Óscar de la Fuente (por El buen patrón), Tarik Rmili (también por la película de Fernando León de Aranoa), Jorge Motos (Lucas) y Chechu Salgado (Las leyes de la frontera) son los nominados al Premio Goya al Mejor Actor Revelación. Los tres primeros nos cuentan el reto que ha supuesto dar vida a sus personajes:
Óscar de la Fuente (El buen patrón)
«Desde el principio, leyendo el guión, fue un flechazo. Fernando León es un orfebre de la escritura. Tiene muy claro en la cabeza los personajes y eso aparece ya en el texto. Te hace parte del trabajo. Además, todos los días antes de rodar se acercaba a Maquillaje y Peluquería para charlar de lo que se grababa ese día, cómo se va a grabar, qué pensamos, qué piensa él, si tenemos algo que proponer… Cuando vas a rodar ya está prácticamente todo hecho. Y cuando acababa la secuencia te daba un abrazo, te daba las gracias, te pedía probar otras cosas…
Mi personaje, Jose, es un ser que siente solo ante la injustica de su despido, que ve como sus compañeros y compañeras no le ayudan, que es lo que pasa realmente en la sociedad, que vamos todos sin querer ver los problemas de los demás, yendo a lo nuestro».
Tarik Rmili (El buen patrón)
«Cuando hablé con Fernando pensé que la película era un drama social, pero cuando empecé a leer el guión me encontré con un inicio muy de acción y de thriller para después cambiar el ritmo con un toque muy bueno de comedia inteligente.
Fernando tenía muy claro el personaje de Khaled y me explicó hasta como andaba, su ritmo al hablar…Se trata de un personaje del que es muy difícil saber lo que tiene en su cabeza, o lo que está pensando, cuando aparece en pantalla. Además, lo que sabemos de él es a través de lo que los demás cuentan o de las consecuencias que tienen sus actos. Así que me tuve que construir la filosofía del personaje e interpretarlo de una manera donde no explicara lo que ocuría en su interior, guardando sus secretos con un toque de misterio.
En los rodajes, en general, siempre hay mucha prisa y el actor se muestra nervioso porque quiere dar lo mejor de sí mismo. Pero Fernando es un director muy tranquilo, que confía en ti, que te hace olvidar cualquier duda y que permite que disfrutes de las escenas. Le gustan mucho los actores y le encanta colaborar con ellos dando vida a los personajes».
Jorge Motos (Lucas)
«Cuando me llegó Lucas fue todo un reto. Tenía mucha menos experiencia como actor y era la primera vez que me enfrentaba a un personaje protagonista con todo el trabajo y presión que eso supone. Cuando recibo el guión lo hago casi más como fan que como actor porque admiraba mucho el trabajo de Álex Montoya y me gustaba mucho el corto de Lucas. Al leerlo me pareció increíble y aumentó todavía más el reto, al conocer a mi personaje más allá del corto, en toda su compeljidad y esencia. Estuve construyendo Lucas durante más de un mes en la parte de abajo de un bar de Malasaña junto a Sonia Castelo, mi coach, trabajando muy duro.
El trabajo se basó en un proceso de metamorfosis a través del cual me convertí en Lucas. Fue un trabajo muy profundo, en el cual analizamos todo el guión, todo el personaje, cada arista de su pensamiento… a día de hoy conozco a Lucas como a la palma de mi mano. Es de los personajes que más me han invadido y por los que he podido navegar más.
Una de las peculiaridades que tenía hacer la película era que mi personaje ya había sido interpretado en el corto, del cual era muy fan, admiraba mucho el trabajo de Javier Butler. Siempre hice todo desde el máximo respeto, no volví a ver el corto durante los meses de preparación del papel y del rodaje porque quería construir un Lucas, no sé si distinto, pero sí quería que fuera mi Lucas. Que en esencia son parecidos, pero creo que hay distintos aspectos de los personajes, de, por ejemplo, cómo Lucas muestra sus pensamientos, la historia es distinta y pedía cosas distintas y cada actor somos un mundo y tenemos una manera de crear».