A Juan de Pablos no hace falta presentarlo. Él y su Flor de pasión (en Radio 3) fueron clave en la educación musical (y algo más) de mucha gente, entre los que se incluye quien esto escribe. Su saber enciclopédico, su buen gusto, su manera recoleta de comunicar siguen intactas a sus 75 años. Unos días después de la entrevista tiene agendada una pinchada en el Norte, en Sopelana. Y para días después otra en Madrid. Hasta entonces tenía previsto asistir a más de un concierto en València.
Quedamos con él una mañana soleada, junto a Giusseppo Tulsa, para charlar mientras tomamos un tentempié en el Hotel Balneario Las Arenas. Con una memoria prodigiosa recuerda que fue en 1967 cuando veraneando con su familia en Cullera visitó por primera vez València. Después, su hermano se casó con una valenciana, vino a pasar Navidades aquí… hasta que hoy en día reside en la ciudad.
Ángel Álvarez, Richard Anthony, The Beatles, The Byrds, unos cuantos grupos españoles de los 60, Los Nikis… van apareciendo en la conversación asociados a recuerdos de su vida.
¿Cuál es el primer recuerdo musical que tienes?
Una canción de Juanito Valderrama, «La primera comunión». Además me la dedicaron por la radio cuando hice la comunión con 7 años. Y eso me marcó mucho. En casa se oía mucha música, canción española, siempre estaba encendida la radio. Antonio Molina, Estrellita Castro, Valderrama, Lolita Sevilla, Lolita Garrido, Farina, Manolo Caracol…
¿Cuál fue el primer disco que te compraste?
En 1960 vivía en Pamplona y mi hermana mayor me daba dinero para que, conociendo sus gustos, que eran parecidos a los míos, le comprara discos porque ella no tenía tiempo. Le gustaban mucho el Dúo Dinámico, Paul Anka, The Blue Diamonds, The Platters…Así que la primera vez que compré discos compré varios.
Del Dúo Dinámico ella quería «Perdóname» (la canta) que en la otra cara llevaba «Bailando el twist», pero estaba agotado y le compré uno de ellos de versiones de temas standard de los años cuarenta como «Celos», «Vaya con Dios» (tararea ambas)… es de los discos del Dúo Dinámico que menos me gustan porque ellos componían muy bien.
Y, para mí elegí, lo que sería mi primera elección de un disco, uno de Marty Robbins que me hizo mucha ilusión. Tenía una canción de la película El árbol del ahorcado (Delmer Daves, 1959), la balada, pero el tema que más me gustaba era «El Paso», que fue su primer gran éxito. Es un temazo medio country hablando de la célebre ciudad fronteriza de El Paso, en Texas. Justo estaba anteayer, en Madrid, intentando aclarar con un amigo el caos de discos que tengo allí y salió este, está tal cual, lo tengo muy poco castigado, para ponerlo en una vitrina.
¿Qué importancia tiene y ha tenido la música en tu vida y en tu día a día?
Mucha, brutal. Entonces era una válvula de escape, casi la única con el fútbol, del que siempre he sido un fanático también. La música ha estado siempre en mi cabeza desde que tengo uso de razón.
Y hoy en día es vital también. Lo que pasa es que con el tiempo uno descubre que aquello que pensaba de que la música podía salvarle la vida en momentos de bajón no es así, porque el momento de bajón para mí es tan grande que cuando caigo en depresión no escucho música. Aunque haya canciones así como medicinales, discos medicinales que decía Miguel Ángel Villanueva, que eran un desahogo y te podían sacar del estado catatónico en el que estabas, ahora pueden acabar siendo contraproducentes.
Pero como digo sigue siendo vital en mi vida, sigo escuchando muchas canciones, muchos discos, haciendo pinchadas, yendo a muchos conciertos, hablando de música…sigo comprando discos. Este año he hecho un esfuerzo por no comprar casi ningún disco, o muy pocos, porque para mí es un vicio, es algo impulsivo. Antaño procuraba antes de comprar un disco conocer al menos una o dos canciones, pero desde hace ya unos cuantos años voy a ciegas
¿Qué estás escuchando ahora?
Estos días pasados que he estado en Madrid me he reencontrado con varias cosas de Kevin Ayers, después de su época con Soft Machine, como la canción «Singing a Song in the Morning» u otra que me la pedía el cuerpo nada más llegar allí, «Observations», que está en el álbum Sweet Deceiver.
De cosas más actuales, que incluso me he comprado algún disco, aunque no sé el recorrido que podrán tener, pero de momento sí que me gustan, me quedo con las nuevas reinas del pop como Taylor Swift o Dua Lipa. A esta segunda la descubrí navegando en internet durante la pandemia. «Levitating» (la tararea), el single que le dio la fama, es muy pegadizo, me recuerda a una canción de los setenta, «Moonlight Feels Right», de un grupo que se llamó Starbuck y no tuvo ninguna repercusión.
En la última época de Flor de pasión ponía mucho, a diario, «La noche de los muertos vivientes», de Carolina Durante, que eran un poco consecuencia de grupos como Los Nikis, o F.A.N.T.A por la temática. Por entonces, llegabas a la redacción de Radio 3 y el disco estaba en todas las mesas y nadie lo ponía y a mí me gustaba. Y mira ahora dónde están. Los he visto llenando el WiZink de Madrid y tuvieron de teloneros de lujo, precisamente, a Los Nikis.
Hay un grupo de Castellón que me gusta mucho, Heatwaves. Con Axolotes Mexicanos es de lo que más me gusta actualmente. Su cantante, Ana Beltrán, es como Françoise Hardy en 1965. Me quedo con una canción en francés, «C’est Le Bonheur».
Y cierro la lista con Airbag, que son los auténticos herederos de Los Nikis o de Los Vegetales. El grupo al que mejor se lo he visto hacer porque han ido poco a poco. En su segundo disco, Ensamble Cohetes (2003), del que no quedaron satisfechos del resultado y cuando tocan sus canciones en directo les dan más fuerza y presencia, elijo una que siempre me ha parecido de lo mejor de ellos, «Big Aquarium», que habla de un local al que iban y al cerrarlo abrieron una peluquería «que siempre está vacía» (tararea).
1- Singing a Song in the Morning (Kevin Ayers)
2- Observations (Kevin Ayers)
3- Levitating (Dua Lipa)
4- La noche de los muertos vivientes (Carolina Durante)
5- C’est Le Bonheur (Heatwaves)
6- Big Aquarium (Airbag)