio? ¿qué más nos puede pasar?
¿Cómo afrontastéis los duros momentos de la pandemia?
Laura: Lo pasamos muy mal en la pandemia. Las dos semanas previas al confinamiento nos las pasamos al teléfono 12 horas cancelando, cancelando, cancelando, cancelando con lágrimas en los ojos pensando que nos íbamos a tomar por saco. Intentábamos templarnos el ánimo, cuando una estaba hundida la otra no.
Mª Ángeles: Nos descapitalizamos como todos. No mandamos al equipo de entonces al ERTE, decidimos que sí teníamos que salir de aquello era con el equipo. Peleamos mucho y trabajamos hasta 18 horas diarias reinventándonos, activando las redes, buscando fórmulas para cuando pasara todo ver de qué manera podíamos hacer otras cosas para generar movimiento, peleando para conseguir recuperar funciones… Y estamos muy orgullosas porque pudimos recuperar, al final, un 80% de todo lo que a nosotras se nos canceló, que fueron un número muy alto de funciones
¿Cuándo os disteis cuenta que a+ ya era una realidad como proyecto?
Laura: Es que fue algo tan brutal, tan rápido que no nos dimos cuenta… Si te pones a ver los números desde el 2013 y 2014 a los siguientes años hay un crecimiento exponencial multiplicado, sin ser conscientes. Fuimos trabajando y trabajando, nos empezamos a dar cuenta de que la empresa crecía, que los números crecían y que íbamos necesitando a personas que nos echaran una mano. Primero alguien de comunicación. Luego de gestión y producción en gira, Maria Boronat. Ahí es cuando vas viendo también que, gracias al equipo, puedes crecer. Porque antes lo hacíamos todo ella y yo, viajar, vender, hacer las hojas de ruta, la producción, la administración… absolutamente todo. Ahí empiezas a ser consciente de que esto tiene una estabilidad y está creciendo y que hay que crecer con un equipo.
Mª Ángeles: Y lo que nos hemos dado cuenta es dónde parar, que es donde estamos ahora, parar en el sentido de no crecer más en distribución o, buscar o encontrar, hacerlo de una manera más tranquila. Es que fue todo muy rápido y eso, en verdad, lo que denota es que hay una falta de empresas de distribución. Porque no es que seamos las mejores y hayamos crecido, hay muchísimas empresas de distribución, y son todas fantásticas, y cada una tiene su estilo propio, sino que no hay suficientes. Las compañías, los artistas, necesitan que haya gente que les acompañe en este sentido.
Laura: Por ejemplo, en València no hay muchos distribuidores. Está Teresa de Juan que tiene una distribución ecléctica como nosotras, aunque nosotras vamos más hacia las nuevas dramaturgias y el teatro familiar. Está Cámara Blanca que, principalmente, distribuye danza y circo; está Ikebanah que distribuye principalmente espectáculos de pequeño formato y trabaja la distribución internacional sobre todo; Pro21 que lleva grupos de música y algún espectáculo de teatro pero muy poco; y luego están María Minaya que lleva cosas diversas, bastante comedia, o Lola Domingo de L’Estiba Cultural, pero no hay muchas más. Luego están las compañías que no tienen distribuidor propio o se están distribuyendo ellos, es complicado. No hay personas que trabajen para una empresa de manera individual ni tantas distribuidoras como para absorber todo lo que el mercado está generando, hay muchas propuestas.
Cuando empezasteis, ¿teníais algún referente?
Laura: No, teníamos referentes de lo que no queríamos hacer. Determinados estilos, maneras de trabajar antiguas de empresas de distribución eran muy cerradas, una especie de lobbies a los que era muy difícil acceder, parecían dioses del Olimpo. Entonces, lo tuvimos claro, no queríamos repetir ese modelo, queríamos estar cerca de las compañías, sin esa barrera frontal, pudiendo hablar siempre con nosotras, responder siempre a los mails, estar como cercanas, ser como éramos.
Mª Ángeles: No, no hemos tenido ningún modelo, no ha habido ningún ejemplo con el que dijéramos «queremos hacerlo así». Sí hemos podido tener el deseo de trabajar con alguna compañía en concreto. Y, como dice Laura, hemos tenido muy claro lo que no hemos querido hacer, donde no nos sentimos cómodas y lo que jamás haremos. La coherencia no se construye por inercia. Yo creo que esa es una de las características de a+.
Laura: Esa y el pico y pala.
¿Cómo veis el panorama de las artes escénicas en València?
Laura: Vamos a intentar resumirlo porque sería muy largo.
Mª Ángeles: Y muy subjetivo.
Laura: Creo que hay mucha creatividad y la cantera valenciana tiene muchísimo talento. Tenemos propuestas muy interesantes, compañías muy punteras, compañías referentes a nivel nacional, no solamente en a+. Estoy hablando de danzas, de teatro, de artes de calle, de circo… Hay un talento maravilloso dentro de nuestra Comunidad, algunos afortunadamente traspasan las fronteras y otros no, y algunos curiosamente trabajan más fuera que aquí.
Luego, a nivel administrativo y de ayudas y demás, creemos que hay una superproducción, que las ayudas o subvenciones no están beneficiando que haya otros modelos de trabajo, porque al final lo que buscan es que todo el mundo produzca y que se mantenga con eso, un poco, el café para todos. Es verdad que con las asociaciones se está trabajando para que haya una evolución, un cambio… Por lo menos ahora se escucha las propuestas de la asociaciones para los cambios de las bases…, pero aún así queda mucho por hacer, por ejemplo, en las ayudas que han salido tanto bienales de salas como bienales de compañías. Hay mucho que mejorar porque todavía siguen persistiendo prácticas muy antiguas. Y estamos peleando desde dentro para que eso evolucione.
Es verdad que la administración es un mamotreto enorme al que le cuesta avanzar, pero también es verdad que siempre dicen que hay ciertas cosas que no se pueden hacer cuando no es así. Es una cuestión de voluntad. Sabemos que en otros sitios se ha hecho, tenemos las referencias, solamente hay que querer hacerlo y buscar el camino para poder hacerlo.
Mª Ángeles: Como soy la más vehemente solamente voy a añadir que hace más el que quiere que el que puede. Creo que con toda la cantera maravillosa que tenemos de creatividad en nuestra Comunidad queda mucho por hacer. En más de 30 años que llevo en la profesión, lo único que veo son cambios donde no cambia nada.