Bibliotecàries Salvatges: María Díaz Tébar, Javier Molinero, David Azorín, Néstor Mir y Ana Álvarez Roca. Foto: María Visuals.

¿Qué?

Bibliotecàries Salvatges es un colectivo heterogéneo y poroso formado por tres bibliotecarios, un arquitecto y una archivera, que se unen en la creencia de que las bibliotecas se pueden imaginar de otras maneras y formas para relacionarse con el mundo; pueden -y deben- ser un recurso esencial en la sociedad de la información, un motor que impulse a las personas al pensamiento crítico y a la acción. A partir de esa certeza, nace el colectivo Bibliotecàries Salvatges, arrancando con un proyecto que ponga en jaque el concepto tradicional de biblioteca: “BED”, Biblioteca Expandida Deslocalizada, ubicada en La Marina de València y a través de la cual han articulado un intenso programa de actividades.

¿Quién?

Las personas que hacen posible les Bibliotecàries Salvatges son cinco y no todas están relacionadas directamente con el mundo de las bibliotecas lo que es justo uno
de sus puntos de fuerza. Incluso los del​ métier​ más formal del colectivo son híbridos y salvatges​, como Néstor Mir que, además de bibliotecario, es músico, dramaturgo y dinamizador cultural; o como María Díaz Tébar, bibliotecaria especializada en alfabetización informacional y digital, y docente empedernida de la alfabetización crítica, cosa que comparte con la archivera Ana Álvarez Roca, quien a su vez compagina los talleres específicos con su dedicación a procesos de transformación digital de archivos y el diseño de sistemas centrados en el usuario. David Azorín es un entusiasta de las bibliotecas escolares y amante de las nuevas tecnologías, en especial de la conectividad que proporcionan las redes sociales (es, de hecho, quien habita los perfiles de @BSalvatges) y la rara avis es Javier Molinero, arquitecto de formación, quien siempre trabaja desde la frontera de la propia disciplina, cuestionando la habitabilidad y funciones de los espacios y reformulando sus propias necesidades y usos.

¿Lo próximo?

Bibliotecàries Salvatges, con BED, ha articulado, en pleno corazón de La Marina de València, un espacio vivo planteado para el aprendizaje colectivo: para leer, trabajar, jugar, imaginar y reenfocar cuestiones aprehendidas socialmente en relación con las tecnologías, la creación sonora, la ilustración, la construcción o al hecho mismo de la lectura. BED es la manera de demostrar que una biblioteca puede construirse a partir de recursos limitados, conviviendo en un espacio –aparentemente- inapropiado y efímero. Charlas, talleres, juegos y diálogo frente al mar ha sido la carta de presentación a la ciudad, y el futuro de esta aventura vendrá determinado por el feedback, usos, colaboraciones y recursos que su misma actividad genere.