Yamna Amer, Hatim Cocou, Driss Ransem e Ismael Jabe son menores y llegaron a nuestro país desde el otro lado del Mediterráneo. Aquí han encontrado una doble casa. En la que se alojan y la que están construyendo en la pieza escénica The dreamers, que se podrá ver en el Festival 10 Sentidos (Estudio Taiat Dansa, 8 de mayo). En ella comparten su propia historia, abren las puertas de su experiencia para dar a «conocer de primera mano las ilusiones y esperanzas que los han llevado hasta aquí». Ahora que la ultraderecha que madruga poco y miente mucho ha puesto en la diana a los MENA (Menores Extranjeros No Acompañados), proyectos como este son todavía más necesarios. Raquel Moron tuvo la idea y firma la dirección. Le hemos pedido que nos cuente cómo ha sido el proceso de construcción desde dentro, en tres actos: Creación, Preparación y La obra. Suya es la palabra:

Creación

La idea «The dreamers» surge de la Plataforma Girona Acull, entidad que trabaja sobre temas de refugiados y migración. Formo parte del colectivo de forma voluntaria, y nos encontremos en la situación en que educadores de centros nos vinieron a pedir ayuda, se encontraron con que muchos jóvenes cumplían los dieciocho años y la administración los abocaba a la calle, sin alternativas. Nos llevó a hacer concentraciones, a buscar casas para estos jóvenes y ruedas de prensa para poner de manifiesto esta situación. Personalmente, llevo tiempo trabajando a nivel profesional como artista visual especializada en proyectos artísticos comunitarios o de transformación social, también en los últimos años sobre recorridos sensitivos y propuse hacer un proyecto artístico donde se recogiera en primera persona los testimonios de estos jóvenes, un lugar para compartir y crear redes de apoyo.

Preparación

Fui a buscar cuatro jóvenes que hubiesen tenido la experiencia de venir a España como menores no acompañados, los nombrados MENA, y que además tuvieran inquietudes artísticas. Que de alguna manera el arte también formara parte de sus vidas como una forma de expresión: Yamna escribe poesías, Driss es actor y cómico, Ismael es cantante y actor y Hatim es rapero y clown.

Ha sido un proceso de cocreación: primero trabajo la idea de la CASA, la casa como refugio del Alma, la casa que dejaron atrás en su infancia sin completar un proceso vital , la casa que se están construyendo con todas las dificultades, y la casa soñada. Eso nos llevó a crear el espacio-instalación. Después, durante 5 meses muy intensos trabajamos sus historias, sus pensamientos, sus sueños y se trasladó a las propias historias que escuchan y comparten los «espectadores», que también participan, y su participación se entrelaza con cada historia que es muy distinta y lo que proponen al público también depende de las inquietudes artísticas y personales de cada joven.

La obra

El resultado final ha sido la creación de una instalación-recorrido vivencial, no es una obra de teatro, sino un lugar y un momento donde convivir, crear lazos. El público que se convierte en huésped, es muy reducido, solo seis personas para cada historia, con la idea de crear un espacio íntimo, un refugio. Además, solo podrá entrar dentro de una historia, y eso que en principio sería un hecho casual, seguramente no lo es tanto.

Para los jóvenes, «The dreamers» ha sido un punto de inflexión en sus vidas, un lugar donde pueden ser ellos mismos y compartir su talento y autenticidad, además de su lucha para tener un lugar en el mundo sin ser rechazados por su origen, un lugar donde ser libres, donde en definitiva todos seamos libres.

 

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