Hace unos cuantos años (Verlanga acababa de empezar a andar), Nacho Casado nos compartió sus recuerdos musicales, por décadas, desde que nació hasta los 30 años (lo podéis leeer aquí). Entonces, junto a Pilar Guillén, grababan estupendas canciones como La Familia del Árbol. En aquel artículo, decíamos que sus composiciones eran «pausadas, bucólicas, delicadas, intensas, bonitas, envolventes, ricas en matices, y mil cosas más».
Ahora, Nacho Casado publica, también, estupendas canciones, pero en solitario, y aquella lista de adjetivos valdría, perfectamente, para definir lo que contienen sus dos imprescindibles álbumes hasta la fecha (Verao y Amor, música y lágrimas, ambos con el sello Hidden Track Records y con portadas magníficas), una suerte (resumiendo mucho) de bossanova mediterránea, que uno querría como banda sonora de todos los días del año («Viva la vida sencilla / Y la belleza que desprendes hoy / Vivan todos esos discos / Que suenan en tu salón / Y viva toda esa gente / Que luchó por ser igual / Viva el amor presente / Que el futuro ya vendrá»).
Como segunda parte de aquel primer encuentro, ahora le preguntamos por sus discos favoritos y Nacho contesta con generosidad y buen gusto:
Ya desde mis quince minutos de “fama” con Pilar en La Familia del Árbol me habían preguntado en alguna entrevista o medio de comunicación por algunos de nuestros discos favoritos, sin duda son Brian Wilson y el Pet Sounds, siempre como bandera y otros muchos clásicos de los sesenta…Para vosotros voy a hacer algo nuevo, y seleccionaré unos cuantos discos con los que he disfrutado y disfruto mucho y que me encantaría enseñaros… igual ya los conocéis, seguro que sí, hay tantos discos increíbles que muchos se pierden en ese océano de vinilos de otras épocas en las que soñamos despiertos. Dicho esto, ¡vamos a ello!.
João Gilberto (João Gilberto, 1973)
Joao es mi sensei imaginario, me rescató y me sacó de alguna crisis personal sobre el arte y el maldito business musical. Le doy las gracias como un Danielsan de pacotilla que soy. ¡Todos sus discos son buenos, sobre todo su debut “Chega de Saudade”, madre mía, que disco! pero hoy quería enunciar su llamado álbum blanco, el que creo que es más desconocido, guitarra y percusión mínima, un trance total, apertura a otros lugares no terrenales con Joao. Yo lo tomo en dosis diaria, sino no hay forma. ¡Sobrenatural!
Tim Maia Racional Vols. 1 & 2 (Tim Maia, 1975)
La bestia del funk y soul brasileño, eso es lo que era, una bestia, sino le conoces te cambiará la vida, te lo aseguro. A la altura de los mejores totems del funk americano, del que él mismo era muy fan. Todo era extremo en este hombre, tanto que, después de ser conocido por su excesos y a raíz de encontrar y leer el libro “Universo em Desencanto: Cultura Racional” ingresó de lleno en una secta, dejó todos sus vicios y entregó (creo que son tres, hay uno que salió después de las mismas sesiones) uno de los discos más alucinantes que yo haya escuchado, donde a ritmo de funk-bossa-samba canta, mejor dicho predica literalmente sobre el culto racional, sobre extraterrestres que vendrán a por nosotros, sobre que no puedes vivir solo del mundo material. Pero la historia no acaba ahí: el propio Tim pilló al líder del culto en actitud amorosa con alguno de sus fieles y, visto aquello, volvió a su vida lujuriosa…
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The Glenn Miller Story (Glenn Miller, 1954)
La música de Glenn Miller me relaja, en pleno confinamiento no hacía más que escucharlo. Siempre que voy a ducharme me pongo de fondo este disco. Las primeras notas ya producen algo especial en mí, es como un viejo conocido donde te sientes vulnerable, pero a la vez a gusto. Maravillosa y emotiva la peli de Anthony Mann con James Stewart. También el universo de Woody Allen, todo esto me influyó en mi último disco.
Retriever (Ron Sexsmith, 2004)
El gran Ron… siempre con la melodía perfecta. Se le dio la fama de loser en busca de hits, pero, ¿cómo se le puede considerar perdedor con un disco como este? Bueno, o casi con cualquiera de su discografía. Heredero del McCartney con pedigree, o de Ray Davies que tanto ama el propio Sexsmith. Este disco es un refugio al que ir. Siempre está listo, calentito, confortable, emotivo… Mucha saudade tiene Ron. Un auténtico maestro. Todas las canciones son soberbias, una detrás de otra, para escucharlo entero. Esta es la música pop a reivindicar, siempre.
Roots (Curtis Mayfield, 1971)
Exuberante, social, mágico, un discazo soul-funk con vientos que golpean. Y con la preciosa voz de Curtis diciendo verdades como puños. Con Curtis pasa como con los anteriores de la lista, solo podemos admirar y disfrutar su obra. Canciones como “Keep on keeping on” o “We got to have peace”…
En vivo desde el teatro real (Paco de Lucía, 1975)
No soy profundamente conocedor de su obra, pero la disfruto, y mucho, los discos que hizo con su hermano musical Camarón. Hay discos y artistas que no entienden de estilos, este me atrapó y me atrapa, lo escucho simplemente por el estado de ánimo que me produce y por el placer… Dopaminas flotando por mi cabeza. Es emocionante escuchar las ovaciones de la gente o como piden silencio, espera… y esa versión temprana de lo que sería «Entre dos aguas», los pelos de punta, una fuerza de la naturaleza.
Main Course (Bee Gees, 1975)
Uno de los grupos con más talento de la música pop de todos los tiempos, en los sesenta, en los setenta, y unos compositores como la copa de un pino. Si no lo crees, revisa los temazos que hicieron cuando aquella generación dijo que la música disco ya era historia. Este es un pedazo de disco. Si uno no los conociera se imaginaría que son un grupo de soul de color. Ya contiene lo que vendría después con la fiebre disco. Si estás leyendo esto y lo conoces, de seguro tendrás una sonrisa en la cara recordando “Nights of Broadway” o «Jive Talkin’”. En este enlace os dejo la preciosa “Fanny (Be Tender With My Love )”. Bee Gees forever.
Chaos and Creation in the Backyard (Paul McCartney, 2005)
Este es, para mí, el McCartney III. Ahora que hace unos meses salió previa campaña muy acertada de marketing, su último álbum, este “Caos y Creación” es una joya con la que al escucharlo siempre me vienen ganas de tocar un rato, muy inspirador. Como buen fan de Macca, reconozco que cada vez me gusta más su época Wings y esos ochentas y noventas, tiene canciones maravillosas. Este, que es más dosmilero, está producido por Nigel Godrich, el productor de Radiohead. Imagino que la idea de Macca era obtener ese sonido, de la época que hizo con Radiohead, pero cuál fue su sorpresa al ver en Godrich un fan acérrimo que le invitó a que fuera simplemente el McCartney de Ram o el McCartney de 71 o incluso de los Beatles, ¿Por qué no? Me lo imagino explicando a Macca que los viejos tiempos no tienen que ser malos y que se puede mirar al futuro con un ojo en el pasado. Aquí tenemos una colección de canciones tocadas todas por el propio Macca que contienen todo lo que amamos de él (ojo que ya tenía 63 años). Pop en mayúsculas, detalles beatle y esas segundas voces que nos hacen suspirar. Creo que este disco hermana a todo fan de Macca.
The Horizon Just Laughed (Damien Jurado, 2018)
La música folk americana y de autor tiene a Damien, para mí, entre los máximos exponentes de songwriters. Con talento y con la capacidad de emocionarte de verdad, mi historia con Damien merece ser contada. Pasa de ser su fan, a conocernos en la época de Maracopa (Pilar y yo abrimos uno de los conciertos de su gira, le regalamos un disco, “La montaña y el río”, le gustó) y, años más tarde, él mismo me escogió para hacer su tour europeo juntos, ya había dicho alguna vez que éramos uno de sus grupos favoritos en medios. Recorrimos España y Portugal, la idea era ir con él por toda Europa, casi un mes…
Ese tour, ese viaje, me transformó, y las palabras del propio Damien me dieron la fuerza y la confianza que quizás no había encontrado en el ambiente musical de nuestro país. Razones puede haber muchas, pero valoró y valora mi música y eso amigos, es algo que ocurre una vez en la vida. He escogido este disco porque era el que presentaba en el tour que hicimos, aunque fue una época muy dura para él, pues pasaba y pasa el duelo por su hermano del alma, Richard Swift (otro gran talento sin duda, no dejes escapar sus discos. Mi favorito es “Dressed Up for the Letdown”, pero todos son alucinantes). Lanzó este álbum perfecto, de historias emotivas con arreglos preciosos y que yo recuerdo con cariño porque eran las canciones que él cantaba cada noche. Esas charlas en la furgoneta recorriendo Portugal, con lágrimas en los ojos por tanta empatía. La vida puede ser maravillosa.
No quiero despedirme sin mencionar al menos a Bill Withers, Chet Baker, Caetano Veloso, Elis Regina, Jorge Ben. Si me invitáis otra vez haré un especial de música brasileña, que me apasiona. Muchas gracias a Verlanga por invitarme os mando un beso muy fuerte, cuídense mucho. Con amor.