Dansa València renació en 2017. Danseta lo hizo en 2018. La parte de la programación del festival dedicada a un público infantil y/o juvenil mantiene este año el espíritu con el que se recuperó. Montajes que no entienden de edades y que «hacen reflexionar sobre temas de calado social». En esta edición ponen la mirada en la igualdad de género. Tres son las obras seleccionadas:
El cuento de Persépolis (La Coja Dansa). 16 de abril, 16.30h, Carme Teatre.
Rebelión (Marea Danza). 16 y 18 de abril, 19h, Palau de les Arts,
Volumen 1 (Mucha Muchacha). 17 de abril, 13h, La Nau.
La programación de Danseta es, también, una excelente oportunidad, para preguntarnos por las particularidades de las artes escénicas dirigidas a ese público infantil/juvenil. ¿Cómo trabajan las compañías el proceso creativo? ¿Cómo perciben que son esos espectadores? ¿Qué importancia tiene que un festival les abra las puertas y los escenarios? A todo ello han respondido los responsables de los tres montajes. Pero antes, como primer acercamiento a sus producciones, les hemos pedido que nos hablen de ellas.
«El cuento de Persépolis es un espectáculo de danza contemporánea para público familiar», explican Raúl León y Tatiana Clave, directores y autores del montaje. «Desde la danza, el cómic y las visuales indagamos en el universo de la ciencia ficción como forma de especular con otros futuros posibles en especial en lo referente a las cuestiones de género».
«Rebelión es una obra infantil dedicada a las mujeres y los hombres del mañana», habla María Cárdenas, que codirige la pieza junto a Xavo Giménez (La Teta Calva). «Muestra el espejo en el que no nos gustaría que nuestros hijos se miraran de mayores por un lado, y por otro, ese instinto de rebelarse ante las injusticias que muchas veces vamos perdiendo con el paso de los años. Basada en «Rebelión en la granja» de George Orwell, optamos por hacer una adaptación en la que aquellos animales que antes estaban en la granja, ahora ya están en el matadero. La historia se desarrolla en Jones, industria cárnica, y en este caso, son las trabajadoras las que son tratadas como animales. Buscando la producción. Los resultados. Los beneficios. Pero ¿para quién? «Rebelión» es un espectáculo de danza combativa, una sátira del totalitarismo a ritmo de rock, flamenco, pop, guajiras y humor. Un rayo de luz en medio de tanta oscuridad.
«Volumen 1 es una pieza breve con la que retomamos algunos mitos universales de la danza para reinterpretarlos y ver cómo se transforman, por ejemplo la Haka neozelandesa de las guerreras maoríes, el asesinato de una virgen en La Consagración de la Primavera o el trance colectivo del Bolero de Ravel». Las pistas nos las dan desde el colectivo Mucha Muchacha, responsables de la misma, que también ahondan en el trabajo llevado a cabo: «En el año 2016 comenzamos un proceso de documentación sobre las mujeres artistas de la Generación del 27, conocidas como Las Sinsombrero. Y este fue sin duda el punto de partida de la pieza, centrada en los conceptos de empoderamiento, determinación, voz, participación, libertad y cooperación. «Volumen 1″ habla del ahora, de lo que está sucediendo, de cómo nos sentimos dentro de este tiempo. Mencionando a Rowlands (1997), nuestra creación se apoya en las tres formas de empoderamiento: “El poder para, el poder con y el poder desde dentro”. Nuestro reto en este sentido es expresarnos a partir de la danza contemporánea y de la danza española, pero ponerla en crisis por su capacidad de transformación y de diálogo con otras artes. Volumen 1 es también nuestra declaración de intenciones alrededor de la creación, del movimiento, la comunidad, la feminidad y el rito».
¿Se afrontas igual el proceso creativo de una obra si es para un público infantil-juvenil o más adulto?
Raúl León y Tatiana Clave: El equipo ha trabajado con mucha intensidad el proceso creativo y de producción del espectáculo. La estructura de este proceso es similar en todas las producciones de La Coja Dansa. Nos caracterizamos, desde siempre, por trabajar nuestros espectáculos para público familiar con el mismo interés, intensidad, presupuesto y cariño, que los de público adulto. Si es verdad, que en nuestros tres espectáculos anteriores para este tipo de público (Retrats habitats, Amagatall, Desgel) hemos prestado especial atención a lo narrativo y al diseño de personajes. En los espectáculos para adultos trabajamos desde otros lugares, en ocasiones partimos de conceptos o estados del cuerpo y la escena.
María Cárdenas: Nosotros lo afrontamos de la misma manera, poniendo toda la carne en el asador. La diferencia está en los recursos que se utilizan, el tipo de lenguaje, la claridad, la síntesis. Pero el objetivo es el mismo, contar una historia que movilice, si no ¿para qué? Además, para ser sincera, no tenemos un proceso creativo determinado. Cada vez es diferente. En el caso de la danza, buscamos síntesis y claridad porque la danza ya es de por sí, abstracta. Y en el caso del flamenco, acercarlo al público infantil a través de su fuerza, de fusiones musicales y por qué no, también del humor.
Xavo Giménez: Puede que dejemos de lado la recreación en la dureza para dar cabida a imaginarios evocadores. El dolor y la angustia sigue presente, pero desde las alegorías y el sarcasmo que la propia obra de Orwell esconde.
Mucha Muchacha: La verdad es que «Volumen 1» no fue creada para público juvenil. En su proceso de creación primó la idea creativa y dramatúrgica del empoderamiento femenimo, es decir, de nuestro empoderamiento como mujeres creadoras en pleno siglo XXI. Confiamos en el criterio de programación del Festival Dansa València, que ha creído oportuno enmarcar la pieza en ese contexto del festival. Por nuestra parte, tenemos muchas ganas de ver cómo reacciona un público tan joven. En nuestra forma de crear y de entender la escena, ponemos toda nuestra atención en que todo esté en contexto con la actualidad. Con esto queremos decir, que existe una investigación compleja sobre cómo la danza, y sobre todo la danza española, puede desarrollarse y actualizarse para ser totalmente un discurso del ahora. Es por esto que creemos que nuestro trabajo funciona muy bien con un público que no está habituado a la danza. Un público más abierto y sin prejuicios.
Desde el punto de vista creativo, ¿qué ventajas, retos y dificultades tiene ese público infantil-juvenil?
Raúl León y Tatiana Clave: Pensamos que La Coja Dansa, siempre se ha acercado muy bien a este segmento de edad. Cuando hemos compartido tiempo con el público después del espectáculo, hemos percibido el interés por nuestras propuestas, y también la conexión tan particular que producen las artes vivas en su contacto directo con el público. En los espectáculos para público familiar es la propia compañía quien busca qué les puede interesar para aproximarnos al universo cultural que manejan, desde un sector como son las artes escénicas que, en principio, les puede resultar anacrónico o ajeno. Puede que parte de esta «sincronía» tenga que ver con la escucha que hemos desarrollado como madre/padre y con nuestra labor como docentes en diferentes capas de edad.
Xavo Giménez: Como en el teatro para adultos hay diferentes públicos dentro de esta etiqueta de teatro familiar, infantil o como se le quiera llamar. No es lo mismo el que va a ver una Caperucita Roja con pelucas brillantes que el que va a ver a Ultramarinos de Lucas a la Sala Carme. Es como querer comparar la programación del Olympia con la programación de La Mutant. A Quique San Francisco con Angélica Lidell. Dejando claro esto, cada uno se ubica en el océano que prefiere. Un teatro (ya no volveré a decir para niños) más experimental donde juegan las imágenes, los estímulos, las atmósferas, los escenarios insólitos o un teatro más lineal donde los personajes se asemejan a las estructuras aristotélicas de héroes y vencidos. Con «Rebelión» estamos en un terreno fronterizo entre lo comercial y lo experimental. Una pieza que deseamos que entre por los ojos y por el estómago. No sabemos la ventaja o el inconveniente. Venimos a trabajar con la incerteza y la intuición, poco más. ¿El reto de actuar para este público? que vuelvan al teatro.
María Cárdenas: El reto está en abandonar los prejuicios que se tienen hacia el “público infantil”. Dejar esa supremacía adulta de “¿lo entenderán?” y atrevernos a abrir mundos sensoriales en donde los niños nos llevan distancia. La pregunta debería ser, ¿seremos capaces de sorprenderlos?
Mucha Muchacha: La ventaja quizás sea esa, la de ser de los espectadores menos sujetos a los convencionalismos. Que se sitúan ante las cosas y ante la vida con cierta mirada limpia, lo que no quita su capacidad de formar un juicio propio sobre aquello que reciben. Pero para nosotras no cambia nada, el reto, el compromiso siempre es el mismo, conseguir conectar al espectador con la realidad de la escena. Inconvenientes con respecto al espectador nunca los hay.
¿Qué importancia tiene que un festival como Dansa València programe Danseta?
Raúl León y Tatiana Clave: Es muy importante poder mostrar en nuestra ciudad nuestros trabajos, tanto de adultos como familiares. Danseta refleja y da cabida a una realidad dentro del sector, como es que las empresas de danza producen espectáculos para público familiar, que lo hacen con tanta calidad que merecen ser distribuidos y vistos en muchos otros teatros.
Xavo Giménez: ¿Llevar a tu hija a ver a una persona sudar en directo? ¿Eso se puede hacer? ¿Existe? Que las niñas y niños se acerquen a la danza en este festival, ahora y antes, es la vacuna. Yo no soy bailarín, ni coreógrafo. No sé ni tocarme la punta de los pies sin doblar las rodillas. Pero he trabajado con algunas compañías como ahora Marea y lo que veo es un grado nivel supremo de entrega, de amor, de lucha, de profesionalidad que ya querría el teatro. Tal cual. Y ese sudor contagia. A grandes y pequeños. Danseta nos lleva a un teatro familiar en búsqueda del lenguaje, en riesgo y compromiso, porque eso es la danza para mí. Son espacios donde alojar propuestas que habitan en la duda. Danseta debe ser una tempestad y al mismo tiempo un lugar donde pasar una mañana con mi hija. Si quieres, puedo bailar un poco y te lo grabo para que lo entiendas mejor.
Mucha Muchacha: Es muy guay que hayan dedicado un espacio de la programación al público más joven, y que lo hayan enfocado a un tema social como es la igualdad de género. Más que un llamamiento a los más jóvenes, nos parece también una llamada a los adultos. En nuestro caso, pensamos que quizás pueda haber gente que no lleva a sus hijos a ver piezas de danza como la nuestra, porque tratan temas que a priori parecen complejos o porque simplemente no llevan la etiqueta de juvenil. Nosotras siempre intentamos poner “Para todos los públicos” porque creemos que lo que contamos en la escena lo hacemos de una manera que puede ser recibida por todos. A este respecto, deberíamos tener más confianza y ser más conscientes de la gran capacidad de comprensión que tienen los jóvenes, porque es sorprendente, y a veces pecamos de infantilizarlos demasiado o de infantilizar demasiado las cosas que van dirigidas hacia ellos. También pensamos que es importante que nos planteemos empezar a educar en la diversidad, porque en el mundo, desde siempre, hay muchísimas realidades, tantas como personas, y no se pueden medir, explicar o comprender bajo el baremo de que todas son iguales. Porque ciertamente no es así, no todas las personas somos iguales. El mundo es diverso y eso es lo que lo hace maravilloso.
Dansa València 2021 en Verlanga:
Guía exprés de Dansa València 2021