1- Diego Obiol es el 50% de estiu y el 25% de Verlanga. Nos conocemos desde el año en que murió Antonio Garisa y los Pixies publicaron el Doolittle. Vamos, que si buscas objetividad, vete a leer el BOE. Siempre en mi equipo, salvo cuando añade cebolla a la tortilla de patatas. En estiu, cuando llega el verano, tiene la sana costumbre de alegrarnos la vida. Que si una tote bag y una serigrafía con diseño de Patricia Bolinches, que si un librito con dibujos playeros de Juan Domingo (que tuve el honor de prologar), y este 2020, ni coronavirus ni nada que le detenga, da un triple salto mortal y edita una cajita que reíros del placer que daba abrir un sobre sorpresa cuando éramos nanos petanos. Con la excusa de otro verano, el de Albert Camus, se ha marcado uno invencible que al abrirlo huele a salitre y a cloro, a taberna y a bañador. Lidia Caro Leal se marca un existencialismo en chanclas que es el mejor making of imaginado del asunto, con botellines de cerveza por medio; Marta Salvador nos convierte en espías de cerradura de un hotel rural tan literario como real; y luego están las seis postales de Carlos Maiques, Bolinches, Pablus, Bo Soremsky, el propio Diego y su socio Pau Domingo. Un carrusel de sensaciones. Todo impecablemente diseñado, como es de esperar de un tipo que escucha a The Divine Comedy y juega al tenis. ¡Venga ese pincho con cebolla!
2- Camus es, precisamente, la portada del número 22 de la revista Lletraferit. Del buzón a la puerta del ascensor el sumario no para de lanzar guiños. Casi cien páginas. Se abre con Miquel Nadal y un artículo en tres etapas: Argelia-lo valenciano; Camus-España; Camus-Argelia. Lo que sigue es un buffet libre al que solo le falta que el papel sea comestible. Entrevistas a Elisa Ferrer, Francis Montesinos o John Banville; Borges, El Trinche, Astrid Løken y Heinrich Heine repartiendo el juego; Els Horts de Tarongers, la película Retrato de una mujer en llamas (Céline Sciamma, 2019), el 41-bis antimafioso o unas cuantas reflexiones en torno al confinamiento y el virus, como paradas obligatorias; y él. Lluís Dobón Portalés. Vicent Baydal le dedica un artículo en el que acompañamos al artista valenciano por el Micalet, sus precoces inicios, su paso del impresionismo al modernismo, la Alegoría de la Segunda República, su experiencia como artista fallero, su labor docente o ese retrato de Franco del que se ríe a hurtadillas. Hay más, pero para descubrirlo, tendréis que ir al quiosco.
3- Descubro un cajoncito en La Batisfera de fanzines y revistas y casi lo vacío. Me llevo, entre otras cosas, 2020, editado por Morgan J. Peckosh (Sufre Sound System), joya de la buena. Una publicación old school, pero aprovechando las tecnologías actuales, combinación perfecta. El contenido es una maravilla. Lo devoro en el autobús y lo releo varias veces en el sofá. Entrevista a Dani de Orxata Negra por los diez años de La Residencia; un interesantísimo artículo de «marginobandas e infragrupos» en los que aparecen Dentadura Postiza, Francesca de Layola o Churros Batiment; dos charlas más con Salo Ibañez hablando de su colección de discos y su programa El Mensajero, y con Jean William Prevost, bmxero profesional; una poesía de Ashuni Lucía Pérez que agita conciencias en un in crescendo narrativo; un perfil de Bruce Lacey; ilustraciones; cine fantástico; la teoría del tiempo del ring; y un electrochaman-texto de Diego RG en el que confluyen el tecno, el MDMA, los mamuts prehistóricos, los bajos de los altavoces, México, gorilas y nuestras cuevas. Conseguid ya una copia.