Texacco son Violeta Ausina (Orxata Sound System), el escritor y músico David Pascual aka Mr. Perfumme (Jackson Milicia), Albert Roselló ( El Futuro Peatón, Megaphone ou la mort), Juan Clavel (Golden Peluco) y Santi Serrano (Carmina Burana, Emma Get Wild).

Nacidos durante la pandemia, «Virgen de la periferia» es la primera canción que han compartido. Una oración postapocalíptica para bailar. Un hit de verano de humo, polución y tuercas por el que se asoman grietas de esperanza. Alguien encendiendo y apagando el interruptor de la luz de manera frenética. Ellos hablan de The Jesus and Mary Chain o de Vainica Doble y birlan unos coros de serie b.

La canción cuenta con un magnífico vídeo realizado por el valenciano Marc Guardiola (en su curriculum la serie documental Once Upon an Artist, este clip de Santero y los Muchachos, esta joyita sobre el Mercado de El Grao o, lo más reciente, unos spots sobre los beneficios de consumir huevos que seguro habéis visto en la tele) con quien nos adentramos en las interioridades creativas y técnicas del mismo.

¿Cómo fue el proceso de creación del vídeo?

Cuando David (Mr Perfumme) me propuso hacerles un videoclip, llegamos a un trato. Ellos no tenían presupuesto para el videoclip, y yo en aquel momento tenía ganas de experimentar con un look que había estado tanteando anteriormente y que me seducía mucho. El trato fue tener libertad creativa en la narración y la ejecución a cambio de entregarles una pieza hecha por amor al arte. Cuando escuché la canción, lo primero que me vino a la cabeza fueron retratos desoladores de gente que pasa por una crisis existencial. A partir de ahí las tres historias vinieron solas.

¿Por qué optatase por que lo protagonizaran personas-caballo?

Texacco, con ese nombre, la afición de Mr Perfumme por el western, lo fronterizo, lo polvoriento, el surrealismo y la provocación, todo eso junto, hizo que surgiera la idea. En realidad, contar historias de personas reales que rompen la barrera de sus crisis, a simple vista, me parecía insuficiente. Crear un mundo paralelo de personas-caballo me ayudaba a justificar cualquier locura que viniese a continuación, a la hora de escribir las historias. Además, el entorno 3D me permitía plantear prácticamente cualquier cosa sin preocuparme por cosas como costes de rodaje.

¿Qué técnica empleaste?

Normalmente trabajo con un software de 3D que se llama Cinema 4D. Allí se crean todas las escenografías, se modelan los entornos, los personajes, y se animan personajes y cámaras, como una realización audiovisual cualquiera, con la ventaja de que se puede operar la cámara a placer, con total libertad de movimientos. La imágenes generadas en 3D se exportan con colores planos, muy vivos, y estas imágenes son utilizadas después en un programa de edición de video y efectos visuales que se llama After Effects. Estos colores planos son utilizados como máscara para “imprimir”, sobre una textura de papel, otros colores que imitan una emulsión de tinta. Para entendernos, como si se imprimiesen los fotogramas sobre el papel, con la técnica de la litografía, empleada sobretodo en la primera mitad del siglo XX, de la cual recordamos los carteles de la propaganda soviética, o de la época Art Nouveau.

¿Qué papel juega el color en lo que se nos cuenta? ¿Por qué optaste por esa gama?

Cada personaje tiene una paleta de color, su imaginario cromático. La utilización de pocos colores era un reto a la hora de imitar el estilo Art Nouveau de los carteles antes mencionados. Esto me obligaba a minimizar recursos. En la animación se imita también la técnica del stop-motion, llegando incluso a provocar intencionadamente errores de emulsión de color, para conseguir el efecto de superposición de color (la suma de dos colores que como resultante dan otro diferente). Jugando con colores vivos, este juego de “errores buscados” es estéticamente más interesante.

Texacco.

El vídeo se desarrolla por espacios muy distintos entre sí (una carretera, una lavadora, el mar, el aire…) y alejados de «la realidad habitual», pero al mismo tiempo funcionan a la perfección narrativamente.

Cada personaje atraviesa por un momento de crisis existencial. En el clímax de esa crisis, cuando podríamos pensar que están abocados al suicidio, el propio acto es en realidad liberador, tirarse por el balcón para volar, meterse en la lavadora para bucear, etc. Lo que en realidad sucede, para mí, es que somos testigos de sus anhelos, reflejados en una travesía fantástica, una especie de paréntesis vital. Les acompañamos en su desahogo. Por tierra, mar y aire, para abarcar cuantos más escenarios mejor.

¿Qué referentes cinematográficos tuviste a la hora de realizarlo?

En realidad nunca tuve un referente claro, al menos consciente, aunque seguro que el subconsciente me ha ido guiando en algunos casos. El estilo de realización sí que se pensó para cada personaje, siendo ella un poco más neoyorquina (Scorsese), el de la lavandería un poco más noir, y el del atasco más europeo (La Haine).

Puedes ver a Texacco en directo el próximo 26 de febrero en La Pérgola compartiendo cartel con La Paloma y Wind Atlas.