Pablo Caracol es el autor del cartel de Navidad con el que el Ajuntament de València felicita, este año, las fiestas. Luis Demano ha colaborado con él realizando el lettering. Le cedemos la palabra al primero para que nos cuente cómo fue el antes, el durante y el después de su trabajo:

«Para mi sorpresa, un día al empezar mi ritual mañanero de revisar, leer y responder correos me encontré en la bandeja de entrada con un email de la Oficina de Publicidad y Anuncios Oficiales, Asunto: Presupuesto Imagen Navidad 2020. No se a cuanta gente enviarían el correo, pero a los pocos días de presentarlo me escribieron para decirme que este año sería yo el encargado de llevarlo a cabo, y aunque obviamente yo siempre prefiero y defiendo la modalidad de «Llamada a proyecto» fue toda una alegría».

«El hecho de contar con Luis vino a posteriori. Cuando reflexionaba en torno a la elección de la tipografía pensé, qué mejor manera de acompañar un cartel navideño que un buen lettering, y mucho mejor aún hacerlo con una gran profesional y amigo como lo es Luis Demano. Aunque tengo que admitir que él no fue mi primera opción (risas).

«Obviamente he tenido en cuenta el año que hemos pasado y los sui generis que serán estas Navidades, creo que hubiese sido muy desacertado por mi parte hacer el cartel navideño para la ciudad ignorando la situación de pandemia que vivimos; una situación que obviamente marcará la manera de configurar las fiestas de este año».

«Por un lado quería encontrar una gama de colores que fueran fácilmente asociados a la Navidad pero que por el contrario no fueran típicos, quería que fuera una escena coral, pero obviamente con aforo limitado, algo más bien intimo, y por último que convivieran en el la sensación de celebración, pero también el hartazgo y la rabia, la cual creí que era más más fácil de legitimar en un niño».

«La idea es que el cartel tuviera un aire de celebración y festividad, que transmitiera el mensaje de que es posible disfrutar de muchas de las tradiciones y actividades propias de estas fechas pese a lo difícil de las circunstancias, de ahí que dejara en un segundo plano la presencia del virus, la mascarilla colgada y camuflada junto al resto de adornos y esta micro escena de la niña rompiendo de un pisotón el «virus/adorno navideño», obviamente esto hace una alusión directa al hartazgo que todas estamos viviendo».