Isabela Alfaro. Foto: María Iribarren Novo.

Soy Isabela Alfaro. Dirijo el Festival de Danza Circuito Bucles (que se celebra este año del 6 al 23 de octubre), otros festivales de menor escala y diferentes proyectos artísticos relacionados con la danza. También soy docente.

Empecé en la danza con 3 años y medio, más tarde estudié solfeo, y llegué a competir en tenis. En el colegio de monjas fui irreverente y pionera en hacer pellas, pero también destacaba por habilidades artísticas, lo que me hizo popular. Destacaba en Educación Física y Música, pero me tiraron del coro por tener la voz grave.

A los 18 años me independicé, estudié hasta tercero de Historia del Arte, Diseño de Interiores e hice un Máster en Gestión Deportiva, ya que por aquel entonces el Máster de Gestión Cultural aún no se había gestado en València.

Me gustaban mucho los saraos pero también organizarlos, el primero en La Claca, después compartiendo piso organizamos «La fiesta de los desconocidos» a la que también se autoinvitó la poli, y luego sucedieron muchos más.

El más top ocurrió cuando en Burriana trabajando como diseñadora con Jorge Bernard. Nos llegó el encargo de organizar una fiesta privada en Berlín. Alquilamos una parte del edificio de Frank Gehry que se encuentra en la Puerta de Bradenburgo y cuya parte de arriba es la sede del Banco DZ, entre otros usos. Un edificio maravilloso que alberga ‘la Cola de Ballena’ y que, bajo su impresionante claraboya geométrica de cristal, se encuentra el salón de ceremonias que teníamos que vestir y dotar de magia. Todo listo 48 horas antes del evento, pero una huelga de camioneros impidió que el material llegase a tiempo. Compramos de nuevo material y felizmente llegamos a tiempo para que los 200 invitados y el director, que era un pez grande, quedaran felices y encantados.

Mucho más después, me dediqué por entero a la gestión de las artes escénicas.

Estoy muy contenta de cómo ha crecido el Festival Circuito Bucles que partió de la nada, sin apoyos ni subvenciones hasta la cuarta edición, solo contaba con la ilusión del equipo y de las compañías de danza que participaban. Joan Pinillos, coreógrafo valenciano, formó parte de la gestación y desarrollo del proyecto. Maria José Mora, actual directora del Dansa València, aportó parte de sus inquietudes.

El año pasado el festival fue galardonado por los Premios Avetid, al mejor proyecto de innovación en las Artes Escénicas y ya formamos parte de la Red Acieloabierto.

Una canción:

Hay muchas que me gustan y emocionan, la música está presente en mi vida desde niña, mi padre, amante de los Beatles, además tocaba el piano y mis abuelos pinchaban música clásica. Aunque me siento una ignorante por todo lo que me queda por descubrir, lo que más me flipa es el rock’n’roll, el garaje y el soul, pero si hablamos de música en general me gusta hasta Paquirrín, jajaja.

De mis recuerdos destaco «¿A quién crees?», de Bruno Lomas, preciosa. Mi icona favorita Wanda Jackson y su tema «The Funnel of Love» y aunque mi banda favorita son los Who, me molan sus comienzos y su tema «Zoo Suit». Súper bailonga

También merece mención «Groove is in the heart», de Deee-Lite, me vuelve loca hoy en día, persiste y se mantiene en pie. ¡Maravilla! Y «Love Shack», de The B-52’s, ¡menudos genios locos admirables!

Y cambiando de registro, es flipante «Maximizing the Audence», de Wim Mertens.

Una película:

Me pareció una genialidad, además de divertida, Planet Terror, de Robert Rodriguez, la estética, los planos, el reparto…brutal. También soy muy fan de Clerks, de Kevin Smith; ¡Jo, qué noche!, de Martin Scorsese, y Misterioso asesinato en Manhattan, de Woody Allen.

En plan suspense, Mulholland Drive, de David Lynch. En plan drama, Rompiendo las olas, de Lars Von Trier.

Y La filmografía de Tarantino, Hermanos Coen y Berlanga…

Un montaje escénico:

Me impactó en Lisboa el estreno de 10.000 Gestos, del artista francés Boris Charmatz, en la que 23 bailarines entre desesperación y estrés continuo llevan a escena 10.000 gestos que solo serán visibles una vez. Aquí el vídeo.

Y, recientemente, en la feria de TanzMesse, ví una pieza preciosa, Armonía, de la Compañía Unusual Examples y la coreógrafa Adrienn Hód, en la que un conjunto de bailarines, con y sin discapacidad, crean un espacio en el que se mantiene en vilo al espectador en todo momento, para hablar del cuerpo y la danza. ¡Maravillosa!

Una exposición:

He tenido la gran suerte de tumbarme en el suelo de la Tate Gallery para vivir y sentir la instalación The Weather Project, de Olafur Eliasson hace 20 años. Es de lo mejor que he experimentado en mi vida: representaba una enorme puesta de sol a través de una pantalla gigante en la parte frontal de la sala, y un espejo descomunal en el techo, ampliaba aún más la ilusión creada. Los visitantes nos tumbábamos para identificarnos en el reflejo y además había niebla que nos cubría la escena. Luego me enteré, y con ello ya se cierra el círculo de la historia, que Merce Cunningham Dance Company bailó dentro del proyecto.

Y por su puesto, la exposición que organizó mi marido hace justo un año en el Centre del Carme Cultura Contemporània El Dormitorio. Centennial Bedroom Art.

Un libro:

Actualmente leo poco, aunque estoy muy puesta en literatura infantil, je je, ¿Qué hay en la chistera? y Los Guardianes del Castillo de la editorial valenciana Llum de Lluna son geniales.

Me encantaba Ray Loriga.

Destaco Llibre de l’ànima i de les coses salvatges, de mi amiga Encar Reig, un libro de poesías que hablan de la oscuridad y la luz, del instinto y la inteligencia animal, de la sensualidad que hay en la naturaleza; poesías que además fueron recitadas y bailadas con música en directo en la tercera edición del Festival Circuito Bucles.

Una serie:

Una serie desternillante que recuerdo es Broad City, lo que me lleva a otra gran serie de hace años Get a Life, pero ya me estoy yendo a la época de mi prima Antonia.

Strangers Things me encantó y una serie súper recomendable, y reciente es Winning Time que cuenta en pocos capítulos la apasionante historia de los Lakers.

Un podcast:

Escucho podcast de Radio 3. No recuerdo uno en concreto.

¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?

Me gusta mucho el trabajo de Ada Diez y Belén Segarra. A la última no la conozco personalmente, pero la sigo en redes y me cae muy bien.
Antonio Asensi Gallardo también me mola mucho.

Una comida:

La comida, ¡para mí es el temazo! Hablar de comida en mi familia es como hablar de la Biblia. De hecho mi madre fue concursante en la tercera edición de MasterChef quedando en el sexto puesto. Por si queréis dotorear: @milamasterchef

Por lo tanto me quedo sin duda alguna, con el arròs en fesols i naps de mi madre, que por cierto, hace mil que no lo como. Otro plato estrella es el arroz al horno.

De los guisos de cuchara y arroces, doy un salto a lo asiático e hindú. También disfruto de lo lindo con un bocata de calamares con mayonesa.

Un bar de València:

De aperitivo el bar Kiosko en la Plaza Doctor Collado o el Café 33 en Ruzafa porque me trae muy buenos recuerdos. A todas horas el Café Museu con sus pinchos de tortilla o paellas los domingos. Por la tarde noche el 5 en Ruzafa. Y de noche donde escuchar buena música y también comer algo el bar Monterey y el Splendini.

Una calle de València:

Sin dudarlo, y si puedo hacer un pequeño cambio, en lugar de calle, la Avenida del Antiguo Reino es mi favorita. Y hago otro cambio, mi tramo favorito es el último de la calle Cuba que conecta con la Gran Vía hasta Dulce de Leche, y por el que cruzan otros tramos de la calle Denia, Buenos Aires, Puerto Rico, terminando el recorrido en la calle Pintor Gisbert.

Este paseo, me encanta en bicicleta y de día, no sé por qué pero hay algo dentro de mí que conecta con todos sus elementos: es tranquilo pero al mismo tiempo tiene vida, hay edificios típicos del Eixample pero al mismo tiempo no son tan especiales, hay bares, boutiques, tiendas y estudios bonitos que se integran y combinan con equilibrio pero en general también se respira la cotidianeidad, y eso me gusta. Además de noche se transforma.

Un lugar de València que ya no exista:

Lugares míticos que dan mucha pena que ya no existen y por este orden son: Pinball, Tranquilo Niebla, Excuse Me, La Bounty, Le Club y Calypso.

¿Con quién te tomarías un vermut?

Me hubiera gustado con David Bowie, pero nada mejor que tomarse un vermut en el Café 33 un domingo soleado con todos mis amigos y acabar de madrugada juntos.