Soy Patricia Moreno y soy fan. No me escondo. Me doy especialmente cuenta de lo fan que soy de las cosas, personas y fenómenos en momentos como este, en el que tengo que elegir una canción o película favorita y me cuesta hacerlo porque mis obsesiones o devociones cambian constantemente. También soy algo mitómana –Gloria Steinem, Patti Smith, David Bowie– y lloro fácilmente en cuanto escucho una ovación del tipo que sea. Hoy he llorado con la noticia del récord de asistencia en un partido femenino en toda la historia del fútbol, la del Barcelona-Real Madrid. Alexia Putellas es maravillosa.
Quizás por eso, porque soy fan y me gusta obsesionarme, soy periodista. Ahora mismo freelance, después de años en revistas de moda, como Telva y Vogue. Como tal, no solo escribo en medios sino que practico el multitasking tan propio de mi maltratada generación, la millennial. Colaboro como estratega y redactora publicitaria con estudios creativos y estoy al frente del máster Fashion Now – Comunicación y Marketing de Moda de Barreira, donde también doy clase. Además, tengo un pequeño proyecto con África Pitarch, que es mi mejor amiga. Se llama Somos unas exageradas y asesoramos a medios, empresas y marcas que quieren trabajar una comunicación feminista e inclusiva.
Estuve años viviendo en Madrid y justo antes de la pandemia decidí volver a València y, la verdad, me encanta que desde Verlanga me hayan tenido en cuenta para esta sección. Por aquí han pasado muchas mujeres que admiro (Corinne Films, Las Entendidas, Sara Mansanet, Irene Herreras…), así que es un verdadero placer ponerme al otro lado y que, esta vez, me hagan las preguntas a mí.
Una canción:
La última que he bailado, «Let My Love Open The Door», de Pete Townshend. Me lleva a mi infancia porque la descubrí en la película Mira quién habla y me gusta bailarla mal con mi novia, Paula Collado. Pero lo cierto es que llevo días sin quitarme «Saoko», de Rosalía de la cabeza.
Una película:
Si alguien me pregunta qué ver un domingo por la noche, le recomiendo Booksmart, de Olivia Wilde. La prueba de que otro humor es posible.
Un montaje escénico:
En general, me gusta mucho el trabajo de Vanessa Beecroft y Candela Capitán. Pero para reivindicar que los desfiles también entrarían en esta categoría, cito los de Thierry Mugler, Alexander McQueen, Prada y Alessandro Michele (Gucci). Ah, y la falla Recreatiu, de Reyes Pe.
Una exposición:
Me encantó la de DES/ORDEN MORAL. Arte y sexualidad en la Europa de entreguerras, del IVAM y, fuera de València, me emocionaron mucho David Bowie is, que vi en el Museu del Disseny de Barcelona, Musas insumisas, en el Reina Sofía (Madrid), y una retrospectiva de Tamara de Lempicka en Verona. Actual, recomiendo ver Tierra dorada, de mi amiga Yasmina Benabdelkrim, en el Jardín Botánico de València, que se puede visitar hasta el 1 de mayo.
Un libro:
La vida en la carretera, la biografía de Gloria Steinem, y Cosas de las que no deberías hablar (porque incomodas), de Girls from today.
Una serie:
Acabo de terminar ¿Quién es Anna?, que tiene un análisis muy interesante acerca del capital cultural, económico y social, y la falsa meritocracia, y estoy ahora mismo con Pam y Tommy. Todo lo que sea un retrato de un icono de los 90 lleva mi nombre.
Un podcast:
Estas semanas estoy a tope con Cuarto Milenial, de Andrea Compton y Lala Chus, y Saldremos Mejores, de Inés Hernand y Nerea Pérez de las Heras. También me gusta mucho El sentido de la birra, aunque lo veo en YouTube porque no tengo Podimo. La entrevista a la humorista Asaari Bibang debería verla todo el mundo.
¿Quién te gustaría que te hiciera un retrato?
África Pitarch, Ada Diez, Cristina BanBan, Camila Falquez.
Una comida:
Ensaladilla rusa. Siempre y donde sea.
Un bar de València:
Casa Capicúa. Dos gemelas emprendedoras que hacen los menús diarios más ricos de la ciudad. El interiorismo es de Carmen Baselga y el diseño gráfico de mi hermana, Paola Moreno.
Una calle de València:
No tengo una predilecta, pero me ponen muy feliz las de Ruzafa porque es el barrio donde vivimos casi todos mis amigos y yo. También diría la Avenida del Cid, porque en los siete años que viví en Madrid, cuando venía a València en coche, era verla y sentir que ya estaba en casa.
Un lugar de València que ya no exista:
La Plaza Redonda como era antes, donde me llevaba mi padre los fines de semana de pequeña. Me encantaba porque había animales, pero ahora menos mal que no es así porque seguro que estaban en condiciones terribles.
¿Con quién te tomarías un vermut?
Con Patti Smith.