Francisco Brines, Rosalía de Castro, Federico García Lorca, Vicent Andrés Estellés, Santa Teresa, Gustavo Adolfo Bécquer, María Beneyto, Miguel Hernández o Francisco de Quevedo.
Emilio Gutiérrez Caba, María Galiana, Vicky Peña, Juan Echanove, Verònica Andrés, Josep Manel Casany, Mamen García, Kiti Mánver, Carlos Hipólito o Sergio Caballero.
Todos ellos (y muchos más) están en los vídeos de Poética 2.0. El primer listado aportando sus versos, el segundo recitando. Poética 2.0 lleva desde 2013 «recopilando y publicando antologías audiovisuales de poesía centradas en la literatura en cualquiera de las lenguas de España». Ahora lanzan VERSO, «el Netflix de la poesía, una nueva plataforma de streaming en la que ofrecerá todo su archivo con más de 500 vídeos«. Para ello han «iniciado una campaña de crowdfunding en Verkami con la que darse a conocer y conseguir apoyo para seguir realizando nuevas grabaciones».
«El proyecto surge a partir de una conversación sin ningún tipo de pretensiones entre Mar y yo», recuerda Ángel Salguero, cofundador de Poética 2.0 junto a Mar Gomiz. «Acababa de comprar mi primer iPad y los dos coincidimos en que ese tipo de dispositivos, igual que los móviles, tenían muchas posibilidades como vehículos de comunicación y de difusión de la cultura».
Los dos son periodistas y comparten aficiones literarias, Mar además tenía experiencia como realizadora audiovisual. «Pensamos: A lo mejor podemos hacer un poco de alquimistas digitales y combinar las palabras, los versos y la imagen para crear una forma nueva de presentar la poesía y llegar así a un público nuevo que a lo mejor nunca se habría planteado abrir un libro de poemas en su vida». Dicho y hecho. Contaron con la complicidad de varios actores y actrices y de unos cuantos poetas contemporáneos. «En cierto modo, utilizamos la tecnología pero lo que hacemos es devolver la poesía a sus inicios, cuando era un arte oral. Entonces la gente se sentaba a escuchar a los juglares y ahora pueden irse al sofá con el iPad o el móvil y tener su propio recital privado».
Ocho años (con la incorporación al proyecto de Tatiana Roig y Ana Castro) y trece colecciones, entre ellas, poesía española clásica hasta el siglo XIX, Siglo de Oro, monográficos de Bécquer, Lorca, Fuster o poesía valenciana clásica y contemporánea. «Para ir creándolas nos hemos dejado asesorar por catedráticos y expertos en literatura y una de las cosas que nos dijeron fue que no subestimáramos a los clásicos, que es necesario mostrar las bases de la poesía y saber de dónde venimos». Para seleccionar a los intérpretes hicieron una labor de scouting. «Igual que los ojeadores de fútbol se hartan a ver partidos, nosotros hemos pasado muchas, muchas horas en teatros viendo sobre las tablas a actores y actrices que nos llamaban la atención para descubrir sus registros».
¿Cómo reaccionan estos intérpretes cuando les proponéis participar?
La gran mayoría de actores y actrices con los que hemos contactado han estado encantados de participar en el proyecto. Para ellos es un reto enfrentarse de esta manera a la cámara: sin red, en una única toma, mirando directamente al objetivo. Es como si hablaran al espectador sin intermediarios. Y pasa igual con los poetas: verlos recitar sus propios versos es un privilegio.
¿Alguna anécdota destacable con la propuesta o en la grabación?
En todos estos años hemos tenido algunas anécdotas que siempre recordamos, como cuando le adjudicamos a Carlos Hipólito las Coplas de Jorge Manrique sin ser conscientes de que él ya se las sabía de memoria desde pequeño de escucharlas en la histórica grabación de Manuel Dicenta. Otro momento de esos en los que tienes que pellizcarte para convencerte de que no estás soñando fue cuando conocimos al Premio Cervantes Antonio Gamoneda en la cafetería de la Estación del Norte de Valencia. Había venido a dar un recital en un festival poético de Benimaclet y pasamos varias horas charlando con él y con el también poeta Víktor Gómez… Gamoneda accedió encantado a ofrecernos algunos de sus poemas y de hecho ahora estamos en conversaciones para dedicarle una colección entera.
Y ahora llega VERSO.
VERSO es una idea a la que llevábamos dando vueltas desde hacía tiempo. Pensamos que una manera de mejorar el modelo de las colecciones sería crear esta plataforma un poco al estilo de Netflix o Filmin en la que una vez suscrito tendrás acceso a todo para que lo veas cuando y como quieras, sin limitaciones. VERSO nos permitirá ser más flexibles a la hora de actualizar los contenidos y también facilitará enormemente el acceso de colegios, institutos y otros centros educativos a las colecciones. Si eres de los que prefieren escuchar los poemas, no necesariamente verlos, podrás crear tus propias listas de reproducción de audio para cuando estés paseando o haciendo ejercicio o cocinando. Asimismo crearemos canales para recitales, mesas redondas y presentaciones y también para los muchos aficionados a recitar poesía, algunos de los cuales ya se han puesto en contacto con nosotros.
¿Cuál es la singularidad de Poética 2.0 / VERSO? ¿Qué aporta, que no existiera antes, al panorama cultural?
Creo que lo que nos define es la forma en la que hemos intentado trasladar a la pantalla de los dispositivos la emoción, la intensidad, la vida que existe en la página, negro sobre blanco, y a la que nosotros damos cuerpo y color con el rostro y la interpretación de cada actor, actriz o poeta. Cuando funciona es eléctrico, no puedes apartar la mirada. Y es algo que perciben también aquellos a los que nunca les ha interesado la poesía pero que al ver uno de nuestros vídeos notan ese pequeño chispazo. No hay adornos, ni música de fondo. Sólo están los versos.
En estos tiempos en los que proliferan las plataformas de streaming y los podcast, ¿una iniciativa como la vuestra puede ser una buena manera de que la gente menos familiarizada con la poesía se acerque a ella a través de estos formatos?
Esa es la idea. Una de las razones por las que hacemos lo que hacemos es intentar acercar la poesía a nuevos públicos. Es un género minoritario y existen muchos prejuicios contra él. Nosotros queremos utilizar el reclamo de los rostros famosos para atraer a quienes nunca se habrían planteado abrir un libro de poesía pero que tal vez sí se sentarían a ver un vídeo con Juan Echanove, Carlos Hipólito o Ana Fernández, por ejemplo. No pretendemos sustituir a los libros, de hecho, todas las semanas recomendamos varios en nuestra página de Instagram, sino despertar el gusanillo, dar una idea de lo que la poesía puede hacer por ti y luego confiar en que tengas la curiosidad de seguir investigando por tu cuenta. Nos gusta decir que captamos nativos digitales para convertirlos en lectores.
¿Qué importancia tiene la poesía valenciana en el proyecto?
La empresa nace en Valencia y por eso hemos querido dedicar desde el principio una atención especial a la literatura de la Comunidad Valenciana. De hecho, nuestra primera app fue una antología de poesía en valenciano que abarcaba desde Ausiàs March hasta autores actuales como Teresa Pascual, Joan Navarro o Marc Granell. Esta colección, por cierto, recibió el apoyo de lo que entonces era CulturArts, que también respaldó otros proyectos que hemos llevado a cabo sobre Estellés y María Beneyto. Más recientemente, en esta ocasión con la ayuda de la Conselleria de Educación, hemos publicado una selección de autores contemporáneos valencianos y otro monográfico centrado en la poesía de Joan Fuster, que es magnífica y una gran desconocida.
¿Sería factible una extensión de VERSO en À Punt, o como programa o como píldoras repartidas por su programación?
Me alegra que me hagas esa pregunta. En los inicios de À Punt, cuando buscaban ideas para programas, les propusimos exactamente lo que planteas y declinaron la oferta. No descartamos volver a llamar a su puerta porque creemos que un formato así encaja perfectamente en una televisión pública.
Al margen del simple disfrute poético, vuestra iniciativa también es una muy interesante herramienta pedagógica.
Sí, la poesía tiene que estar en las aulas y nosotros pensamos que VERSO puede ser una gran ayuda para los profesores. Leer poesía o escucharla leída e interpretada en voz alta tiene múltiples beneficios para los estudiantes: mejora su vocabulario y sus competencias comunicativas, potencia su empatía, su capacidad de análisis y su conciencia crítica y les acerca a otras manifestaciones culturales. Hay que reconocer, sin embargo, que no es la materia más fácil de impartir. Por eso nuestros materiales pueden resultar interesantes para introducir a los alumnos en la poesía de una forma más visual, mostrarles todo lo que pueden encontrar en un poema e invitarles a disfrutarlo antes que a diseccionarlo en busca de su significado. Ya hay colegios que emplean nuestras colecciones y de momento la respuesta ha sido muy positiva. Algunos profesores nos decían, incluso, que al ver los vídeos a los alumnos les “llegaban mejor” los poemas y que se quedaban con ganas de más.
¿Qué otras actividades lleva a cabo Poética 2.0?
La otra ‘pata’ de Poética 2.0 son los eventos. En estos años, antes de la pandemia, claro, hemos organizado numerosos actos, talleres y recitales. Entre ellos, por ejemplo, los que realizamos con la Diputación de Valencia en el Salón Alfons el Magnànim para homenajear a Vicent Andrés Estellés y Marc Granell. Hemos estado en Las Naves con recitales dedicados a María Beneyto y los poetas contemporáneos, así como un taller con profesores de literatura, y también hemos pasado por la Fira del Llibre. También pasamos por una edición de la Semana de las Letras del Cervantes en Fráncfort y presentamos nuestro proyecto a estudiantes y profesores en las universidades de Maguncia y la propia Fráncfort. Y hace unos años tuvimos un lleno absoluto en el Instituto Cervantes de Madrid con un recital en el que participaron muchos actores y actrices y en el que se escucharon los versos en valenciano antiguo de Ausiàs March. Fue un momento maravilloso.