Un lobo va al médico porque le duele la tripa. Cuando este le pregunta en su consulta qué comió, el animal le responde con la frase que bautiza al libro. Cuando abre la boca queda en evidencia que ha mentido. La escritora y poeta valenciana Mar Benegas y el ilustrador Andreu Llinàs parten de esta premisa argumental para contar en ¡Si no comí nada! (Combel Editorial) una historia tan delirante como divertida, con un punto gamberro y estrambótico, en la que imaginación se antepone a todo.
Se trata, además, de un homenaje explícito a los cuentos de toda la vida, algunos de cuyos personajes van desfilando por las fauces del lobo. Brillante idea que no solo abre una segunda lectura, sino que despierta la atención y expectación del posible lector pasivo ante lo que está por llegar y le integra en el relato. Un juego de referencias muy respetuoso con los más pequeños, como suele ser habitual en Benegas, apelando a su inteligencia, a ser tomados en serio, sin proteccionismos narrativos.
Las ilustraciones de Llinàs (con cierto reminiscencia a John Hubley y otros clásicos del cartoon) y las rimas de Benegas (con en ese punto de humor tan Gloria Fuertes) confluyen en un relato en el que suman y mucho, el tono cómico, el ritmo y la puesta en escena casi cinematográficos, los desplegables diseñados, las referencias reconocibles o la disparatada historia sin freno que nos cuentan (con un final tan atrevido como merecía).