Los Radiadores. Foto: María Carbonell y Susana Godoy.

La batería ya avisa al arrancar la primera canción. El título del disco tampoco miente. El rock and roll nació para ser bailado. El punk asomó la cabeza cuando se pispó de que el otro estaba empezando a dormitar. Los Radiadores no han engañado nunca y no lo van a hacer ahora que soplan diez velas en la tarta. Canciones desde la andorga, actitud, clásicos que no envejecen, calle y furia, gargantas que arderán.

Bailes de verano es su cuarto disco grande. Seis temas nuevos, tres disparos en directo (versión de los nunca lo suficientemente reivindicados Los Coyotes incluida) y dos remezclas. Colaboraciones de lujo y edición en vinilo, haciendo ellos el regalo de aniversario a los demás. El covid ha frenado las celebraciones, pero cuando se tiene tantas muescas a las espaldas se sabe que es cuestión de esperar, y buscar el gran premio final. Hablamos con Raúl Tamarit, voz y guitarra de una formación que completan José A. Nova “El Joven” (guitarra y coros), Sergio Domingo (bajo y coros) y Vicente Metralla (batería y percusiones).

Disco nuevo, pero solo seis canciones inéditas ¿había «mono» de publicar álbum nuevo o hay que entenderlo como una celebración de los 10 años y por lo tanto queríais mostrar varias caras del grupo?

La idea original era celebrar el aniversario con un recopilatorio con canciones de todos los discos, pero por otro lado queríamos demostrar el estado actual del grupo. Editar dos discos en un año era una locura, y además se nos iba el presupuesto, sobre todo si lo queríamos hacer en vinilo, ya que el minutaje era limitado. En esas surgió la opción de incluir alguna de las canciones del directo que hicimos con Los Enemigos en 16 Toneladas. Pepón, el técnico de la sala, grabó una de las dos noches, seleccionamos algunas de las que mejor salieron y las incluimos. Así matábamos dos pájaros de un tiro: canciones nuevas, y tomas en directo, además de alguna rareza que teníamos guardada. Hay una representación de cada uno de los álbumes largos de diferente manera a cómo salieron en su momento.

Bailes de verano suena más cercano al ep Puño en alto que a vuestro disco largo anterior Los perros ladraron. ¿Lo sentís así?

Personalmente creo que sí. De hecho las canciones de Puño en alto iban a ir junto a estas en un disco. O así se pensó al principio. Editar un ep, y más adelante sacarlo en vinilo con las seis nuevas que están en Bailes de verano. Se mueven en las mismas coordenadas. Pero bueno, esas cosas que se piensan, o se pretenden hacer, y luego los acontecimientos te van llevando por otros derroteros. Quién dice que en un futuro no aparezcan juntas en algún formato…

En las canciones nuevas contáis con dos colaboraciones importantes. Por un lado, Pat Escoin (cuyo grupo Lula aparece mencionado en otra canción), ¿por qué la elegisteis a ella? ¿Cuánto hay de declaración de intenciones con ello?

Bueno, siempre hemos admirado a Pat, y nos gusta mucho lo que hace. Desde los tiempos de Los Romeos. Para mí es un referente musical, de trabajo y tesón. Luchando contra las adversidades y creyendo en sus proyectos. Se me ocurrió decírselo una vez terminada Luna roja. Una canción que me recuerda un poco a Ramones, no sé, o igual no. El caso es me acordé de una canción en la que Debbie Harry colabora con Ramones y me sugirió la colaboración. Como Pat también es muy fan de los Ramones y de Debbie Harry pues se lo dije. Bueno, le dije que si le apetecía, no le dije nada de la canción de los Ramones para no condicionarla. El caso es que me dijo que sí y lo bordó. Lo del verso que se cita a Lula en Benidorm es casual. La canción trascurre en Benidorm, y tengo un recuerdo en un Fuzzville con Tommy y Pat allí mismo. Que no es que tocaran, es que estaban allí. Bueno, en realidad tocaba Tommy con Depressing Claim. Así que por asociación de ideas… Ah, por cierto, que la canción de Ramones es Go Lil´Camaro go. Por si alguien tiene curiosidad.

La otra colaboración es la de José Manuel Casañ, en la que vemos cierto paralelismo de reconocimiento (salvando las distancias) con la que en su día hicieron Seguridad Social con Bruno Lomas.

Seguridad Social rescataron a Bruno Lomas prácticamente del olvido y reivindicaron su figura en Todo por el aire. Por esa canción conocí yo a Bruno Lomas. Nosotros a José Manuel no le hemos tenido que rescatar de ningún sitio porque está ahí, y sigue tocando en directo y editando discos. Pero bueno, como bien dices, salvando distancias, lo invitamos porque en buena parte es responsable de que yo quisiera montar un grupo de chaval. Fue la primera banda que vi en directo de adolescente presentando Introglicerina y me marcó profundamente, durante una temporada los seguía allá donde tocaban. Ya contamos con Cristobal Perpiñá en directo en el 4Ever Fest, y me hacía ilusión que José Manuel cerrara el círculo. Se lo comenté y me dijo que sí enseguida. Además la canción me parecía que le podía encajar bien, ya que es de los primeros grupos de punk que escuché haciendo reggae, antes incluso que los Clash: Esta noche me asesinarás, Las chicas del mañana, Mi almohada está preñada, Tu único fan… y muchas más.

Al hilo de la pregunta anterior, ¿crees que en València somos poco propensos a ese tipo de homenaje?

Pues la verdad es que sí… Y no sé por qué razón. Sospecho alguna, pero tendría que meditarlo un poco más. No es un lugar que aprecie demasiado lo suyo, se tiene tendencia a mirar siempre hacía fuera. Además se tiende poco a rebuscar en lo que había por aquí. Hay casos como Doctor Divago reivindicando a Julio Galcerá o a Víctor Ortiz de Los Huracanes, y alguna cosa más. Pero sí es cierto que no somos muy dados a colaboraciones de gente que estuvo antes. Me gusta que llegue un sello como Munster y rescate el material de Modificación o de Los Pepes, o a Doctor Explosion versionando a Los Huracanes.

El disco se abre con Luna roja, en su letra se menciona Joe Strummer y Joey Ramone, innegables fuentes de inspiración de Los Radiadores. ¿Qué crees que tienen su canciones para que parezcan inagotables? ¿Atisbas eso mismo en algún grupo actual?

Sobre todo, sinceridad. Tanto los Ramones como los Clash han sido honestos con ellos mismos, no han sido pretenciosos a la hora de abordar sus planteamientos sonoros. Al menos en apariencia. Han hecho en cada momento lo que les ha dado la gana. Tanto los Ramones por actitud, cabezonería y empeño, como los Clash por su atrevimiento y mezcolanza, sacándose de la manga discos dobles o triples como el Sandinista, con el que les cayó por todos los lados. Eso sería impensable ahora que todo discurre a una velocidad de vértigo. Todo es más de usar y tirar. Y luego lo más importante, las canciones, que se mantienen con el paso del tiempo. Ahora no se habla de canciones, se habla de sonido. Hay ciertos discos que el sonido es malo, a veces hasta pésimo, pero hay canciones, y ahí están, para siempre. No sé si ahora mismo hay alguien que pueda dejar un poso como el de ellos. Tal vez lo haya, no lo sé. No sigo mucho las novedades musicales. Hay veces que la novedad y en general “lo que es nuevo” se sobrevalora en exceso, simplemente por eso, porque es nuevo. Y hay que tener en cuenta que muchas veces no lo es tanto.

Hay un par de canciones (No me voy y Contra el asfalto) que, por momentos, pueden parecer autobiográficas. ¿Cómo sueles escribir las letras? ¿En qué encuentras inspiración?

Siempre hay algo autobiográfico, en unas canciones más que en otras, y en parte creo que es normal. El que coge el papel y el boli siempre tiende a sacar lo que lleva dentro. La inspiración realmente está en cualquier sitio, también es cierto que hay épocas que estoy más receptivo. Hay veces que las letras o la idea surge de algún comentario, de algo que lees, de algo te que ha pasado. Voy apuntado ideas o frases en el móvil o en papelitos, e incluso en los tickets del supermercado. A veces sirve y otras se desecha. O incluso se va trasformando la idea original que estaba apuntada. Tengo ganas de que llegue el invierno porque seguro que aparece algo en alguna chaqueta.

Ya que hablamos de las letras, hablemos de la composición. ¿Sigues alguna rutina?

Van de la mano letra y música. Eso sí, tengo que arrancar con una frase, y partir de ahí voy armando el resto de la letra y la melodía, sacando el estribillo, estructura, etc. Tengo canciones que se quedan atascadas porque no acabo de dar con la frase, el estribillo o la letra no me convence del todo. Tengo varias libretas llenas de tachones. A veces reaparecen por lo que sea y las consigo acabar, pero como te digo, otras no. Por ejemplo, en este disco, El gran premio final está dando tumbos prácticamente desde Los perros ladraron, hasta que le di un meneo para este disco y dimos con el arreglo. Era una letra que me gustaba, pero se resistía. Hay una versión por ahí muy distinta.

¿Qué sueles llevar al local de ensayo, un simple esbozo o ya casi toda la canción cerrada? ¿Cuál es el papel del resto del grupo, aportar y participar en el resultado final o encargarse de su parte instrumental?

Las canciones las llevo acabadas al local de ensayo, letra, melodía y estructura. Si funciona se queda, si no vuelve a casa. Luego entre todos vamos sacando los arreglos. Si hay algo que no ven claro lo dicen. Pero en general están acabadas cuando las presento. A veces incluso con alguna idea de algún arreglo concreto y tal.

De las tres canciones en directo, una es una versión de Los Coyotes.

Siempre nos ha gustado reivindicar a los grupos españoles que nos han marcado. Y Los Coyotes es uno de ellos. Incluso Víctor Coyote en solitario. Estoy escuchando bastante su último disco Las comarcales. Al principio surgió en los ensayos para calentar el ambiente, y como nos gustaba como quedaba la preparamos para el directo. Para Bailes de verano la íbamos a grabar, pero Paco Morillas consideró que en el estudio no le íbamos a sacar la fuerza que tiene en directo, incluso se llegó a grabar alguna pista, así que al final optamos por dejar la toma del directo.

El álbum se cierra con dos remezclas de dos temas vuestros. ¿Qué buscabais con ellas?

Las remezclas las hace un buen amigo, Ovidio Piera. Nos ha grabado en alguna ocasión maquetas en el local de ensayo. Sergio Devece grabó las pistas del disco Gasolina, santos y calaveras, aunque al final el disco lo acabó Dani Cardona. El caso es que Ovidio nos pidió las pistas para trastear con ellas y remezcló alguna canción sin ni siquiera haberlas oído, y nos flipó lo que hizo con la canción Gasolina, santos y calaveras. En el caso de Hasta el final, fue Morillas quien pilló las pistas que grabó Devece y las mezcló de nuevo. Es bastante diferente de cómo salió en el disco. Es más árida y más lenta. Dos rarezas que nos apetecía incluir.

Es la primera vez que trabajáis con Paco Morillas. ¿Por qué la elección? ¿Por qué un grupo que ya lleva diez años necesita una visión externa de su trabajo?

Nos había sonorizado en alguna ocasión, pero la verdad es que no habíamos grabado nunca él. Nos lo propuso Marcos Casañ, y bueno, como lo conocíamos, y tenemos gustos afines, no nos pudimos negar, la verdad es que estuvimos muy a gusto. Se acercó al local de ensayo para escuchar las canciones y tal y le gustaron bastante. Él mismo nos dijo que no necesitamos productor, que las canciones estaban muy armadas, que era difícil meterles mano porque estaba todo bastante definido. En cualquier caso, siempre nos gusta que haya un punto de vista exterior ya que hay cosas que por cercanía no acabas de ver. Y sus aportaciones, coros y la búsqueda de sonidos han sido fundamentales. Ha sido el quinto radiador en la grabación, y es de agradecer la complicidad en un técnico de sonido o un productor.

¿Cómo lleváis esta nueva normalidad?

Pues para ser sincero, bastante regular. Nos pilló el confinamiento justo cuando acaba de salir el disco, con un buen número de conciertos cerrados, y presentaciones en distintos puntos. Aun así vamos rascando alguna cosa, y seguimos yendo a ensayar todas las semanas. Somos un grupo que siempre ha estado en crisis, así que esta no nos va doblegar. Tenemos que mantenernos firmes y que sea lo sea. Tenemos ganas de hacer la presentación que teníamos pensada con motivo del décimo aniversario. Y confiamos que se pueda hacer. No sabemos cuándo, pero se hará. En cualquier caso no es momento de lamentaciones, hay que mantener la calma y la salud.