Aquí también pasaron cosas en los noventa, aunque por unas u otras razones siempre haya quedado minimizado respecto a la oferta que existía en otras zonas del país. Big Score fueron de lo mejor que ocurrió. La intensidad de sus canciones no estaba reñida con melodías frescas y adherentes. En directo, lejos del decálogo indie introspectivo, se divertían y nos divertían. Se cumplen veinte años de su primer disco grande. Suficientes para pedirle a Vicente Martínez (voz) que busque en su memoria y radiografíe lo que envolvió aquella grabación.
«With Background Music», Big Score (1999, Tranquilo Niebla Discos)
Vicente Martínez (vocalista), Pablo Gómez (guitarra), Luis Martínez (guitarra), Juan Carlos Ballester (guitarra), Juan Luis Gómez (bajo) y Tino Nocedal (batería) formábamos Big Score, o lo que es lo mismo, un grupo de Indie Rock de los 90’.
Casi diez años después del primer concierto, en 1999 grabamos nuestro primer álbum “With Background Music”. Anteriormente publicamos “Smash your head”, una maqueta en casete, “In Debt”, un single en vinilo, con Radiation Records, el sello que editaba los discos del Inquilino Comunista. Habíamos grabado en Gijón con Paco Loco “Mucha Muchacha”, creado nuestro propio sello discográfico Half Moon Records y editado dos ep´s, “Rocket” y “Best Tap-Tacking”, este último como premio por ganar el Circuit Rock de 1997.
Con el dinero de este premio construimos, en un primer piso, “Grand Canyon”, el estudio donde grabamos “With Background Music”. Cuando digo “construir” me refiero a que lo hicimos con nuestras propias manos. Los vecinos nos querían matar, no me extraña, imaginad a cinco tíos al 11 de volumen tocando “Youth Against Fascim” un sábado cualquiera a las cinco de la tarde. Entre mi hermano Luis Martínez y Pablo Gómez, se encargaron de la grabación de “With Background Music”. Un disco que editó Tranquilo Niebla y que alguien cercano a Virgin nos propuso grabar de nuevo en castellano para, quién sabe, si editarnos el disco. Dijimos que NO.
En “With Background Music” estaban todas la influencias que nos habían acompañado desde el principio, Sonic Youth, Teenage Fanclub, Pixies, Pavement, Superchunk, Yo la Tengo, Nirvana y mil grupos más. Siendo sinceros, y por mucho que a algunos les pese, en los noventa, estos grupos y los de su generación eran los que estaban cambiando las cosas.
Durante el proceso de grabación nuestro Rock&Roll way of life lo formaban nuestro local de ensayo en Xàtiva y Vatikano en l´Olleria, donde Julio, su dueño, pinchaba, a las tantas y a puerta cerrada, a los Replacements, Ben Vaughn, los Silos, …Un local en el que casi todos los fines de semana había conciertos. Por allí, durante años, pasaron Las Máquinas, Malcom Scarpa, El Niño Gusano, Killer Barbies…
Vatikano era nuestra casa, allí estaban Pablo y Fani, muy importantes en nuestra evolución musical y donde cada concierto que hacíamos era un desparrame, la gente disfrutaba de lo lindo y nosotros más.
Por el local de ensayo pasaban muchos amigos que después han tenido sus propios grupos o son músico de bandas como Jorge Martí (guitarra de Luis Brea), Juan Luis Tormo (bajista de Senior i El Cor Brutal), Jorge Álvarez (Cantante y guitarra de Radar), Álvaro Sancristobal (Testarosa), Miquel Àngel Landete (Senior), que por aquella época tenía un grupo, “Surfer Joe”, con mi hermano Luis que después montó Euro-Trash Girl y los estudios Little Canyon, Miguel Matallín (guitarra de Polar), Javier Ballester (batería) y Pedro Pérez como cantante y que, en muchas ocasiones, fueron nuestros teloneros.
En los conciertos de la presentación del disco íbamos a degüello, no había término medio. Al final de nuestra etapa y después de más de 500 directos (desde tocar en la calle a Arena Auditorium) había muy pocos grupos de nuestra onda que pudieran con nosotros. Cuando poníamos todo a tope aquello era como un trueno, como se podía leer en las camisetas que vendíamos en nuestros conciertos, “We call it rock”.