Belako. Foto: Sharon López.

Belako siempre han tenido sobrevolando la coda de la juventud, algo totalmente casual que se olvidaba viéndolos en directo, y que con el tiempo por razones obvias se ha ido esfumando. Después del verano publicarán su quinto disco. En Plastic Drama, el anterior, le metían diez palizas al DNI (por si aún había algún despistado con el rollo generacional a cuestas), una por canción, triturando las referencias facilonas. Y pasan los años, pero siguen tocando como si el mundo se acabara mañana.

Belako actúan este domingo, 4 de junio, compartiendo cartel con Xenia, dentro del ciclo Serialparc, en el Parc Doctor Lluch del Cabanyal, a partir de las 12h. Antes, el 25% del grupo comparte sus álbumes favoritos.


Misery Is A Butterfly (Blonde Redhead, 2004)

Este disco tiene mucha relación (o al menos para mí) con Belako. Me lo escuchaba en bucle el año en el que empezamos. Nuestro proyecto iba por otra parte, pero supongo que en algo nos tuvo que influir este sonido. Tendríamos como 19 años y estudiábamos Bellas Artes en la facultad de Leioa. Tenía un grupo de amigos precioso y ese año hicimos un viaje a la bienal de Venecia. Cris Liz formaba parte de esta cuadrillita y nos recuerdo allí, entre canales, escuchando «Equus», el último tema del Misery is a Butterfly. Es bonito pensar en lo inocentes que éramos y en todo lo que nos quedaba por descubrir.

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Tyranny (The Voidz, 2014)

El proyecto paralelo de Julian Casablancas es de las cosas que más me ha llamado la atención en los últimos años. He sido fan de los Strokes desde que mi primo Paulo me hizo una copia del Is This It un porrón de años atrás. Me encanta todo lo que hace Casablancas con la voz y con esta súper banda se sale. Me interesa mucho escuchar sonidos descontextualizados. En Belako hemos intentado siempre romper con los generos y aunque es fácil caer en comparaciones y etiquetas, cuando consigues salirte de la tangente, se siente uno realizado. The Voidz es el ejemplo perfecto de esto. Aunque tienen una estética muy marcada, no tienen miedo de llevar sus canciones a lugares indómitos. En el album Tyranny está una de mis canciones favoritas del mundo, «Human Sadness».

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Itoiz (Itoiz, 1978)

Me conozco de arriba abajo la discografía de Itoiz, pero he elegido el primer disco porque es del 78 y me parece alucinante que se hiciera esto en mi país dos días después de la muerte de Franco. También me parece importante porque me hizo ver la importancia que tiene cantar en tu propio idioma. Los primeros grupos que me llamaron la atención de adolescente eran anglosajones y casi toda la música que escuchaba era en inglés. El euskera o el castellano me sonaban raros normalmente, pero afortunadamente había ejemplos que me decían que estaba equivocado y con el tiempo he terminado apreciando más la música cantada en nuestro idioma. Este disco tiene letras como la de «Fosis Jauna» que me ponen los pelos de punta. Supongo que la misma letra en inglés no me diría mucho aún entendiendola. Al final es el idioma en el que te hablaba tu madre desde que naciste, algo tendrá que ver.

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London Calling (The Clash, 1979)

He puesto un disco de los Clash porque es de los primeros grupos que me inspiraron y me dieron ganas de hacer algo yo mismo. Aunque tengan canciones más complejas de lo que parecen, la vibra general es DIY. Lo que más valoro de la música y el arte en general es que sea contagioso. Me gusta que algo me motive y me dé ganas de hacer algo creativo. Este álbum es otro ejemplo de que me va lo ecléctico. Cada canción va por su cuenta, pero hay un hilo conductor. El sonido de la banda es muy reconocible y creo que a todo el mundo le gusta este disco. Es que es un diez. También he aprendido a separar el directo del estudio con este grupo. Gracias a ellos versionamos nuestras canciones de estudio de forma más cruda y simplificada en directo, omitiendo algunas capas y centrándonos en la espina dorsal de la canción. Me encanta esuchar temas del London Calling en vídeos de directos.

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Sigo Regando (Belako, 2023)

He elegido un disco mío. La gente que me conoce, sabe que no soy un narcisista ni un flipado, así que por esa parte estoy tranquilo. Además es bonito estar orgulloso de algo que hayas creado tú mismo. Odio que Spotify te muestre esas cinco primeras canciones según reproducciones o lo que sea, porque en nuestro caso no nos representan nada bien. El disco que estoy recomendando lo hace de perlas. Hasta septiembre no sale entero, pero creo que engloba bien toda nuestra carrera y se ven influencias de cada ejemplo que he puesto en esta entrevista. Tenemos canciones muy distintas entre sí, pero valoramos mucho el concepto de álbum y nos curramos el listado de canciones para que sea un viaje coherente. Creo que la música que hacemos se entiende mejor escuchándola por discos. A mí me gusta escucharla así con otras bandas y me gustaría ser escuchado de esa misma manera. Éste es nuestro quinto LP. Está lleno de matices y es agradable escucharlo de arriba abajo. Es bonito entender cómo hemos llegado ahí a lo largo estos años, por eso invito a la gente a escucharnos en orden cronológico, disco a disco, para dibujar una imagen más precisa de la banda.