Once ediciones llevan los Premios del Público de la Sala Russafa dando voz a los espectadores que todas las semanas ocupan sus butacas. Unos galardones que después de dos años marcados por la pandemia (la de 2020 tuvo que cambiar de fechas y la de 2021 aún se realizó con algunas de las medidas sanitarias vigentes) recuperaron la ansiada normalidad.
Como ya es habitual, tras cada función a lo largo de la temporada, los asistentes han podido emitir su voto de manera física, depositando su papeleta de votación en una urna instalada en el hall del centro cultural, o telemáticamente, en su web. Simplemente tienen que puntuar del 1 al 10 el espectáculo que acaban de ver. Y, el que mejor nota media obtiene, se hace con el premio.
Desde Verlanga hemos vuelto a colaborar con los galardones, apadrinando el Premio al Espectáculo Revelación, que en esta ocasión fue para Conquistadores, de la formación extremeña Proyecto Cultura, por la originalidad de esta propuesta que recorre con estética contemporánea, mucho humor y algo de absurdo la conquista de las Américas para desmitificar este periodo histórico.
El Premio del Público de Sala Russafa al Mejor Espectáculo Valenciano, en colaboración con Urban- Levante EMV, fue para Frau D., de la formación Triapasón. Esta comedia musical sigue el modelo ‘Off Broadway’, con tres intérpretes para contar y cantar una divertidísima historia sobre el fracaso.
El Premio del Público de Sala Russafa al Mejor Espectáculo Nacional, apadrinado por la revista cultural Makma, recayó en J’Attendrai, una pieza de los madrileños Producciones Inconstantes, una conmovedora pieza que explora el sentimiento de culpa de quienes sobrevivieron al horror nazi.
Dentro de la programación escolar y familiar, fue sido distinguido Ali i Maggie, misteri a la biblioteca, como Mejor Espectáculo para Niños y Niñas, apadrinado por el C.C. Nuevo Centro. La formación valenciana Trajines firma esta aventura que reivindica el papel de la mujer en la cultura.
Y, en cuanto a las propuestas musicales que han pasado por el escenario del teatro valenciano, los espectadores han escogido Cantando a las poetas del 27, de Sheila Blanco, como el Mejor Directo Musical. Este galardón, apadrinado por la revista especializada Mondo Sonoro, reconoce tanto la interpretación de la pianista y cantante como la labor de investigación y difusión que hay detrás de este proyecto, que transforma en canciones los versos de escritoras que, en demasiadas ocasiones, sufrieron el olvido por exilio interior o exterior tras la victoria del franquismo.
El Premio al Mejor Texto, que cuenta con el respaldo de la Fundació Bromera, fue para El abrazo de los gusanos, firmado por Paula Llorens para la compañía Cactus Teatre. Una emocionante propuesta con toques de humor que habla de la salud mental y de la amistad.
El palmarés de esta undécima temporada se completa con el Premio al Espectador que ha recaído en Carmen Valls. El público también recibe su reconocimiento por apoyar a las artes escénicas y por participar en las votaciones de estos galardones ya que, entre todas las papeletas recibidas, se escoge una al azar y su autora, en este caso, recibe un abono para disfrutar gratuitamente de todos los estrenos de la próxima temporada valorado en unos 300€.
Por último, el Premio ESCENA que tiene por objetivo agradecer a una personalidad del ámbito de la cultura su apoyo a las artes escénicas y su trabajo para dinamizarlas, lo recogió Maite Ibáñez, concejala de Acción Cultural en el Ayuntamiento de València. Un puesto desde el que, entre otras muchas funciones, se encarga de las políticas referentes a las artes escénicas y juventud. La Sala Russafa ha destacado su apertura para el diálogo, su trabajo para mantener e incrementar las inversiones destinadas a salas y compañías, así como la labor desarrollada por los teatros municipales, que sirven de estímulo a la escena mediante residencias creativas y programación, además de contribuir a la creación de públicos.
Con este premio se completa el palmarés de una iniciativa que arrancó desde la inauguración del centro cultural de Ruzafa, en 2011, y cuenta con la colaboración de los padrinos de varios de los premios, que aportan el galardón que reciben los ganadores. Pero, sobre todo, se mantiene gracias a la participación del público que, con sus votaciones ofrece un reconocimiento a quienes han llenado de creatividad, emociones e historias la programación de Sala Russafa durante toda la temporada.